* Las causas: confusión, errores e intereses
En los Chimalapas, enredos
cartográficos y legislativos
Andrés Aubry y Angélica Inda, especial para La Jornada /I * Las sucesivas constituciones de Chiapas han identificado su territorio a partir de los límites que ha tenido "desde que forma parte de la República Mexicana". Antes de esta incorporación, éstos estaban tan flojos que la Constitución de Cádiz de 1812 (art. 11) postuló una división ulterior más precisa, recomendación que seguirá repitiéndose en la Constitución federal de 1824 (art. 2 y punto 2 de su primer adendum), y en las estatales desde 1826 (art. 4) hasta 1921 (art. 33, fracción xxix).
Durante la Colonia y su periodo independiente, Chiapas estuvo en constante conflicto fronterizo con sus vecinos: Oaxaca, Veracruz, Tabasco y Guatemala. Con este último país, se logró una solución bilateral, precisa, cartografiada, pero tan tardía como la administración de Cárdenas, no así para los demás. Por lo tanto las declaraciones de la oficialidad estatal sobre la claridad de sus fronteras en el momento de su incorporación a México no tienen sustento.
Este enredo se debe a un vacío geográfico por lamentable deficiencia cartográfica, no resuelta por el Cetenal de ayer ni el INEGI de hoy, porque los datos recopilados de fotografías aéreas o de satélites no fueron verificados en el terreno: errores en nombres, pueblos reales en la margen opuesta del río cartografiado, éstos a veces confundidos con curvas de nivel o caminos: es un calvario para los investigadores de campo. Estos mapas no coinciden con los de la CFE o de la ex SARH (motivados por sus presas hidroeléctricas, como las de Malpaso y Peñitas que son fronterizas), ni con los de la SCT o de las empresas privadas (Roji, bancos, turismo, etcétera). Cada dependencia tiene sus variantes de trazo (así como sus propias estadísticas).
Los límites con Oaxaca están más enredados que los demás por razones históricas. En la Colonia, era una frontera entre dos Audiencias: las del Virreinato de la Nueva España y de la Capitanía General de Guatemala, es decir, el equivalente de una frontera internacional. Esta confusión nunca se aclaró porque era una ganga para la economía chiapaneca del contrabando (como aquél de los Larráinzar, oaxaqueños que se trasladaron a Chiapas a fines de la época colonial para su negocio de transferencias de capitales entre los dos países). Luego, a partir de la Independencia, la frontera se enredó más por la creación de dos nuevos estados: Tabasco y Veracruz, cuyas colindancias se mezclan con las fronteras chiapaneca y oaxaqueña.
El periodo de la Reforma está caracterizado en Chiapas por la defensa y rectificación de sus fronteras en las múltiples guerras interestatales de Angel Albino Corzo a quien se debe una refundación de Chiapas. Luego, la confusión de la frontera con Oaxaca propició un refugio clandestino de los zapatistas de Rafael Cal y Mayor (fundadores de dos pueblos de los Chimalapas: uno con este nombre, el otro con el de Zapata). Allí, en la clandestinidad, la zoque Cleotilde (sic) era el correo que traía los comunicados y, en 1919, descorazonada, la noticia de la muerte del Caudillo del sur.
Anexión oficializada
La penúltima versión de la Constitución de Chiapas, en su artículo 3Ɔ (todavía en uso en tiempos del gobernador Sabines) trató de poner claridad. Imitó el método cardenista utilizado en Guatemala, tomando como referencia unos ríos (los que, desgraciadamente, no tienen los mismos nombres en Oaxaca y en Chiapas) y una línea geodésica (por tanto inobjetable) entre las principales cumbres, la que corre de sur a norte por los cerros La Jineta-Los Martínez-Mono Pelado.
Pero el gobernador Patrocinio González Garrido tachó del 3Ɔ constitucional estatal estas referencias territoriales. Hoy, todos los territorios en contestación están al poniente de esta línea, es decir en Oaxaca.
Poco antes, en 1985, una noticia local anunciaba la captura por esos parajes de Ernesto, el hermano del gobernador Absalón Castellanos Domínguez, un notorio empresario forestal sorprendido cuando saqueaba madera. Los campesinos de los Chimalapas, avizorando el peligro, lo detuvieron para negociar, confiscando su pistola incrustada de diamantes.
La respuesta estatal, en 1986, fue la edición y difusión de un sorprendente mapa oficial de Chiapas que, al poniente de la línea geodésica, trazaba una amplia bolsa de territorios supuestamente contestados: en ellos se ubican Santa María, San Miguel, San Isidro la Gringa, Cal y Mayor, los pueblos que ahora son la crónica local de todos los días.
En 1988 ascendía don Patrocinio, quien publicó en el Diario Oficial un tren de reformas legislativas el día de su toma de posesión. En 1989, ya reformado el 3Ɔ constitucional, un nuevo mapa oficial de Chiapas oficializaba la anexión de la bolsa territorial, con una sola frontera (es decir borrando la convencional), dando a Chiapas una superficie de 76 mil 634 kms cuadrados (antes de la reforma de este gobernador, Chiapas tenía una extensión de 74 mil 415 kms cuadrados), o sea una diferencia de 221 mil 900 has, porque empujaba su límite poniente hasta la longitud 94Ɔ 14' (siendo la 94Ɔ 08' en el artículo 3Ɔ antes de su reforma).
Estos datos permiten ubicar en el tiempo el conflicto de límites, en su doble vertiente: cartográfica y legislativa. El problema de fondo es saber qué lo explica.