La Jornada miércoles 4 de agosto de 1999

PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz
Juntos, pero no revueltos

* La gran alianza, sin mayor futuro * Sobran conjeturas y escenarios: ya hay unión de fuerzas * La despedida de Fox habría costado millones al erario guanajuatense * ƑQuiénes pierden o ganan?

Los líderes perredistas afirman: la decisión de la dirección nacional del PAN, de seguir en las negociaciones para concretar la conformación de la gran alianza opositora, no es suficiente para dar por hecho la unión de todas las fuerzas políticas contrarias al PRI... las pláticas pueden quedarse en eso, en charlas de café. La situación sigue igual, mientras los panistas no definan las líneas de su plataforma de gobierno y el método para elegir al candidato de la alianza. Y los líderes panistas acusan: el Mensaje a la nación difundido por Cuauhtémoc Cárdenas obstruye las negociaciones para la alianza opositora del 2000. La agenda de gobierno propuesta por el precandidato perredista "está sujeta a sus gustos", sobre todo porque Acción Nacional "tiene posiciones diferentes y muy claras en algunos temas". Más aún, entre los panistas de primer nivel se escucha decir que "el protagonismo de Cuauhtémoc no contribuye a la alianza".

el musico Enmedio del optimismo de los menos y del escepticismo de los más, las directivas de PAN y PRD hacen gala de realismo político y tienen ųdesde ayerų contactos bilaterales intensivos. Habrá resultados en menos de 15 días. "Esta misma semana se concreta la alianza... las divergencias entre los partidos, como las privatizaciones (del sector eléctrico y hasta de Pemex) quedaron superadas (sic). Sólo falta el método para definir al candidato", aseguró el mismísimo Vicente Fox. Y el presidente de su partido, Luis Felipe Bravo Mena, advierte que la consulta nacional es el tema más difícil en la mesa de negociaciones. "Nuestro temor a ese procedimiento son las complicaciones técnicas y de montaje".

El jefe del gobierno capitalino también ha declarado públicamente su esperanza de que la alianza se concrete con la inclusión del PAN. "Estamos (Ƒquiénes?) llegando a acuerdos respecto a la plataforma de gobierno y al procedimiento para elegir al candidato". Los comentarios de Cárdenas y los de la virtual lideresa del perredismo, Amalia García ("no se trata sólo de derrotar al PRI... lo principal es poner las bases para el equilibrio de poderes y el cambio que exige la sociedad"), fortalecen las opiniones sobre la profunda crisis del PRD y la debilidad que muestra en las encuestas su precandidato a la Presidencia. Más que una derrota vale una alianza para la transición democrática, y el priísmo no está dispuesto a conceder que se dicte en la sede del sol azteca. (A propósito: Ƒla Comisión de Garantías caerá en las trampas de Félix Salgado y sus cómplices en el Comité del Servicio Electoral y le darán la secretaría general para callarle la boca?)

Tal vez de esos contactos bilaterales intensivos surja la plataforma de gobierno que la alianza opositora debe registrar ante el Instituto Federal Electoral. No hay duda de que con muy buenos propósitos electoreros es posible redactar un programa de gobierno tan general que sea aceptado por los partidos integrantes de la coalición. De ahí que los negociadores y protagonistas de la gran alianza opositora rebosen optimismo y anuncien que sólo falta definir los mecanismos para la consulta nacional que elegirá al candidato a presidente. Más aún, se afirma que ya habría acuerdos para que la consulta fuera una votación selectiva de una muestra de electores sacados del listado de ciudadanos del IFE, que se instalarían 6 mil centros de recepción donde podrían votar hasta 10 millones de personas. Se dice mucho, sobre todo ahora que el clima político se calentó con la mera posibilidad de que habría acuerdos entre panistas y perredistas.

Tan es así que hasta en el ambiente empresarial y entre los analistas económicos hay euforia por la alianza PAN-PRD. El escenario optimista es el más difundido, y hasta se afirma que de conformarse la coalición opositora en los mercados financieros locales habría una reacción eufórica de los inversionistas, que advertirían un mejor futuro con una transición democrática por la vía institucional. Por supuesto, el presidente de la consultora Bursamétrica, Ernesto O'Farril, que imaginó ese panorama, no menciona que el elemento decisivo para esa previsible bonanza económica sería precisamente el candidato de la alianza opositora, Vicente Fox, por supuesto.

En realidad sobran todas esas conjeturas de los analistas y los escenarios que se construyen, con o sin alianza opositora para el 2000. Aunque Cárdenas, Fox, Amalia y Bravo Mena, Fernández de Cevallos y hasta Muñoz Ledo, Camacho Solís o Dante Delgado (la lista es larga) pretendan convencer a la sociedad de sus afanes por la transición democrática, lo cierto es que esas pláticas sólo son intentos de salvar las apariencias y ocultar lo que es bien conocido por todos: la alianza política va, ya está dada entre PRI y PAN... El mensaje de Cárdenas aclara muy bien el panorama: el enemigo a vencer es el régimen político que sostienen priístas y panistas. Fox no lo niega cuando rechaza las declaraciones de su adversario perredista. Precisa: "Las negociaciones rumbo a una alianza opositora para el 2000 no consideran el establecimiento de un gobierno de coalición. De triunfar, el candidato de la gran alianza (no tiene dudas al respecto) debe contar con amplia libertad para definir su gabinete, las medidas políticas y las acciones de gobierno..."

Los tiempos electorales ya están dados. Vicente Fox entregó su cuarto informe el pasado fin de semana y se despidió de sus paisanos cargando al erario estatal una millonaria suma (Ƒ5, 10 millones de pesos?) invertida en la publicidad de una historia de éxito en aquella tierra de oportunidades que es Guanajuato. Experto en marketing, Fox aprovechó el acto para llevar agua a su molino... en política todo lo que se paga con dinero es barato, mucho más si es ajeno. Ahora el panista oficializó su campaña y el 12 de septiembre será el abanderado oficial de Acción Nacional. Cárdenas, que también tiene una campaña publicitaria ųmucho más modesta que la de su adversarioų sobre los buenos resultados de la administración perredista en el gobierno del Distrito Federal, dejará sus oficinas en el Zócalo allá por el 17 de septiembre. Ante la eventualidad de que se conforme la alianza opositora, los precandidatos harían campaña dos meses y la última semana de noviembre se definiría al candidato. La coalición tendría que registrarse ante el Consejo General del IFE, con su aspirante a presidente y su plataforma electoral, a más tardar el 10 de diciembre. La autoridad electoral tiene hasta el 31 de diciembre para aceptar el registro. Y, como establece el Cofipe, del primero al 15 de enero del 2000 sería el registro oficial del candidato que echaría al PRI de Los Pinos.

ƑQuién sería el gran perdedor con una alianza electoral? El PRI, probablemente... pero también el PRD, que desaparecería del mapa político si el protagonista es Fox. Si triunfa el candidato del oficialismo, Ƒquién perdería con la coalición opositora? El PRD no, ya estaría echo polvo. Ganarían el PAN y los amigos de Fox, siempre bien dispuestos ųcomo ha sido en la última décadaų a una alianza con el gobierno del nuevo PRI. Todo sea por el interés nacional que tanto pregonan priístas y panistas cuando unen sus fuerzas.

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