n Al borde de la quiebra, 22 de 60 ingenios del país, señala estudio del PRD
Creció 24 veces la cartera vencida de Financiera Nacional Azucarera
n En marzo de este año ascendió a 2 mil 464 millones de pesos; aumentó 2 mil 338.7% respecto al mismo mes de 1998: CNBV
Roberto González Amador n En apenas 12 meses, que coincide con el inicio del rescate a trasmano realizado por el gobierno en beneficio de un puñado de empresarios azucareros, la cartera vencida del banco público encargado de financiar a ese sector se multiplicó por 24 veces hasta alcanzar un monto sin precedente de 2 mil 464 millones de pesos, de acuerdo con información oficial.
Un reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) sobre la situación financiera de la banca de desarrollo, integrada por seis instituciones que languidecen prácticamente en la quiebra, revela que la Financiera Nacional Azucarera (Fina) dejó atrás la época en que se convirtió en el soporte financiero de la producción de azúcar en el país.
Hace una semana, La Jornada dio a conocer que de una manera discreta, sin informar a la población sobre el tema, el gobierno emprendió el rescate financiero de los industriales azucareros que compraron al Estado ingenios durante las administraciones de los ex presidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, en operaciones por las que el fisco recibió 200 millones de dólares de la época.
Hasta ahora, el gobierno ha inyectado recursos por 3 mil 500 millones de pesos --a través de un trato crediticio preferencial a los industriales-- para evitar la quiebra de este sector, pero el dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, el diputado federal Alvaro López, dijo que el gobierno planea asumir deudas de los ingenios privados por 18 mil millones de pesos, unos mil 900 millones de dólares. La deuda total del sector, que está siendo restructurada con el apoyo oficial, es de 2 mil 500 millones de dólares. Ninguna instancia pública ha desmentido la información.
Reportes de la CNBV indican que la cartera vencida de Fina, el banco público encargado de apoyar financieramente al sector azucarero, se situó en marzo pasado --última información disponible-- en 2 mil 464 millones de pesos, cantidad que representó un incremento de 2 mil 338.7 por ciento en comparación con el nivel del mismo mes de 1998, cuando fue de 101 millones 37 mil pesos. El aumento en los niveles de morosidad en el último año coincide con el inicio del rescate gubernamental a los empresarios del sector, que llevaría los créditos no pagados a la deuda pública..
El reporte de la CNBV indica que Financiera Nacional Azucarera tuvo en el primer trimestre de este año pérdidas por 93.7 millones de pesos, una situación que contrasta con el mismo periodo de 1998, cuando la intermediaria obtuvo ganancias por 182.5 millones de pesos.
Al detalle, el informe de la CNBV revela que el banco de desarrollo creado para apoyar al sector azucarero está prácticamente en quiebra. En marzo de este año, su capital fue de 482 millones 612 mil pesos, una cantidad que equivale a sólo 4.24 por ciento de los pasivos que enfrenta y que, al mismo periodo, se situaron en 11 mil 357.2 millones de pesos.
El capital contable de Fina ha registrado una sensible disminución en los 12 meses que comprende el periodo, lapso en el cual el gobierno intensificó los apoyos a los empresarios azucareros que adquirieron los ingenios del Estado.
Así, el capital contable de Fina pasó de 922 millones 71 mil pesos en marzo de 1998 a los ya mencionados 482 millones 612 mil pesos, una disminución de 47.65 por ciento en ese periodo.
La CNBV indicó que a marzo de este año el total de los créditos otorgados por Fina a los empresarios azucareros era de 13 mil 321.6 millones de pesos. Por tanto, si la cartera vencida fue, a la misma fecha, de 2 mil 464 millones, ello significa que 18 de cada 100 pesos en crédito otorgado por esta intermediaria están vencidos.
La deuda de la industria azucarera, de 2 mil 500 millones de dólares (unos 25 mil millones de pesos) está repartida así: 13 mil 321 millones contratados con Fina y el resto con bancos comerciales.
, según se desprende del reporte de la CNBV.
n Vive el sector la peor crisis en tres décadas: senadores
Andrea Becerril n La reciente restructuración de la deuda de más de 2 mil 500 millones de dólares que los empresarios azucareros acumularon desde la reprivatiza- ción de ese sector, ''constituye un capítulo más de la larga cadena de apoyos gubernamentales'' a inversionistas que se beneficiaron con la compra de los ingenios en el sexenio salinista y que sólo colaboraron para hundir a esa industria en la peor crisis de los últimos 30 años, advierte un estudio elaborado por el Area de Economía de la Fracción del PRD en el Senado.
Algunos de los efectos de la política gubernamental de rescatar los ingenios, sanearlos y entregarlos de nuevo al sector privado, aunado a la competencia desleal en el TLC de productos extranjeros sustitutos del azúcar de caña, ha provocado que 60 de los 22 ingenios estén al borde de la quiebra y que más de 15 mil campesinos cortadores de caña hayan emigrado en abril a Estados Unidos.
Por ello, agrega el estudio, se dispone en la actualidad de sólo 78 mil cañeros, es decir, 7 mil menos que la pasada zafra, factor que junto con el retraso en las preliquidaciones de la materia prima a los productores, derivó en la falta de abasto oportuno de caña a muchos ingenios.
La crítica situación de la industria azucarera provocó además reajustes de personal y eliminación de prestaciones a los 45 mil trabajadores de los ingenios que quedan --los empresarios adeudaban hasta el año pasado 165 millones de pesos al Sindicato Azucarero por pagos contractuales-- mientras el precio del kilo de azúcar pasó de 1.60 pesos en 1994 a 6 pesos en 1999.
En el estudio, a cargo del equipo que encabeza Rosa Albina Garavito, se hace notar que en 1970 el gobierno hizo el primer rescate de 80 por ciento de los ingenios que tenían grandes deudas y baja rentabilidad, ya que el precio del azúcar se había mantenido congelado en las últimas dos décadas.
Ya estatizados, los ingenios mejoraron, pero otra vez por la vía del endeudamiento. Hubo derroche de recursos que fue fuente de corrupción, ya que los subsidios se distribuyeron generosamente y hubo que dar marcha atrás y reprivatizar los ingenios, lo cual se llevó a cabo entre 1986 y 1990.
A la par de la cuestionada privatización, el gobierno de Salinas inició un proceso de apertura comercial para el que los nuevos empresarios --muchos de ellos dueños a la par de empresas refresqueras-- no estaban preparados. Se permitió además en 1991 y 1992 la importación masiva de dulce, vía Conasupo, y vino luego la crisis de 1994 que agudizó los problemas financieros de la industria azucarera.
En el documento del Area de Economía y Secretaría Técnica del grupo perredista del Senado, se advierte que como resultado de ello, la deuda de los empresarios azucareros, desde la privatización, asciende a 2 mil 500 millones de dólares, en su mayor parte con Financiera Nacional Azucarera (Fina).
Desde el año pasado, agrega, se consideraba la posibilidad de que el gobierno federal se viera obligado a intervenir y a reasumir el control de 24 ingenios o bien a absorber la deuda, entonces de 15 mil millones de pesos, parte de la cual estaba en el Fobaproa y que, según los nuevos empresarios azucareros, no podían pagar.
Los dueños de los 60 ingenios presionaron al gobierno, advierten los legisladores, y lograron una renegociación ''realista'' --como lo exigían-- de su deuda con Fina y con una ampliación a 15 años del plazo original que era de diez.
El poderoso Grupo Escorpión, del empresario refresquero Enrique Molina, propietario de nueve ingenios, y que tiene la mayor deuda por 680 millones de dólares, fue el primero en restructurarla.
Además, se precisa en el estudio, el gobierno federal aplicó un subsidio financiero de 1.95 pesos por cada tonelada de azúcar que sea pignorada, para que con ello los dueños de los ingenios puedan cumplir sus compromisos con el Sindicato Azucarero, las organizaciones cañeras y con el pago de sus créditos vencidos con Financiera Nacional Azucarera.
Es, reiteran, un capítulo más de la larga cadena de apoyos gubernamentales a los empresarios que se beneficiaron con las reprivatizaciones de ingenios que se dieron fundamentalmente en el sexenio salinista y que han puesto en riesgo esa agroindustria de la que dependen directamente 400 mil familias de trabajadores, agricultores, jornaleros y transportistas de 15 estados de la república.