Ť En Europa, Oriente y parte de India esperan "la oscuridad total"
Entre festejos y sombríos augurios se alistan para observar el eclipse
Ť Desanima el pronóstico de cielo nublado a empresarios turísticos; miles de puestos con souvenirs
Reuters, Dpa y Afp, Land's End, Inglaterra Ť Entre la curiosidad, la magia, un ambiente de fiesta y sombríos augurios sobre el fin del mundo, Europa, Oriente y parte de India se preparan para contemplar este miércoles el último eclipse solar del siglo y del milenio, cuando durante cerca de dos minutos se oscurezca completamente la tierra en una franja de 14 mil kilómetros.
Entre los observadores del fenómeno estará el papa Juan Pablo II, quien podría observar el suceso desde un helicóptero si, de acuerdo con su calendario habitual, se traslada desde el Vaticano a su residencia veraniega de Castengandolfo.
No obstante, el pronóstico de que todo el occidente de Europa estará cubierto por las nubes, afectará las condiciones de observación e hizo desinflar las expectativas de los empresarios turísticos de Cornualles, la primera tierra firme alcanzada por el eclipse y única región inglesa donde el sol quedará oculto al ciento por ciento.
Aunque más de 7 mil personas llegan cada hora a ese condado, varios festivales y vuelos fueron cancelados, mientras los albergues y hoteles de la zona tienen vacantes de sobra, debido a los pronósticos de cielo nublado, pero también por precios excesivos que espantaron a más de la mitad del millón de visitantes. Pese a todo, el druida Ed Prynn continúa efectuando sus danzas al sol junto con su esposa Glynis y sus seguidores, para lograr que mejore la visibilidad.
El eclipse será visible unos instantes antes de las 11 horas en esa localidad inglesa, para luego extenderse a Francia, Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria, Rumania, Turquía, Irán, Irak y Pakistán, y concluir en la Bahía de Bengala, frente a las costas de India. Las estrellas serán entonces visibles, soplará una fría brisa y caerá la temperatura, mientras los animales y aves, desorientados, probablemente mostrarán un comportamiento anormal.
Sólo dos capitales europeas verán la noche en pleno día, Luxemburgo y Bucarest, mientras París tendrá una visión parcial. En los lugares de observación en Francia el clima tampoco será muy soleado, pero eso no impedirá que unos 60 mil turistas lleguen a la norteña localidad de Noyon, ni que en Ermenonville una joven pareja se case en el momento del eclipse.
Bélgica y Alemania enfrentan los mismos pronósticos, pero Stuttgar, uno de los mejores puntos de observación alemanes, espera igualmente a 500 mil personas con miles de puestos callejeros de souvenirs del eclipse solar. Los fabricantes de anteojos especiales han hecho ya ventas estratosféricas, lo que ha llevado a organizaciones humanitarias a pedir a la población que los done para distribuirlos en Africa, cuando ocurra el próximo eclipse, el 21 de junio del 2001.
El entusiasmo no alcanza sólo a los comerciantes: en Sofía, un grupo de comunistas efectuará una manifestación ųsin el apoyo de su partidoų en la capital búlgara para celebrar el fenómeno. "El mundo será cubierto por la oscuridad y entonces el Sol aparecerá otra vez, para traer de nuevo la idea del comunismo, el sistema más humano", dijo el comunista Georgi Spasov. "La miseria, la pobreza y la explotación serán enterradas, la clase obrera se elevará para golpear al capitalismo cruel".
Rumania tendrá la sombra de la luna por mayor tiempo: 2 minutos con 23 segundos, ocasión para una fiesta popular que va desde peleas de perros en una aldea transilvana, hasta un concierto del tenor italiano Luciano Pavarotti en Bucarest.
Para Irak, el panorama es oscuro: un vocero del Pentágono dijo que continuarán los ataques a objetivos en las "zonas de exclusión" de Irak, como los de este martes cuando cazas estadunidenses y británicos atacaron un campo de observación científico.
En India, para los creyentes, el ocultamiento de Surya, el dios del sol, es un signo infausto tras el cual se precisa una purificación, por lo que se espera que un millón de peregrinos lleguen a las aguas sagradas de la laguna de Kurukshetra. En la aldea de Bhuj, la preocupación es un poco más mundana: dos mil agentes de policías están alertas para disuadir a eventuales delincuentes que busquen robar los equipos de los científicos que observarán el eclipse.
Aunque el fenómeno es explicable desde el punto de vista científico, varios hospitales y centros siquiátricos europeos han visto incrementar las consultas de quienes temen el cumplimiento de las profecías hechas hace cuatro siglos sobre el fin del mundo por el francés Nostradamus, o de los pronósticos del modisto Paco Rabanne de que la estación espacial rusa Mir caerá sobre el corazón de París.
La inquietud alcanza a América Latina
El eclipse no podrá ser contemplado en América Latina, pero la sicosis alcanzó tal punto que la Iglesia católica tomó cartas en el asunto y advirtió que las profecías no deben ser vistas "como divinas", y que "nada malo pasará".
El miedo alcanzó tintes dramáticos en Colombia, donde la víspera un hombre mató a su esposa y luego se suicidó para "adelantarse al fin del mundo". Otras tres personas se suicidaron por el mismo motivo este martes en el estado de Piauí, uno de los más pobres de Brasil.
El teólogo brasileño Mario Cortella se apresuró entonces a explicar que las previsiones de Nostradamus sobre la llegada del fin del mundo en coincidencia con un eclipse, para estas fechas, son anteriores a nuestro actual calendario gregoriano.
Pero no siempre está presente el fatalismo: un comisario liberó a los tres delincuentes detenidos para darles "una última oportunidad", en una pequeña ciudad de Brasil, país cuyas grandes ciudades preparan fiestas con brujos, en tanto los bares de Colombia anuncian ya "la rumba del fin del mundo".
Argentinos, uruguayos y ecuatorianos parecieron no inmutarse ante las ideas milenaristas, convencidos, quizás, de que las crisis económicas y sociales en sus respectivos países ya son suficiente castigo.