* Ofrecerá charlas sobre dramaturgia en la Sogem


La multimedia, recurso del teatro en el próximo siglo: Héctor Azar

* Abordará la relación de ese arte con la política y la sociedad

Renato Ravelo * Héctor Azar afirma: "En el teatro del próximo siglo el recurso de la multimedia será el camino a seguir. El teatro es texto más espectáculo". Sin embargo, rechaza que se asuma que es un momento en que vaya a predominar la ingeniería sobre la magia, pues ''la maravilla del teatro siempre será que es un acto efímero, irrepetible''.

Con motivo del seminario que impartirá desde 16 de agosto en la Sociedad General de Escritores de México, "como consecuencia de que sufrí una inmerecida falta de respeto a mi persona y a mi carrera del CNCA", Héctor Azar concede esta entrevista.

Me pregunto, dice, ''Ƒpor qué no podemos hablar, ahora que está terminando el siglo, de una escuela mexicana de teatro? También en eso nos ahoga la globalización. A partir de eso el Centro de Arte Dramático AC (CADAC) propone un conferencial de 10 charlas que se experimentan, por primera vez, en un curso que di en Oaxaca en el mes de mayo".

El curso tiene un eje: ''El triángulo equilatero, necesario, entre sociedad, política y teatro. Vamos desde el inicio del siglo con los influjos del siglo XIX, la herencia de la ya aceda herencia de la Escuela Española de Teatro, y la irrupción realmente apocalíptica del cinematógrafo en México".

Al intermedio bélico, a la Bauhaus, adelanta Héctor Azar, en su conferencial siguen ''los primeros indicios de la búsqueda en el teatro con Erwin Piscator y Antonin Artaud. La revolución teatral, dice Piscator, como un camino para la liberación. Artaud por su parte sostiene que es la revolución teatral para llegar a la locura. Todavía hay residuos muy artonianos en el teatro actual, en tanto Piscator permanece ignorado, que es el antecedente de Bertolt Brecht".

azar-hector.2 Sigue en el seminario la diáspora en México con Fernando Wagner, Seki Sano, Charles Rooner y Andre Moraeu: "Para mí que este cuarteto impresionante, selecto, los que operaron el gran cambio en el teatro mexicano". Parte fundamental, aclara, lo vivió el autor de El gesticulador: "En 1905 nace Usigli, en 1931 publica su primera obra que la mayor parte de la gente de teatro ignora. Vive 13 años en México, de manera muy conflictiva, porque como toda la gente de teatro tiene que hacer escándalo para que se le preste atención".

Su curso revisa la importancia del Guernica, de Picasso, y la de Una tarde de domingo en la Alameda, de Rivera; de la influencia de Lorca y Alberti, como parte de un contexto para ubicar qué es la generación del medio siglo, cuándo aparece la dirección escénica en nuestro país. ''Mi generación es la segunda, Ƒcómo apareció la primera?, Ƒsaben los jovenazos quién era Francisco Carmona?, porque antes los grandes actores, como Virginia Fábregas, se dirigían solos". Salvador Novo, la vanguardia y su vigencia, tienen un sitio en la recuperación histórica de Azar: "ƑHasta dónde nos seguimos comiendo la torta de la vanguardia, hasta dónde los nuevos directores la siguen descubriendo a casi 50 años?".

Convencido de que la llamada vanguardia perdió vigencia, Azar se cuestiona sobre la grilla que se generó en los festivales de teatro universitarios ("que iniciaron con el festival de Nancy Francia, que organizó quien luego sería el ministro de cultura de Mitterrand''). Sao Paulo en Brasil, Manizales en Colombia, Caracas en Venezuela son ejemplo de esta etapa, sostiene Azar.

Grotowsky, Julien Beck, Eugenio Barba y Joseph Chaikin "fueron los más importantes en los setenta, cuando comienza la gran decadencia del teatro. Luego la aparición hegemónica de los medios de comunicación masiva, cómo se aprovecha la aportación de la tecnología, por medio de la lente y el micrófono que ven y escuchan más que el ser humano".

La cuestión es, sostiene Azar, "cómo conviven estos descendientes del teatro, que no tienen por qué establecer conflictos edípicos, porque son aparatos. Esto viene desde la aparición en Checoslovaquia, en los sesenta, de la linterna mágica, hasta la actualísima Fura Dels Baus (catalana), que yo la propongo sin bola de cristal como la manera de hacer el teatro en el siglo XXI".

Al final de cuentas, en teatro, sostiene Azar, "la multimedia solamente puede ser el puente del alma, si es que ha de servir de algo".