n Cayeron 23% en los últimos cinco años: AFL-CIO
Los salarios de las maquiladoras en México, los peores del mundo: UOM
Elizabeth Velasco C. n Los salarios de los trabajadores ocupados en la industria maquiladora han caído 23 por ciento en los últimos cinco años, y tras la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) el diferencial salarial Estados Unidos-México es de 10 a un dólar, respectivamente, señalaron por separado Tim Beaty, representante de la American Federation of Labor (AFL-CIO) en México, y la investigadora de la Universidad Obrera de México (UOM), Laura Juárez.
De hecho, los salarios que esta industria ofrece en México son los más bajos del mundo, inclusive entre los países más pobres de América Latina como El Salvador, Honduras y Ecuador, y naciones como Taiwán, Hong Kong y Singapur, en donde las remuneraciones oscilan entre 4.83 y 5.16 dólares.
Lo anterior, debido a la "flexibilidad laboral; existen reducidas prestaciones laborales, y la defensa sindical es casi nula" para los trabajadores mexicanos, indica Juárez en su estudio Frontera Norte de México: región estratégica de la economía norteamericana.
Sobre el punto anterior, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que en esa industria el gobierno mexicano "entorpece" la negociación colectiva por medio de contratos de protección a favor de maquiladoras, cuya capital está compuesto de la siguiente manera: 42.6 por ciento de origen nacional; 38.8 norteamericano; 12.8 por ciento mixto (mexicano-estadunidense); 1.7, japonés, y 4.4 por ciento del resto del mundo.
Los contratos de protección son aprobados con la "complicidad de autoridades locales para rebajar las garantías laborales a un nivel inferior al previsto por la Ley Federal del Trabajo". Así, el debilitamiento de las condiciones de trabajo es ofrecido por los gobiernos a las empresas trasnacionales con el fin de atrer su inversión, destaca Juárez.
En la víspera del anuncio presidencial de que se otorgarán facilidades fiscales a esa industria, Beaty y Juárez coinciden en que, pese a que crea empleos, la maquiladora de exportación tiene efectos limitados en el desarrollo del mercado interno, además de que no da soporte para hacer frente a turbulencias internacionales.
Por el contrario, advierte Beaty, "este modelo económico orientado hacia la exportación --que se aplica de acuerdo con las reglas del TLC-- hace a los países en desarrollo más susceptibles ante los desajustes internacionales, como ocurrió durante la reciente crisis en países de Asia, que también han basado su crecimiento económico en la política exportadora".
Aunque el crecimiento de las maquiladoras ha empezado a extenderse por todo el país, y ya se han instalado más de cuatro mil plantas en el territorio nacional --66.9 por ciento en la zona fronteriza con Estados Unidos--, Juárez advierte que otra desventaja es que no se encuentran incorporadas a las cadenas productivas nacionales, de allí el debilitamiento del mercado interno.
"Entre 1988 y 1998, las maquiladoras sólo han utilizado en promedio dos por ciento de los insumos nacionales y el 98 por ciento restante lo importa principalmente de Estados Unidos". Además, por ser una industria de ensamble y depender de los insumos externos para su producción, este tipo de industria no posibilita la investigación científica ni la transferencia de tecnología, aunque utilicen tecnología de punta.
No obstante, la economía mexicana gira en torno a un reducido número de trasnacionales (la industria maquiladora genera más de 40 por ciento de las divisas del país), las cuales tienen efectos limitados en el mercado interno por estar ligados a los encadenamientos productivos estadunidenses, redondea Juárez, tras subrayar que la ventaja competitiva de la maquiladora de exportación se basa en la sobrexplotación de la mano de obra, la depredación del medio ambiente y el hambre y la pobreza de la población. .
Y es que, indica Beaty, la industria maquiladora y el TLC se encuentran íntimamente relacionados con otro fenómeno igualmente grave como es la descapitalización del campo, lo cual desencadena que miles de trabajadores rurales emigren al norte de México y a Estados Unidos en busca de un ingreso.
"De allí la importancia de que se renegocie el TLC, y que en este nuevo proceso participen representantes de los trabajadores", subraya Beaty.