Andrés Aubry y Angélica Inda
Remunicipalización en Chiapas

Hasta la semana anterior, Chiapas tenía 111 municipios, hoy tiene 118, y luego de dos nuevas tandas ųpor el 20 de agosto la primera, en noviembre la segundaų tendrá un total de 128. Para el Ejecutivo estatal es una expresión de su voluntad de "cumplir con los acuerdos de San Andrés", y también "un acto contundente" de la "insurgencia social" que caracteriza su gobierno interino.

Efectivamente, la remunicipalización es una de las acciones y medidas de esos acuerdos, normada por los cinco primeros párrafos de ese documento. Pero, las fracciones de la oposición del Congreso estatal los estiman violados por la ley votada la semana pasada. Los 22 alcaldes no priístas, virtualmente afectados, al ser enterados por su segundo transitorio, han declarado públicamente que no la acatarán porque la consideran ilegítima y una ''provocación".

La presunta ilegitimidad había sido denunciada ya al circular el texto de la iniciativa, con dos argumentos. El primero: sin el EZLN, la medida se convierte en acción unilateral, contraria a lo pactado. El segundo: el presidente de la "Comisión para la Reforma Municipal y la Redistritación en Chiapas", Noé Castañón León, es también presidente del Tribunal Superior de Justicia de Chiapas, lo que no está previsto en los acuerdos, además de ser una acumulación de funciones presuntamente ilegales y susceptibles de sanciones.

Existe otra laguna: la remunicipalización acordada en San Andrés va a la par de una redistribución que debe modificar "los apartados correspondientes de la ley electoral" porque el objetivo es "garantizar la representación política de las minorías indígenas en los municipios no indígenas del estado, de tal manera que tengan participación proporcional en el cabildo municipal e incluso en la integración del Congreso local". Ahora, examinando los primeros siete municipios de la reforma en curso, los criterios que supuestamente han determinado las nuevas cabeceras no parecen muy congruentes con los "estudios técnicos y trabajos necesarios" que prevé San Andrés.

El reparto municipal de Chiapas se volvió aberrante en el siglo XIX porque obedecía a los caprichos del sistema de contratación-enganche con deuda de las fincas de Chiapas ųvestigio territorial de las campañías deslindadoras de la era porfiriana. Sus límites y cabeceras se debían a sus necesidades de mano de obra indígena. La dimensión grotesca de Ocosingo (11 mil kms cuadrados: la mitad de Tabasco o de El Salvador) se explica por las monterías descritas por Traven y denunciadas en manuscritos como "un infierno que sepulta en vida a sus peones".

Al contrario, el municipio de Larráinzar, con sólo 186 kms cuadrados, debe su nombre al finquero Ramón cuyo mayordomo, como otros titulares o interinos del Ejecutivo chiapaneco, fue ascendido a jefe político y a gobernador. Este pequeño territorio era una inmensa y cautiva reserva de mano de obra, el proveedor en mozos y baldíos de un latifundio que, con el nombre de Nuevo Edén, se extendía sobre seis municipios vacíos, pues casi todo era su finca.

Por lo tanto, la remunicipalización de San Andrés se ha de apreciar como una ruptura con la lógica finquera del diseño municipal vigente, para racionalizarlo con los criterios de la dignidad campesina y del desarrollo subregional. Esto sí sería una insurgencia social; pero la actual no resultó contundente, porque su diseño plantea interrogantes. Maravilla Tenejapa es una de las siete nuevas cabeceras, al fondo de la selva, pegada a la desierta reserva de la biosfera Montes Azules.

Allí iban a dormir los ornitólogos de la Audubon Society para observar los pájaros y grabar sus cantos antes de adentrarse en el monte. Sus nuevos moradores, para no estar tan lejos de la cabecera de Las Margaritas, resolvieron unirse a Amparo Agua Tinta, luego bautizada Tierra y Libertad. El sustituto Ruiz Ferro los visitó para convertir a Maravilla en sede del nuevo municipio, hasta que centenares de rostros cubiertos con paliacates lo obligaron a irse. Conociendo ahora las funciones de las casi 600 hectáreas vírgenes de la reserva, la elección del lugar no parece obedecer a criterios de desarrollo subregional, sino a objetivos estratégicos.

Santiago del Pinar está a diez minutos de carro de San Andrés, y a igual distancia de otra nueva, Aldama, al nororiente, mejor conocido como Magdalena. ƑA qué diseño de desarrollo subregional corresponden estas cabeceras? La misma explicación estratégica es una probable respuesta, porque El Pinar es una plaza fuerte del Ejército, de la policía y de "civiles armados" para controlar los centros rebeldes vecinos. Las dos nuevas cabeceras de Marqués de Comillas tampoco son inspiradas por "los estudios técnicos" de San Andrés, sino por consideraciones de la administración estatal de grillas locales. Como los viejos municipios del siglo XIX, esta remunicipalización obedece a coyunturas provisionales de corto plazo, no a objetivos de desarrollo sustentable y a largo plazo de la subregión. ƑLa contundencia será la estrategia de la nueva insurgencia oficial?