n Un gobierno responsable no debe pensar en popularidad a corto plazo
Zedillo: los recursos del pueblo no son para hacer política barata
n En Veracruz evaluó los resultados de sus dos planes contra la pobreza: Procampo y Progresa
Roberto Garduño, enviado, y Guadalupe López, corresponsal, Comunidad La Palmilla, Veracruz, 11 de agosto n Cualquier gasto del dinero público con fines de manipulación política será castigado rigurosa e implacablemente a través de la ley, porque ''con los recursos del pueblo no se juega, con los recursos del pueblo no se hace política barata; con los recursos del pueblo se sirve al pueblo'', advirtió el presidente Ernesto Zedillo.
Durante una visita a dos comunidades rurales, el mandatario evaluó los resultados de los grandes programas de su gobierno para enfrentar la pobreza del país: Progresa y Procampo. Reconoció, ante decenas de mujeres y niños, que prometer soluciones de un día para otro representaría un engaño a los ciudadanos, y eso ''sería actuar demagógicamente, sería estar buscando el aplauso fácil a cambio de mentirle al pueblo de México''.
El argumento del discurso presidencial insistió en su responsabilidad pública y principios morales para no mentirle al pueblo con falsas promesas y obras materiales que no solucionan los problemas de la pobreza, y en el corto plazo sólo reditúan el lucimiento a los servidores públicos: ''un gobierno responsable no puede pensar ni preocuparse en la popularidad a corto plazo''.
En La Palmilla, municipio de Puente Nacional, el Presidente se refirió a las expectativas del Progresa y señaló que no dará resultados tangibles ni lucidores al término del presente sexenio, pero ''podremos decir en algunos años que haber lanzado el programa, haber trabajado al lado de muchos mexicanos para que existiese, haberle pedido dinero al pueblo de México para que lo apoyara, por todo eso podemos decir, con gran convicción, que el Progresa ha valido la pena''.
Una vez más, como lo hizo hace dos años en la sierra de Zongolica, donde inició el citado programa, el Ejecutivo federal rechazó cualquier motivación política en las estrategias públicas de combate a la pobreza y la marginación:
''Lo he dicho una y otra vez, que desgraciadamente las familias y las personas que viven en condiciones de pobreza frecuentemente saben muy bien que su voz no es escuchada, son personas y familias que a veces han perdido la esperanza en la política o en lo que les ofrece la política y que, por lo mismo, la gran mayoría de ellos no participan en procesos electorales. Para mí lo importante es que esas familias reciban el apoyo que merecen.
''He sostenido y sostendré en todo momento que este programa, como deben serlo todos los programas del gobierno de la República, de los gobiernos de los estados, de los gobiernos municipales, debe ser un programa apartidista, que rechace tácitamente cualquier reclamo clientelista; debe ser un programa que, por supuesto, esté alejado del paternalismo, del populismo y de la demagogia; y por lo mismo, debe ser un programa totalmente ajeno a cualquier intento de manipulación política''.
Pidió a sus colaboradores que sigan y atiendan cualquier denuncia contra quien sea por tratar de aprovechar los programas de política social, y si procede aplicar la ley, deberá hacerse de manera rigurosa e implacable.
En el mismo lugar, el encargado nacional del Progresa, José Gómez de León, anunció que a fines de agosto se cumplirá la meta trazada para 1999, con el propósito de atender a 2 millones 300 mil familias de campesinos en el país. Pero adelantó, también en enero del año 2000 los núcleos familiares atendidos sumarán 2 millones 600 mil, con una cobertura de 14 millones de personas en el campo de México.
Modelos del pasado:
engaño y corrupción
En Coatepec, otro punto de la gira de trabajo, el presidente Zedillo se reunió con productores beneficiados por el Procampo, entre los que sobresalieron cientos de cafeticultores. El mandatario dio a conocer sus criterios sobre las políticas del pasado en ese sector: ''ya el paternalismo demostró ser únicamente un espejismo; un espejismo en el que se aparecían muchas promesas, pero en el que al final se mostró, con todo su dramatismo, el desengaño, la desesperanza y el fracaso''.
La crítica al pasado se agudizó, pues el Ejecutivo federal rechazó una y otra vez las políticas paternalistas, porque no representaron ganancias, y sí engaño y corrupción.
''Hoy en día en México nadie quiere engaño y corrupción en el campo, porque los campesinos, los productores, los ganaderos, están hartos del engaño y la corrupción que, lamentablemente, durante muchos años azotó al campo mexicano. šPor eso no vamos a volver a esos engaños y corrupción!''.
También defendió de las críticas a la Alianza para el Campo, porque aseguró que sí está funcionando, y el agro para su administración sí es prioritario y no sólo un lema político.
No obstante, Cirio Ruiz González, presidente del Consejo Regional del Café de Coatepec y secretario de la Coordinación Nacional de Organizaciones Cafetaleras, informó a este diario que en la cosecha pasada los productores de ese aromático perdieron 300 millones de dólares, a causa de los ''castigos'' que les aplican las grandes comercializadoras del grano, por supuesta mala calidad. El dirigente campesino aclaró que esa cantidad de recursos perdidos supera los fondos del Procampo en todo el país.
Antes de retornar a la ciudad de México, Ernesto Zedillo inauguró el Palacio de Justicia del estado, y escuchó manifestaciones de apoyo a uno de los aspirantes priístas a la candidatura del PRI. ''šArriba el Presidente... arriba Francisco Labastida Ochoa!''.