El técnico deportivo que no se engaña a sí mismo sabe que los privilegios o estímulos materiales son poca cosa si los atletas no viven en un clima idóneo en el orden psicológico, social y familiar. Sabe también que para modelar un campeón nacional hay que ''quemar'' miles de atletas y ni se diga de las múltiples exigencias que se requieren para tener campeones internacionales.

En los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Cuba quedó ubicada encima de Canadá y debajo de Estados Unidos. Canadá es una potencia mundial que integra el grupo de los siete países más ricos del mundo. Su población supera en 2.7 veces a la de Cuba, tiene un ingreso per cápita seis veces mayor y ostenta el primer lugar en el Informe 1999 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

ƑCómo hace Cuba para imponer records mundiales en deportes tan poco populares como remo largo femenino sin timonel, o que Rodolfo Falcón, subcampeón olímpico en 100 metros dorso, recorra la distancia por debajo de los 55 segundos en un país donde no hay condiciones masivas para la natación? ƑCómo hace para alzarse con el 28 por ciento del total de medallas en disputa?

En América Latina, Cuba y Chile son exhibidos como polos antagónicos de modelos económicos que aseguran poner en la infancia y en la juventud el máximo esfuerzo del desarrollo social. Cuba ganó 156 medallas en total y Chile once, incluyendo la única de oro. Brasil, Colombia y Jamaica, cantidad igual a la de Cuba. Argentina, otrora potencia deportiva, ganó 72 con 25 de oro y México 57, con once de oro.

Con 333 millones de habitantes en conjunto, Brasil, Argentina, México y Colombia ganaron 68 medallas de oro. Con 12 millones de habitantes, Cuba ganó 69 y Estados Unidos 106, siendo su población 22.7 veces superior a la de Cuba. Si ésta tuviese una población similar a la de la ciudad de México... Ƒhubiese ganado 30 medallas de oro más que Estados Unidos? Por ahora, se conforma con ganarle en beisbol, juego nacional de un país donde chovinismo, religión y deporte son equivalentes.

El deporte: sensible termostato de toda realidad social y prueba del respeto que los gobernantes y dirigentes guardan hacia la juventud de sus naciones. ƑCómo hace Cuba, acorralada y tensionada durante 40 años para ser ejemplo del continente? No decimos ''modelo'', pues cada país debe tener el suyo. Pero el ejemplo cubano... Ƒno causa vergüenza ajena?

ƑLa pobreza o la falta de recursos son la madre de todas las derrotas? Los jóvenes piensan distinto. En Winnipeg, los países de América Latina y el Caribe ganaron 555 medallas de oro, plata y bronce. Canadá y Estados Unidos obtuvieron 491 en total. Para tener una juventud sana y predispuesta tampoco se requiere hacer una revolución o instaurar el socialismo. Basta una mínima redistribución del ingreso, una mínima desconcentración de la riqueza, un mínimo de voluntad y decencia política.

Según El progreso de las naciones (Unicef, 1999), Cuba invierte en salud 23 por ciento del producto nacional bruto. Le siguen Estados Unidos (20), Alemania (17) y Francia (16). En la tabla de mortalidad infantil de América Latina, Cuba figura en el último lugar: 8 por mil nacidos vivos, similar a la de Estados Unidos y por debajo de Canadá (7). Tiene la tasa de fecundidad más baja (1.8 hijos) y es primera en esperanza de vida (76 años) y saneamiento adecuado (98 por ciento).

Por eso, el principal responsable de la reforma económica de Cuba no cree en la tecnocracia. Es pediatra. ƑBasta con estos indicadores? En 1997, a petición de la Unesco, el laboratorio latinoamericano de evaluación de la calidad de la educación, con sede en México, colocó a Cuba en primer lugar en cuanto a logros escolares. Le siguieron Argentina, Chile, Venezuela, México y Brasil, países con más ingresos por habitante que Cuba.

La investigación estuvo centrada en matemáticas y lengua de primaria y secundaria. Escandalizada, la ministro de Educación de Argentina tuvo la honestidad de reconocer que ''la escuela no enseña a pensar''. Al año siguiente la ministro renunció al cargo por los recortes al presupuesto educativo dispuesto por el presidente Carlos Menem.

Si un país quiere campeones y una juventud liberada de riesgos, que empiece desde abajo: el derecho a la vida, a la salud y a la educación. Sin esto, América Latina seguirá siendo lo que es: inexistente y perdedora, experta en doctores que saben todo y confundida por quienes, como el pobre Hamlet, viven atormentados entre el ser y el parecer.