n Priva la ingobernabilidad en Coronango, asegura el ayuntamiento

  Hubo dos nuevos enfrentamientos entre pobladores por la alcaldía de Zoquiapan

Fermín Alejandro Garcían

La comunidad de San Martín Zoquiapan, del municipio de Coronango, se ha vuelto tierra de nadie. Desde hace seis meses no hay gobierno. Esa situación llevó a que ayer los dos grupos de priistas que se ostentan como la legítima autoridad se enfrentaran en un par de ocasiones a golpes en la disputa por la presidencia auxiliar, la cual quedó bajo resguardo policiaco por órdenes de la Secretaría de Gobernación para evitar nuevos enfrentamientos.

En general, en el municipio de Coronango -ubicado a unos minutos de la capital del estado de Puebla- se vive una crisis de ingobernabilidad, ya que los miembros del ayuntamiento -de extracción perredista- se encuentran divididos. Por un lado intenta gobernar el alcalde Rogelio Teutle Gutiérrez, y por otro, los regidores y funcionarios de primer nivel.
El secretario general del ayuntamiento, Efraín Titla Aguirre, y el subdirector de Obras Públicas, Fidel Romero Palacios, aseguraron que la inconformidad contra el edil por no poder solucionar los conflictos políticos de la cabecera municipal y de San Miguel Zoquiapan, y su negativa de dotar de obra pública a la comunidad de Ocotlán está generando un movimiento ciudadano que en breve buscaría destituirlo.
La situación en el municipio es tensa desde el año pasado, cuando casi al finalizar su gobierno fue asesinado el anterior alcalde priista Fabián Cordero, quien enfrentó constantes protestas contra su administración, a tal grado que durante 13 meses despachó desde un domicilio particular porque la gente no lo dejaba entrar al palacio municipal.

Pueblo con dos presidentes

Luego de que en los últimos seis meses la presidencia auxiliar de San Martín Zoquiapan había permanecido cerrada, ayer a las 11 horas, unas 200 o 300 personas, encabezadas por Herminio Pajarito Tlamani, tomaron el edificio al abrir las puertas con la ayuda de un cerrajero. El argumento esgrimido por ese grupo es que el priista que los lidereaba es el verdadero alcalde auxiliar, "según consta en actas del ayuntamiento de Coronango".
Una hora más tarde, el grupo contrario, formado por mujeres en su mayoría, y que asegura que el verdadero alcalde es Guillermo Xomitl Xomitl, rompió los vidrios de las ventanas para entrar a la fuerza al edificio sacando por la fuerza a Herminio Pajarito, quien fue arrastrado varios metros fuera del recinto. Además arrojaron, según unos testigos, chile molido, y otros decían que era gas lacrimógeno para desalojar a los que estaban dentro del palacio.
Por varios minutos se desató un gresca de golpes y empujones que dio por saldo seis lesionados por contusiones y descalabros.
Cerca de las tres de la tarde, pese a la presencia de dos visitadores de la Secretaría de Gobernación y un grupo fuertemente armado de la Policía Estatal, se volvió a desatar una gresca entre ambos grupos que duró unos cinco minutos.
Finalmente, agentes de la Policía Judicial intervinieron para clausurar los accesos al edificio en disputa, mientras que personal de Gobernación separaba a los rijosos. Poco después de las 16 horas se calmaron la animos y la gente se dispersó. La presidencia quedó bajo resguardo del cuerpo de granaderos.
Al lugar llegó el subdirector de Gobierno, Jesús Lechuga, quien consideró que una alternativa de solución al conflicto es que se vuelva a convocar a nuevas elecciones para determinar quién debe ser el edil.
El conflicto se desató en marzo pasado, cuando en el plebiscito para elegir al presidente auxiliar ganó Guillermo Xomitl, de extracción priista. Sus contrincantes presentaron supuestas pruebas de que en las votaciones se llevó a sufragar a niños y personas ajenas a la comunidad, por lo que el ayuntamiento anuló los resultados.
Los seguidores de Xomitl no aceptaron contender por segunda vez. Al repetirse los comicios triunfó Herminio Pajarito, también de militancia priista, quien fue reconocido por el ayuntamiento, pero no por la Dirección de Gobierno estatal, según informaron funcionarios municipales.
Tanto Xomitl como Pajarito han definido su posición: no aceptarán que les quiten sus triunfos, que claman como legales. Sólo el grupo del segundo comentó que, si hay garantías, estarían dispuestos a irse a una tercera votación. Mientras eso ocurre, San Martín Zoquiapan, un pueblo de 5 mil habitantes, vive una crisis de ingobernabilidad. No hay autoridades, no funciona la presidencia, la gente está dividida y las amenazas de muerte entre pobladores son la constante de todos los días.

La culpa es del alcalde

Según el síndico municipal, Feliciano Chepuli Xochimitl, el conflicto de Zoquiapan terminó violentamente por culpa del alcalde, quien a pesar de que llegó a la presidencia municipal por medio del PRD, se alió con el grupo priista conocido como "los capulinitas", formado por los hermanos Amaxtla.
Por ese motivo, el presidente preparó al grupo de Herminio Pajarito para que tomara por la fuerza el palacio auxiliar. La orden la dio el lunes al mediodía.
El secretario general del ayuntamiento dijo que lo grave de la intervención de "los capulinitas"es que, desde hace nueve años, todos los gobiernos, tanto de extracción priista como ahora del PRD, han sufrido la toma de la alcaldía y el chantaje de "ese grupo de caciques".

La Jornada de Oriente, Miercoles 4 de Agosto de 1999

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