n Arrastra el PRI un pasado sin ideales "pero con gran poder económico"


Coordinará Moctezuma la campaña de Labastida Ochoa

Víctor Ballinas y José Gil Olmos n Esteban Moctezuma Barragán aseveró ayer que, en la contienda interna del PRI, la mayoría busca constituir un nuevo partido demócrata, incluyente, firme en ideales y vigoroso en valores, pero aún existe un lastre, un pasado minoritario pero aún vivo y poderoso, un pasado sin ideas y sin ideales, "pero con gran poder económico e intereses creados".

Advirtió que, en el proceso de selección interna del PRI, no se trata solamente de elegir a uno u otro candidato; la verdadera lucha se está dando entre impulsar un partido nuevo o mantener a otro en el maquillaje y la inmovilidad de viejas prácticas. "Un PRI renovado tiene futuro, un PRI restaurado, un viejo PRI, no ganará jamás".

El ex secretario destacó lo anterior al anunciar su renuncia a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) y su incorporación al equipo de Francisco Labastida Ochoa como coordinador de campaña. Ya en ese papel, Moctezuma hizo críticas a Roberto Madrazo, a quien no mencionó por su nombre, pero refirió que a ese poder económico de intereses creados "le han puesto nombre y apellido. A ese pasado lo han vestido de demócrata, de promotor del cambio".

Alusión a una frase omitida

En seguida, fustigó: "con prácticas del pasado y publicidad moderna, representa los intereses por los que la mayoría de los priístas hemos luchado en contra". En el texto de su discurso incluyó la ya famosa frase de Madrazo: "ƑQuién dice que no se puede?", pero al lleghar a esa parte, no la leyó.

Sin embargo, sí dijo: "Yo digo que no se puede, ni se debe permanecer callado ante la simulación, menos cuando el PRI puede dar el gran salto al futuro, a su democratización y a la consolidación de la democratización del país".

Ex titular de Gobernación y de la Sedeso; senador con licencia y ex secretario general adjunto del PRI subrayó, en su discurso de cinco minutos, que la verdadera contienda interna es, por un lado, renovar el PRI o, por el otro, volverlo hacia el pasado, restaurarlo. "Un PRI renovado tiene futuro porque es un PRI cercano a la gente y a las verdaderas causas ciudadanas. Un PRI renovado ganará las elecciones del 2000. En cambio, dijo, un PRI restaurado, que vuelve al pasado, no tiene futuro, en el pasado los mexicanos ya no cabemos". En seguida, sentenció: "Un PRI restaurado, un viejo PRI, no ganará jamás".

Explicó también que aceptó la coordinación de campaña ante la postura de la coalición, que calificó como una oposición que busca una alianza donde los principios pasan a segundo término en la búsqueda de poder. "Para mí, la democracia no sólo es el medio para acceder al poder, sino, fundamentalmente, el medio para hacer del poder servicio a la gente".

Moctezuma señaló que las cúpulas de los partidos políticos en México sólo ven en la democracia cómo organizarse para resolver sus intereses. "Hoy sucede que los temas de fondo en México, salvo con Labastida, no tienen quién los enarbole: pobreza, educación, empleo, agua, seguridad, medio ambiente, desarrollo tecnológico, mujeres y hombres del campo, poder para la gente, son temas que deben estar en el centro del debate político".

Labastida, dijo su coordinador de campaña, "es la opción del verdadero cambio: el cambio responsable". En ese contexto, apuntó que se une a la lucha de Labastida por un nuevo PRI, por el del futuro, y contra un PRI anquilosado.

Dijo que trabajará con visión de futuro por la opción que puede hacer posible la atención a los problemas del desarrollo y la superación de la pobreza. Apenas el 19 de mayo pasado, al declinar participar como precandidato del PRI a la Presidencia, Moctezuma había aseverado que decidió quedarse a trabajar por los que menos tienen, por los pobres del país.

Por otra parte, después de anunciar su renuncia, el ex titular de la Sedeso aclaró, al llegar a la casa de campaña de Labastida, que no iba a poner orden al equipo, sino a sumarse a la "mejor opción de un cambio real" para los priístas. Señaló que éste no es tiempo de estar en silencio, sino de hacer oír su voz, sobre todo porque se trata de participar en la contienda más importante en la historia de este siglo.

Esteban Moctezuma rechazó que con su llegada se confirme que Labastida es el candidato oficial, y argumentó que la del PRI es una elección transparente, abierta, con reglas bien determinadas.

Dijo que la lucha contra la pobreza a la que se comprometió en la Sedeso no se quedaba pendiente, sino que se extiende hasta el 2006, asegurando que Labastida será el candidato del PRI y ganador en la contienda presidencial del próximo año.

Aclaró que no se trata de una aventura sumarse al equipo de Labastida, sino de un compromiso de estar con el sinaloense, con quien ya trabajó durante cuatro años. Además, reconoció la importancia de afrontar la posibilidad de una alianza opositora entre PRD y PAN en las elecciones del 2000.

Esteban Moctezuma permaneció casi 15 meses al frente de la Sedeso, que deja en medio de inconformidades y protestas de grupos populares, partidos políticos y legisladores por el incremento a la leche Liconsa y el retiro de subsidios. Asimismo, deja pendiente la presentación del proyecto de Ley de Desarrollo Social que prometió; también quedó esperando el acuerdo nacional contra la pobreza y, en su breve paso por la dependencia, los subsidios se siguieron reduciendo en los programas de atención social.

Deja pendiente un encargo presidencial: la ley del empleo de menores, que debía elaborar con el secretario del Trabajo, para garantizar la salud y el cuidado de los menores que laboran. Además, en los próximos días debe presentarse el resultado del Programa 100 días, cuya fecha de conclusión es el 13 de agosto. También está a la espera el tan anunciado programa 2020.