n Se apodera el escepticismo del proceso de paz, alerta el procurador


Nuevo ataque en Nariño deja 15 muertos; culpan a las FARC

n EU mantiene 300 efectivos en Colombia: Newsweek n Apoya mayoría una acción militar, según encuesta

Afp, Reuters, Dpa y Ap, Santafé de Bogotá, 1o. de agosto n Un nuevo ataque masivo contra la población campesina de Nariño, departamento de Antioquia, que quedó casi destruida y ocasionó la muerte de por lo menos 15 personas, así como 32 heridas y 16 desaparecidas, fue atribuido por fuentes oficiales a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mientras el procurador Jaime Bernal urgió hoy al gobierno a comenzar la negociación de paz con los movimientos insurgentes, al señalar que el escepticismo se está apoderando del proceso de paz.

Por otro lado, en Washington, el semanario Newsweek publicó que Estados Unidos mantiene 300 efectivos en Colombia, de los cuales 200 son soldados y el resto agentes de la DEA y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), con la finalidad de reforzar la lucha contra las drogas, guerra que se vuelve contra la insurgencia, involucrada en el tráfico de estupefacientes.

Así lo demostró el accidente de la semana pasada de un avión militar estadunidense en territorio colombiano que, de acuerdo con fuentes militares próximas a la misión, citadas por el semanario, tenía la tarea de vigilar a la guerrilla.

Otro incidente relacionado también con un avión, es el venezolano de la línea aérea Avior, que desapareció el viernes pasado con 14 ocupantes en la frontera entre ambos países, del cual se deslindó el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

"Nada tenemos que ver con la desaparición del avión comercial venezolano", afirmó el segundo al mando de ese movimiento armado, Antonio García, en un comunicado leído a la emisora Radionet, en el cual expresó la disposición del ELN para dar a conocer al gobierno de Caracas cualquier información en torno al caso, al tiempo que recordó la intención de su grupo de no cometer acciones contra Venezuela.

La declaración se produjo después de que el comandante de la fuerza militar de Venezuela, general Rigoberto Martínez, dijera a Radionet que ese movimiento reivindicó el secuestro de la aeronave.

Pero Martínez indicó que ese hecho habría sido perpetrado por cuatro rebeldes -dos hombre y dos mujeres- que abordaron la aeronave en Barinas con cédulas de identidad falsas, y que uno de ellos tenía un parecido con la persona que comandó el secuestro del avión de la empresa colombiana Avianca, el 12 de abril anterior.

Sin embargo, el jefe del Departamento Administrativo de Seguridad, (DAS, la policía secreta), general Germán Jaramillo, dijo que no existen indicios de que el avión venezolano haya ingresado al país o de que haya sido secuestrado por la guerrilla.

En Caracas, el ministro venezolano de Defensa, Raúl Salazar, consideró muy probable que la aeronave haya sido secuestrada, y estimó que la acción podría estar vinculada con los traficantes de droga.

Mientras tanto, diversos sectores de la población han expresado su preocupación por lo que denominaron "radicalismo" del gobierno y de las FARC para comenzar un proceso de conversaciones que lleven a la paz, debido a las discrepancias sobre el funcionamiento de un comité de verificación.

Así, el procurador Bernal instó al gobierno a empezar los diálogos de paz con las FARC, que ha arrancado una campaña de ataques dinamiteros y que se opone a que un comité internacional verifique sus actividades en la zona desmilitarizada del país. "No se puede trabar un proceso de paz porque no se integra un comité y sin que se hayan firmado los acuerdos, cuyo cumplimiento debe verificar ese órgano", dijo.

Añadió que el escepticismo se está apoderando de los colombianos, además de que, recalcó, hay que dar respuesta rápida a más de 500 civiles y militares que están secuestrados por la insurgencia, lo que está recrudeciendo el conflicto.

El llamado del procurador surge luego de dos explosiones dinamiteras, la semana pasada, atribuidas a la guerrilla, y de un asalto, iniciado en las últimas horas del viernes, a la población campesina de Nariño, departamento de Antioquia, en el que murieron al menos siete civiles -entre ellos cuatro menores- y ocho policías.

El comandante del ejército, general Víctor Alvarez, responsabilizó a las FARC del ataque con explosivos y fuego de fusilería contra la población, que quedó semidestruida, además de que 32 policías resultaron heridos y 16 más están desaparecidos.

Radioemisoras de Antioquia, basadas en reportes oficiales, indicaron que los efectivos fueron secuestrados por el comando de la guerrilla, integrado por unos 300 miembros.

"La población sufrió bastante", dijo el portavoz de la policía de Antioquia, general Jorge Linares, al precisar que además 15 civiles están lesionados y unas 40 edificaciones fueron destruidas tras la batalla que se prolongó hasta esta madrugada. Los rebeldes habrían cortado las comunicaciones del poblado.

Las FARC también incursionaron este domingo en la localidad de Arboledas, en Norte de Santander, donde dieron muerte a un policía y ocasionaron daños a varias viviendas, además de que dinamitaron un peaje en la población de Rosas.

A su vez, un presunto comando paramilitar que ingresó a una hacienda próxima a la población de Tuluá, en Arauca, asesinó a dos labriegos, mientras que otros cinco lugareños fueron secuestrados.

La mayoría de los colombianos, 62 por ciento, en relación a 29 por ciento de febrero último, se expresó con pesimismo frente al proceso de paz con la guerrillas y apoyó una eventual acción militar, así como una intervención de Estados Unidos para poner fin al conflicto armado, de acuerdo con una encuesta difundida hoy.

La misma encuesta, publicada por el rotativo El Tiempo, reveló que el presidente Andrés Pastrana es el menos popular en Colombia después de los líderes de los ilegales grupos armados, Manuel Marulanda, de las FARC; Nicolás Rodríguez, del ELN, y Carlos Castaño, de las paramilitares Unidas de Colombia, que mantienen una imagen desfavorable para 90 por ciento de los entrevistados, frente a 66 por ciento del mandatario, a sólo unos cuantos días de cumplir un año en su gestión al frente del gobierno.

De los encuestados, 88 por ciento considera que el país va por mal camino, y 70 estima que Pastrana carece de estrategia clara de paz con las guerrillas, en tanto que 45 quiere que la ayuda de Estados Unidos se traduzca en una intervención militar.

El papa Juan Pablo II se manifestó preocupado por el empantanamiento de las gestiones para poner fin a la guerra civil en Colombia, e indicó que la negociación es la única vía posible para la reconciliación entre los colombianos.

Un estudio del Departamento Nacional de Planeación, dado a conocer por el diario El Colombiano, destacó que el gobierno de Colombia destinará en gastos de defensa y seguridad 2.5 por ciento del presupuesto para el año 2000, estimado en unos 25 mil millones de dólares. Esta cifra supera el promedio destinado a las mismas funciones en América Latina, que se ubica en 1.7 por ciento.