n Ya fueron revisados por especialistas de EU


Someterán a los niños de Acteal a un programa integral de rehabilitación

Zenaida, Gerónimo y Efraín, los niños sobrevivientes de la matanza de Acteal, fueron atendidos ayer por especialistas del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, en Washington, donde se les practicó una evaluación general para definir en los próximos días un programa integral de rehabilitación.

Los pequeños indígenas tzotziles, heridos en la masacre de diciembre de 1997, recibieron la atención del doctor Meadlock, quien es considerado como una eminencia en neurocirugía, además de un grupo de reconocidos pediatras y médicos internistas.

En la evaluación inicial se hizo una descripción de las heridas causadas por las balas, dos de ellas señaladas como 'tiro de gracia', y del estado de salud en general de los niños, particularmente talla y peso.

De ahí se le diagnosticó a Efraín, de cuatro años de edad, cierto grado de desnutrición, derivado de su problema maxilar y su dificultad para comer; a Zenaida se le realizarán minuciosos estudios para determinar si existe algún segmento de bala en su cabeza y determinar las causas de su ceguera parcial, mientras que a Gerónimo se le atenderá respecto a la rehabilitación en su capacidad motriz.

Pedro Arriaga Alarcón, párroco de San Pedro Chenalhó, Chiapas, señaló que la visita a Washington, auspiciada por la alianza de los derechos humanos del congreso estadunidense, "ha sido bastante agradable, principalmente porque los niños ya son atendidos por especialistas".

Dijo que el suceso despertó gran interés entre la comunidad de Washington, particularmente por los reporteros de medios de comunicación locales y nacionales.

"Lo de Acteal es una herida abierta, y con los casos de los pequeños tzotziles se ha vuelto a tocar la llaga", manifestó vía telefónica desde la capital estadunidense.

El padre Arriaga destacó la amabilidad con la que han sido tratados los niños y sus acompañantes, desde el viaje aéreo, así como la "atención" de la embajada, hasta el apoyo de órdenes religiosas y voluntarios al pediente de los pequeños de Acteal.

"Zenaida, Efraín y Gerónimo se han comportado serenos, muy agradables, aunque se fastidian a ratos, como cualquier niño. Han jugado mucho en los jardines, tras las ardillas, corren por ahí, aun con el calor de casi 40 grados centígrados. También hubo que ir a un barrio salvadoreño para conseguir un poco de tortilla y frijol, porque realmente no aceptaron la comida de aquí.", relató el sacerdote jesuita. (Fabiola Martínez)