n Actuará dentro del ciclo de percusiones en el CNA
Bonsai Machine difunde la riqueza de la música de Brasil
n El trío busca expresar ''una cosa grande con algo pequeño''
Arturo Jiménez n Como una pequeña gran muestra del enorme árbol de la música brasileña puede verse la presentación hoy del grupo Bonsai Machine, inscrito en el esfuerzo independiente por difundir la enorme riqueza melódica y armónica del país de Jobim, marginada por el monopolio comercial y de baja calidad.
Bonsai Machine -pequeño árbol-rama de música que nació en 1994 y cuya sede es Sao Paulo- es un trío que trata de expresar ''una cosa grande con algo pequeño", señalan sus integrantes. Y aprovechan para definir el apoyo gubernamental a la variada música brasileña como un bonsai: diminuto.
Pese a su sonido con sabor a jazz, sólo reconocen de este ritmo la improvisación e insisten en definir su trabajo como música brasileña. La trayectoria de sus miembros es sobresaliente y, por ejemplo, algunos han grabado, tocado y compuesto con músicos como Milton Nascimento, Edu Lobo y César Camargo Mariano.
Ellos son Guello, percusiones; Mané Silveira, saxofón y flauta; Paulo Braga, piano; y como invitado, Toninho Ferragutti, acordeonista. Interpretan a compositores contemporáneos brasileños y, en menor medida, a integrantes del grupo. Esta vez sólo ejecutarán una composición de ellos, creada por Silveira, Braga y Camargo.
Crear compañías independientes
Guello señala que no tocará batucada, que es colectiva, pero promete que hoy hará mucho ruido. Silveira dice que la formación de Bonsai Machine no es tradicional, ya que no cuentan con bajo ni batería, así que el punto de apoyo son las percusiones.
Ubican su trabajo dentro de la parte instrumental de la música popular brasileña y mencionan los otros dos grandes rubros: la folclórica y la erudita o sinfónica.
Indican que ante el monopolio de las grandes disqueras y el manejo comercial de los medios de comunicación han surgido pequeñas empresas que buscan mayor difusión de la enorme riqueza musical que existe en las regiones de su país.
Dice Mané: ''El espacio en los medios no es democrático, se da preferencia a lo comercial y se margina a lo popular". Dice Toninho: ''Siempre son los mismos grupos, los mismos estilos, las mismas emisoras". Dice Guello: ''Pero esto es un problema mundial".
Y el percusionista menciona a Tv Globo (la Televisa de Brasil) y señala que si un medio quiere lanzar un grupo, lo hace famoso, aunque no sea de calidad. ''Dentro de la rica tradición de la música brasileña, la que se toca más es muy pobre pero se vende muchísimo.
''Todo parece la misma cosa en melodías y armonías, y la música instrumental va quedando sola. De ahí la necesidad e importancia del surgimiento de las compañías independientes".
Guello, también investigador musical, agrega: ''Brasil es muy rico en variedad de estilos. Cada estado es como un pequeño país y cada uno tiene su música, a lo que se le suma la influencia de los vecinos Argentina, Uruguay y Paraguay".
Sobre las influencias de los músicos brasileños actuales, Ferragutti resalta la de Antonio Carlos Jobim, en las composiciones y la armonía. Y Guello señala que, ''infelizmente", Jobim no figura en el programa de hoy pero sí César Camargo Mariano.
(Bonsai Machine, que prepara un segundo compacto, actuará hoy en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, dentro del ciclo Percusiones de Latinoamérica, a las 20:30 horas.)