Ť Actuará en el Centro Nacional de las Artes


El Ensamble de Percusiones de Xalapa busca un estilo propio

ţ Singularidad técnica y creativa, divisa de sus integrantes

Arturo Jiménez Ť Con apenas un año de haberse integrado y sin ningún apoyo en su lugar de origen, el Ensamble de Percusiones de Xalapa se afana, sin embargo, en hacerse de un lugar y un estilo propios. Ellos se presentan por primera vez en un foro importante y su divisa es la singularidad.

Esta agrupación, no obstante, prefiere mantenerse independiente y evade la burocratización y estancamiento que implican un salario fijo. ''Tener que buscar trabajo y espacios es una motivación para ser cada vez mejores", dice Miguel González Zaragoza, director del grupo.

Pese a la fama de la capital veracruzana como ''ciudad cultural", comentan, allá no hay apoyo ni organización, aunque sí existe un público, alimentado sobre todo por la Sinfónica de Xalapa. ''Los funcionarios están acostumbrados a que los músicos toquen gratis, pero no debe ser así", indica.

Desinteresados en ''imitar o copiar" a los grupos europeos o mexicanos, el ensamble basa su consolidación en la singular capacidad de cada uno de sus cuatro integrantes. ''La intención es hacer algo que no se haya hecho antes", señala.

Los integrantes abrevan en parte en sus respectivas experiencias locales veracruzanas: Coatepec, Córdoba, Tuxpan y Naranjos. Los otros miembros, antes alumnos de González Zaragoza, son Juan Martínez Cortés, Miguel Francisco Cruz Lorenzo y José García Rodríguez.

Cruz, por ejemplo, quien toca las percusiones, creció junto a un grupo de cumbia que encabezaba su padre. Mientras, el propio González, baterista, desde pequeño vivió de cerca la experiencia del jazz. Todos ellos aún no viven de este cuarteto y trabajan en otras agrupaciones para subsistir.

Durante su presentación, mañana miércoles, tocará con ellos como invitado el percusionista Diego Espinoza, pero existe la posibilidad de que se integre en definitiva al ensamble.

Para lograr mejores resultados, en las composiciones hechas para el ensamble se trata de interactuar con los autores, dice González Zaragoza.

En el programa que interpretarán figuran El funeral de Aquiles, de Giacinto Scelsi; Mercurio, de Alejandro Corona; Toccata, de Carlos Chávez, que se inscribe dentro de los homenajes por el centenario de su natalicio; La cucaracha cuántica, de Francisco González; Invitación, de Marcos V. Gregorio; y Tercera construcción, de John Cage.

La cucaracha cuántica es un estreno en el DF, pues sólo se ha interpretado en Xalapa, y fue escrita de manera especial para este ensamble.

González Zaragoza señala que hasta hace unos años la música negra (una de las principales fuentes de inspiración de las percusiones) era despreciada en el ámbito de concierto por considerarla "de baja calidad".

Las intenciones de este ensamble es hacerse de un estilo propio, ''veracruzano si se puede decir", y lograr una proyección nacional y luego internacional.

(Dentro del ciclo Percusiones de Latinoamérica, la actuación del ensamble se realizará mañana, a las 20:30 horas, en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, Churubusco y Tlalpan.)