A partir de ayer, los cuatro fantásticos son precandidatos oficiales del PRI.
En la ceremonia de toma de protesta la sorpresa, si así se puede calificar, la dio el ex presidente del partido y ex líder de la Cámara de Diputados, Humberto Roque Villanueva, quien con un discurso improvisado fue el único que provocó un aplauso que le obligó a interrumpir su perorata.
En cambio, el que sigue con problemas para convencer al auditorio es el ex secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa. Por principio de cuentas, no logra quitarse la etiqueta que tanto lo ha afectado de ``candidato oficial'', pese a que ayer marcó distancias y aseguró que tiene sus propias concepciones acerca de lo que debe hacerse para impulsar un desarrollo más equilibrado del país.
Los otros dos aspirantes, Manuel Bartlett Díaz y Roberto Madrazo, se mantuvieron en los niveles conocidos, que los han ubicado --sobre todo al tabasqueño -- como los rivales de mayor peligro para Labastida Ochoa.
De alguna manera se puede decir que esta ceremonia de confirmación de los precandidatos oficiales del tricolor se ajustó a la tan comentada durante el fin de semana encuesta de Indermec-Louis Harris según la cual, como partido, el PRI está por delante en la preferencia de los electores, a muy corta distancia del PAN, partido que tiene en Vicente Fox el aspirante presidencial con mayores simpatías en lo personal.
Tal vez por ello, con base en la mencionada encuesta, y en otras menos difundidas pero con resultados parecidos, el presidente del PRI, José Antonio González Fernández, reafirmó la confianza de dirigentes, militantes y simpatizantes de su partido de lograr la victoria de nueva cuenta en las elecciones presidenciales del año venidero. El dirigente aseguró que cualquiera de los cuatro precandidatos puede derrotar a la oposición incluso si se llegara a la eventual coalición que, según muchos ``buenos deseos'', parecer ir adelante, aunque aún hay muchos elementos por consolidar.
La cosecha
Donde se mantiene firme la alianza opositora es en el estado de México. Los candidatos derrotados José Luis Durán Reveles, del PAN, e Higinio Martínez, del PRD, y sus seguidores, siguen decididos a no permitir que tome posesión el ganador priísta Arturo Montiel. La situación se dificulta por vaguedades en la Constitución local. Un artículo dice que el mandatario elegido entra en funciones, sin más trámites, el 16 de septiembre, y otro estipula que deben rendir protesta ante el Congreso estatal. Por eso los diputados de oposición, que suman mayoría, pretenden no presentarse a la ceremoniaÉEn tanto, los que padecen este enfrentamiento son los miembros del gobierno saliente, que encabeza César Camacho Quiroz. El pasado jueves el procurador de Justicia, Jorge Reyes Santana, fue el primer funcionario en comparecer ante los legisladores estatales en lo que resultó una difícil jornada. El propósito de los diputados opositores es ``encontrar'' los mecanismos por los que supuestamente el Ejecutivo estatal usó recursos oficiales en beneficio del candidato priísta. Por eso se estima que será aún más difícil la presentación, mañana martes, del secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Alejandro Nieto Enríquez, por la suposición de que la dependencia a su cargo fue uno de los principales conductos para ese ``desvío'' de recursos.