Ť Debe cambiar el gobierno sin variar el rumbo económico, opina John Reed


Citigroup augura éxito a la alianza si se presenta como opción de centro

Ť Reactivar la economía interna y reducir tasas de interés, tareas de quien gane en el 2000, apunta

César Martínez Aznárez Ť La alianza opositora entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el de Acción Nacional (PAN) tendrá la ventaja ante los ojos del mundo financiero internacional en los comicios presidenciales del próximo año, si ''demuestra que puede cambiar de gobierno sin cambiar el rumbo'' económico, y se presenta como una opción de centro, dijo ayer John Reed, presidente y director general de Citigroup, uno de los dos mayores conglomerados financieros de Estados Unidos.

Sin embargo, Reed ųque se reunió con el presidente Ernesto Zedillo, el secretario de Hacienda José Angel Gurría, y con el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, durante una breve visita de dos días a Méxicoų opinó en un desayuno privado con un número reducido de periodistas de medios escritos, que el partido ganador deberá reactivar la economía interna porque no puede depender sólo de sus exportaciones, y reducir las tasas de interés, las que calificó de muy elevadas.

El banquero, quien en febrero de 1990 encabezó al grupo de acreedores que renegoció la deuda externa del país con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, reconoció que hay posturas en los mercados externos las cuales sostienen que sólo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sabe cómo gobernar a México.

A la comunidad internacional no le interesa qué partido triunfe

Por el contrario, según Reed, en realidad a la comunidad internacional no le interesa qué partido gane las elecciones presidenciales y asuma el poder en diciembre del 2000, sino que lo que le importa, aunque sea un grupo opositor, es que mantenga las políticas, en especial en lo económico y social. Para ser aceptado por los inversionistas ''basta que el candidato se presente como (una opción de) centro'', comentó el director de Citigroup.

De todos modos, advirtió a los posibles candidatos a la Presidencia que las declaraciones públicas de éstos son escuchadas inmediatamente por los mercados financieros internacionales, y que el tenor de tales manifestaciones puede provocar repercusiones negativas en los mismos.

Empero, dio signos de tranquilidad en ese sentido al decir que, según entendía, todos los aspirantes a postularse por la Presidencia de México continuarían con la disciplina económica y ninguno de ellos se propone terminar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), ni tampoco abandonar el pago de la deuda externa.

En su opinión, el próximo gobierno va a aplicar una política de gasto mayor que el actual, y deberá asumir la responsabilidad de mejorar el nivel de vida de los mexicanos, pero es imprescindible para su éxito que no empiece su gestión con los mismos problemas que hoy padece el sistema bancario.

Aunque admitió que las prácticas de los bancos fueron ''no óptimas'' durante la pasada crisis financiera, aseguró que el informe de las auditorías de Michael Mackey sobre el Fobaproa, reportadas al Congreso en julio pasado, no atrajo la atención en el exterior hacia México.

Reed opinó que las autoridades financieras actuaron ''bastante bien'' ante la crisis pasada, con una intervención muy activa y sobre bases importantes, pero agregó que deben continuar en el proceso de mejora del sistema bancario para no trasladar el problema al próximo gobierno.

Son vaticinios especulativos, señala José Angel Gurría

Rosa Elvira Vargas Ť El secretario de Hacienda, José Angel Gurría, apeló de nuevo a la ''sabiduría'' de los mercados y a las lecciones aprendidas por la sociedad mexicana en las crisis económicas de las últimas tres décadas, para reiterar: ''No tendremos crisis de cambio de administración''.

Para él, vaticinar que si se logra una alianza opositora hacia el 2000 repuntará la economía nacional, resulta ''muy especulativo'', pues hoy el sector financiero se fija en las cuestiones fundamentales de la economía y las aparta de la ''pista'' de lo político.

Admitió que, todavía hace algunos años, si algún ''político destacado'' hacía declaraciones en determinado sentido, ello ocasionaba que la bolsa subiera o bajara, y lo mismo ocurría con el tipo de cambio. Hoy, señaló, los mercados tienen su propia sabiduría y separan la coyuntura política, lo cual es una muestra de madurez.

Indicó que cuando hay campañas político-electorales se entiende que habrá pronunciamientos de toda naturaleza por parte de los distintos partidos, pero los mercados, insistió, ya no se afectan por eso, como sucedía en el pasado.

Entrevistado en la residencia oficial de Los Pinos, luego de acudir a la toma de posesión de la nueva directiva de la Liga de Economistas Revolucionarios (LER), el secretario de Hacienda dijo también que la sociedad mexicana ha incorporado las lecciones, no sólo del reciente 1994-1995, sino todas las crisis anteriores, y que es a partir de tales experiencias que se aplican las actuales políticas económicas. Se han tomado decisiones importantes para prevenir la recurrencia de esos trances, ''y por eso podemos decir con confianza hoy, que no habrá crisis de fin de sexenio'', apuntó.

Gurría declaró que además de resolver los problemas que habían concurrido a las crisis del pasado, en este gobierno también se ubicaron los que hoy hacen vulnerable a la economía, entre los que está la necesidad de seguir fortaleciendo al sector financiero, y ''ya lo estamos haciendo con la creación del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), el cambio de leyes, en fin. La razón por la cual somos optimistas, se basa en criterios de carácter estrictamente objetivo, en si hemos ya abordado las razones por las cuales tuvimos crisis en el pasado. Podemos decir que no tendremos crisis de cambio de administración''.