La Jornada martes 3 de agosto de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Los primeros actos formales de campaña de los dos verdaderos precandidatos presidenciales del PRI se produjeron en circunstancias tan alarmantes que los dos responsables formales del proceso (Pepe Toño y don Fernando) debieron atravesarse a mitad del ring, uno para asegurar que la pelea que todos ven no es sino un videojuego, y el otro para garantizar que habrá bolsa de consolación para todos los participantes.

La aparatosa intervención de los organizadores y jueces del concurso tricolor se dio debido a que los dos precandidatos de a deveras mostraron sus armas con una gran crudeza: Roberto Madrazo, en Villahermosa, lanzándose contra el gobierno de Ernesto Zedillo y contra el fracaso de su candidato, Francisco Labastida Ochoa, y éste, en Guadalajara, confirmando la sensación de abatimiento, de intrascendencia, de desolación que le ha acompañado antes.

ƑQuién dijo que sí había podido?

Madrazo entre su gente lanzándose a fondo, en el calor del trópico, recordando que quien no ha podido una vez difícilmente podrá en una segunda.

Recordatorio con dedicatoria indudable para un gobierno federal, el zedillista, que prometió cosas que no ha cumplido. Y, como parte de ese gobierno, Labastida Ochoa, el secretario de Gobernación que entre otras cosas prometió soluciones para problemas como, por ejemplo, el de la inseguridad pública, que han quedado en simple palabrería.

Madrazo, que sigue avanzando en encuestas y estudios gracias a esa increíble capacidad de decir con la mejor de sus sonrisas las frases y conceptos menos congruentes con su propio desempeño político.

Madrazo, el precandidato presidencial que ha hecho su primer acto oficial de campaña propia en la capital del estado que él gobernó con demagogia, sin cumplir las promesas hechas, despilfarrando el dinero público para promocionarse, inyectando capitales de oscuro origen a las finanzas públicas y privadas, pervirtiendo --al estilo de su maestro y familiar político, Hank-- la función pública, haciendo --a imagen y semejanza de su maestro Salinas de Gortari-- negocio de la política y política del negocio.

Insípida e incolora

Y Pancho, el candidato del sistema, que no logra hacer que prenda su campaña. Así estuvo en Guadalajara, con una asistencia a algunos de sus actos menor de la prevista, con calles y avenidas adornadas con hileras de carteles a todo color que nada dicen a los ciudadanos, con reuniones teñidas por el estilo tradicional priísta, de los discursos rolleros, de las porras cajoneras, de los acarreos insulsos.

Labastida Ochoa, cuya campaña no levanta, y a quien ayer mismo criticó al gobernador del estado que visita, el panista Alberto Cárdenas Jiménez (Pancho no tuvo la suerte de Roberto, de dejar gobernador en su terruño. A Madrazo le permitieron dejar como velador a Víctor Manuel Barceló, mientras que Labastida perdió en Sinaloa frente a Juan S. Millán).

Dijo Cárdenas, el panista, que ni juntos los cuatro precandidatos priístas le ganarían al abanderado de la alianza opositora que, a su blanquiazul entender, es ya Vicente Fox. Como siempre, el gobernador jalisciense le entró al terreno de la polémica con sus declaraciones facilonas, a botepronto. Se igualó con los priístas que fanfarronean con su presunto triunfo, como el preclaro filósofo veracruzano Fidel Herrera, o el Aristóteles del proletariado, Leonardo Rodríguez Alcaine (por favor, agregue el lector los alias que recuerde, pues esta columna desea ahorrar espacio en este renglón curricular de La Güera).

Pero es que, de pronto, pareciese que se ha instalado a nivel nacional un concurso de frases de escándalo. Las cúpulas priístas emiten balandronadas a diestra y siniestra, pretendiendo conjurar con fanfarronerías el temor legítimo que a cualquier partido acostumbrado a los riesgos de la competencia le debería imponer la posibilidad de que sus dos más importantes adversarios decidiesen unirse.

No es pleito: así son de juguetones

José Antonio González Fernández, ayer, por ejemplo, negó lo que está a ojos vistos. No hay enfrentamiento ni riesgo de fractura entre los precandidatos priístas, dijo con más buena voluntad que análisis objetivo de la realidad.

Don Fernando Gutiérrez Barrios, el jefe máximo del proceso electoral priísta, recordó, por su parte, que el partido tricolor garantiza a los participantes en la contienda por el 2000 que habrá una especie de premios de consolación.

Ya antes, se había advertido a los gozosos lectores de esta columna de la virtual instauración de la doctrina Carvajal como mecanismo de repartición de cargos y candidaturas para acallar o compensar participaciones políticas derrotadas en procesos internos del PRI.

La doctrina, practicada fielmente en décadas anteriores, pero ahora recopilada y actualizada por el veracruzano Gustavo Carvajal, propone que a todo participante en elecciones internas del PRI debe atajársele el camino de las disidencias, las malas habladurías o las renuncias, con la asignación de un presupuesto gubernamental atractivo.

Y mientras los priístas se esfuerzan por aparentar que no se están desgarrando, mientras la candidatura incómoda de Madrazo sigue ganando terreno, y la de Labastida continúa en el limbo, en el flanco opositor continúa la esperanza de que se pueda llegar a la promisoria candidatura presidencial única.

Vicente Fox sigue con sus poses de iluminado, comparando su búsqueda de la candidatura del 2000 con la mismísima Revolución Mexicana o con la revuelta cristera, mientras Cuauhtémoc Cárdenas sigue moviéndose con sigilo parapetándose en la circunstancia de que hará lo que diga su partido.

Por lo pronto, habrá que estar atentos a esos dos rasgos que tanto preocupan en las alturas del sistema: el arranque belicoso de Madrazo, y el letargo del flanco labastidista.

Y mientras tanto, la alianza opositora se mueve...

Astillas: En medio de las malas noticias que suelen dominar el escenario mexicano, resulta satisfactorio ver que un joven de 20 años, Rafael Márquez, defensa central del Atlas y de la selección nacional, ha sido contratado por el As de Mónaco, que juega en la liga francesa de balompié. La transferencia del jalisciense tuvo un costo que, según cálculos extraoficiales, habría llegado a más de 6 millones de dólares, para asegurar que el mexicano juegue durante cinco años con el equipo europeo. Salvo el caso de Hugo Sánchez, ningún otro nacional ha triunfado fuera del país. El delantero Luis Hernández, conocido como El Matador, estuvo un tiempo breve en el futbol argentino, de donde regresó con más penas que gloria. Es de desearse que el joven y disciplinado Rafael Márquez tenga éxito en la nueva etapa de su carrera... El coordinador de los Amigos de Fox en El Bajío, Marcelo de los Santos, quien había sido candidato a gobernador de San Luis Potosí por el PAN y ahora aspira a ser candidato a presidente del municipio de la capital, o senador (aparte de que ha dejado correr la versión de que podría ser el secretario de Hacienda de un gabinete federal foxista), ha sido atrapado por los incidentes del caso de la Unión de Crédito Regional a la que se le revocó la concesión dejando en el aire los ahorros de miles de personas. De los Santos fue el comisario de esa institución y pese a los reclamos que hacen los socios ahorradores, Fox decidió en días pasados, asegurar que De los Santos no tiene culpa ni responsabilidad. De los Santos, por su parte, afirmó que en el fondo de los señalamientos en su contra está una maniobra del PRI para cerrarle el paso a sus aspiraciones electorales, de todo lo cual ha dado puntual cuenta La Jornada San Luis.

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