CARPETA

All creen que vivimos como reyes

q Sergio Cortés q

En México los vemos en navidad tomando cerveza, contratando grupos musicales y muy invitadores. Aquí, se ubican en calles específicas, en busca de una contratación eventual. Ellos son una parte del flujo migratorio que asumió a Nueva York como destino; prefieren trabajar en la construcción, donde obtienen 180 dólares por tres días de ocho horas; si trabajaran en supermerccados, recibirían 200 dólares por 72 horas. Comparan ingresos y concluyen: "El trabajo en las tiendas y súper es muy matado, no hay descanso y la paga es muy baja". Por eso, prefieren estar parados en las aceras de las calles, en busca de un contratista que los levante, aunque sea de vez en cuando.
Con la salida del invierno empieza la temporada de mantenimiento de edificios; en estos momentos es mucha la demanda de obreros de la construcción. La calle de Richmond, en Staten Island, tiene como 200 mexicanos en busca de contratación, menos de la mitad son contratados. A lo sumo, trabajan tres días a la semana en promedio y la paga se ha abaratado. Los mixtecos oaxaqueños se emplean hasta por 30 dólares diarios, los no mixtecos no aceptan menos de 60 dólares. Los segundos denostan a los primeros, los responsabilizan de la falta de empleo y del bajo salario. Antes de 1990 no llegaban a 30 los mexicanos que en esa calle pedían trabajo; ahora son siete veces más. Las calles de otros condados, donde otros mexicanos ofrecen sus servicios, presentan una situación parecida. En invierno también siguen ahí; otros le huyen al frío y se van a los supermercados a cubrir las vacantes de los que fueron a México, a visitar a la familia.
La renta de un departamento es de 600 dólares al mes o más. Para solventar el gasto viven hasta cinco por dormitorio. El jueves 29 de julio muchos mexicanos estaban angustiados, no tenían para pagar la renta el sábado 31 de julio. "A veces no tenemos ni para comer", dicen. "Pero que no lo sepan en nuestras casas, ellos creen que vivimos como reyes". Son mexicanos llegados a Nueva York durante la década de los 90, se emplean para barrer, demoler concreto, acarrear escombros y pintar. De los trabajos donde emplean mexicanos, el de la construcción es el preferido; los poblanos, refrendan, trabajan en los súper siete días de 12 horas cada uno. Esos sí que chambean, acotan.

La Jornada de Oriente, Martes 3 de Agosto de 1999

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