En general, en el
municipio de Coronango -ubicado a unos minutos de la
capital del estado de Puebla- se vive una crisis de
ingobernabilidad, ya que los miembros del ayuntamiento
-de extracción perredista- se encuentran divididos. Por
un lado intenta gobernar el alcalde Rogelio Teutle
Gutiérrez, y por otro, los regidores y funcionarios de
primer nivel.
El secretario general del ayuntamiento, Efraín Titla
Aguirre, y el subdirector de Obras Públicas, Fidel
Romero Palacios, aseguraron que la inconformidad contra
el edil por no poder solucionar los conflictos políticos
de la cabecera municipal y de San Miguel Zoquiapan, y su
negativa de dotar de obra pública a la comunidad de
Ocotlán está generando un movimiento ciudadano que en
breve buscaría destituirlo.
La situación en el municipio es tensa desde el año
pasado, cuando casi al finalizar su gobierno fue
asesinado el anterior alcalde priista Fabián Cordero,
quien enfrentó constantes protestas contra su
administración, a tal grado que durante 13 meses
despachó desde un domicilio particular porque la gente
no lo dejaba entrar al palacio municipal.
Pueblo con dos presidentes
Luego de que en los últimos seis meses la presidencia
auxiliar de San Martín Zoquiapan había permanecido
cerrada, ayer a las 11 horas, unas 200 o 300 personas,
encabezadas por Herminio Pajarito Tlamani, tomaron el
edificio al abrir las puertas con la ayuda de un
cerrajero. El argumento esgrimido por ese grupo es que el
priista que los lidereaba es el verdadero alcalde
auxiliar, "según consta en actas del ayuntamiento
de Coronango".
Una hora más tarde, el grupo contrario, formado por
mujeres en su mayoría, y que asegura que el verdadero
alcalde es Guillermo Xomitl Xomitl, rompió los vidrios
de las ventanas para entrar a la fuerza al edificio
sacando por la fuerza a Herminio Pajarito, quien fue
arrastrado varios metros fuera del recinto. Además
arrojaron, según unos testigos, chile molido, y otros
decían que era gas lacrimógeno para desalojar a los que
estaban dentro del palacio.
Por varios minutos se desató un gresca de golpes y
empujones que dio por saldo seis lesionados por
contusiones y descalabros.
Cerca de las tres de la tarde, pese a la presencia de dos
visitadores de la Secretaría de Gobernación y un grupo
fuertemente armado de la Policía Estatal, se volvió a
desatar una gresca entre ambos grupos que duró unos
cinco minutos.
Finalmente, agentes de la Policía Judicial intervinieron
para clausurar los accesos al edificio en disputa,
mientras que personal de Gobernación separaba a los
rijosos. Poco después de las 16 horas se calmaron la
animos y la gente se dispersó. La presidencia quedó
bajo resguardo del cuerpo de granaderos.
Al lugar llegó el subdirector de Gobierno, Jesús
Lechuga, quien consideró que una alternativa de
solución al conflicto es que se vuelva a convocar a
nuevas elecciones para determinar quién debe ser el
edil.
El conflicto se desató en marzo pasado, cuando en el
plebiscito para elegir al presidente auxiliar ganó
Guillermo Xomitl, de extracción priista. Sus
contrincantes presentaron supuestas pruebas de que en las
votaciones se llevó a sufragar a niños y personas
ajenas a la comunidad, por lo que el ayuntamiento anuló
los resultados.
Los seguidores de Xomitl no aceptaron contender por
segunda vez. Al repetirse los comicios triunfó Herminio
Pajarito, también de militancia priista, quien fue
reconocido por el ayuntamiento, pero no por la Dirección
de Gobierno estatal, según informaron funcionarios
municipales.
Tanto Xomitl como Pajarito han definido su posición: no
aceptarán que les quiten sus triunfos, que claman como
legales. Sólo el grupo del segundo comentó que, si hay
garantías, estarían dispuestos a irse a una tercera
votación. Mientras eso ocurre, San Martín Zoquiapan, un
pueblo de 5 mil habitantes, vive una crisis de
ingobernabilidad. No hay autoridades, no funciona la
presidencia, la gente está dividida y las amenazas de
muerte entre pobladores son la constante de todos los
días.
La culpa es del alcalde
Según el síndico municipal, Feliciano Chepuli
Xochimitl, el conflicto de Zoquiapan terminó
violentamente por culpa del alcalde, quien a pesar de que
llegó a la presidencia municipal por medio del PRD, se
alió con el grupo priista conocido como "los
capulinitas", formado por los hermanos Amaxtla.
Por ese motivo, el presidente preparó al grupo de
Herminio Pajarito para que tomara por la fuerza el
palacio auxiliar. La orden la dio el lunes al mediodía.
El secretario general del ayuntamiento dijo que lo grave
de la intervención de "los capulinitas"es que,
desde hace nueve años, todos los gobiernos, tanto de
extracción priista como ahora del PRD, han sufrido la
toma de la alcaldía y el chantaje de "ese grupo de
caciques".
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