n Washington ha sido arrastrado demasiado lejos en el conflicto: NY Times
Rechazan en EU dar más ayuda militar antidrogas a Colombia
n Atentado dinamitero en Manizales; no hubo víctimas n Posible secuestro de un avión venezolano
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Nueva York, 31 de julio n Estados Unidos "ha sido arrastrado demasiado lejos dentro del conflicto" colombiano, por lo que debe abstenerse de dar mayor ayuda militar antidrogas ya que ésta será usada por el ejército para combatir a la insurgencia e intensificaría la guerra, comenta hoy The New York Times.
Al mismo tiempo, este día se produjo otro atentado dinamitero en la ciudad colombiana de Manizales, sin causar víctimas, mientras que un avión comercial venezolano con 14 personas a bordo desapareció y se creía que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) lo habría secuestrado.
El diario neoyorquino puntualiza que Washington debe distinguir claramente entre las dos luchas que sacuden Colombia, la del narcotráfico y la referente a la insurgencia, y que ciertamente se debe ayudar a la nación sudamericana en su lucha contra el narcotráfico, pero no debe involucrarse en la guerra contra la guerrilla.
"Ayudar a Colombia a reducir la producción de narcóticos es del interés de Estados Unidos", pero "involucrarse en una brutal guerra de guerrillas que ninguno de los dos bandos puede ganar, no lo es", asienta, y añade que el presidente Andrés Pastrana tiene buenas intenciones y merece el apoyo de Estados Unidos.
Coincide con Pastrana en que "sólo las negociaciones pueden poner fin a la guerra", y recuerda que el ejército colombiano "ha demostrado más interés en combatir a los rebeldes que en la lucha contra la cocaína, y en el pasado ha empleado mal los fondos antinarcóticos al desviarlos en la lucha contra los insurgentes".
Por lo anterior, señala en su editorial titulado El papel de Estados Unidos en Colombia, Washington debe ser muy cauteloso con la ayuda militar, sin aceptar el argumento de que una política antidrogas eficaz implica el combate a la guerrilla.
Sin dejar de alabar a Pastrana por sus "pasos valientes" de promover conversaciones de paz pese a la escalada militar de la guerrilla, insiste en que Estados Unidos se ha dejado arrastrar hacia el conflicto y que ampliar la ayuda a 600 millones de dólares, como recomienda el zar antidrogas Barry McCaffrey, sólo agrandaría la guerra.
Tras destacar el control de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre gran parte de la zona donde se cultiva la coca, agrega que muchos oficiales de rango alto y medio tienen estrechos vínculos con los grupos paramilitares de derecha, que también controlan las zonas de producción de drogas, por lo que "algunos paramilitares están ampliamente implicados en el tráfico de cocaína" y en graves masacres de campesinos.
The New York Times considera que el ejército "ha sido incapaz" y la ayuda militar "probablemente no pondrá fin al problema de las drogas", por lo cual se pronuncia en favor de la iniciativa de Pastrana de combinar la fumigación de los cultivos ilícitos con la instalación de redes eléctricas y construcción de caminos en las zonas de coca para dar alternativas a los campesinos.
Elogios de las FARC a Pastrana
Uno de los voceros de las FARC, Raúl Reyes, celebró en la zona de distensión colombiana la declaración del presidente Pastrana que rechaza que existan nexos entre ese grupo rebelde y las mafias del narcotráfico, e interpretó que el mandatario demuestra lo que es "hablar con realismo o explicar lo que realmente son las FARC".
El presidente negó la existencia de una narcoguerrilla, ya que de lo contrario dijo que él no dialogaría con narcotraficantes. Por eso, Reyes aseveró que tales declaraciones "corresponden a una realidad que el presidente conoce muy bien, por esa razón él vino a hablar con las FARC siendo mandatario electo y ya estando en funciones".
Otro de los negociadores de las FARC, Fabián Ramírez, dijo a medios locales que Estados Unidos insiste en llamar a la insurgencia "narcoguerrilla" porque de esa manera quiere ocultar su verdadero objetivo con miras a una intervención militar.
Ramírez aprovechó para insistir en la propuesta de que Bogotá amplíe la desmilitarización hacia un sexto municipio, que sería Cartagena del Chairá, en Caquetá, donde se encontraría la mayor concentración de coca, a fin de emprender allí un programa de erradicación de los cultivos de coca y amapola.
En contraposición, el gobierno propuso a las FARC comenzar las negociaciones de paz y después darse un lapso de tiempo para integrar la Comisión de Verificación, dijo el comisionado para la paz, Víctor Ricardo, en lo que podría ser un acercamiento ya que antes las FARC propusieron algo similar.
Por lo demás, el comandante Raúl Reyes dijo ignorar que exista responsabilidad de las FARC en el atentado en Medellín, que causó 10 muertos y 30 heridos al ser destruida la sede antisecuestros y afectar el local de la cuarta brigada del ejército.
El gobierno, el ejército y la policía culparon desde el primer momento del atentado a las milicias urbanas de las FARC, en tanto que una cadena radial dijo haber recibido una llamada telefónica en la que un presunto vocero dijo aceptar la autoría.
Autoridades civiles y militares efectuaron un consejo extraordinario de seguridad en Medellín, en donde se acordó estudiar nuevas medidas de seguridad para la capital de Antioquia, donde hubo un despliegue militar para reforzar la vigilancia.
Además, se acordó crear una comisión especial formada por militares, fiscales y policías para trabajar en la búsqueda de los culpables, y otorgar una recompensa de unos 27 mil dólares a quien proporcione informes que lleve a la captura de tales personas.
No obstante, a las 14 horas (19 GMT) de hoy se produjo en Manizales una nueva explosión, que afectó un edificio de arquitectos y causó sólo daños materiales.
En cambio, se reportó que en las últimas horas había por lo menos 30 heridos como saldo preliminar de dos ataques de las FARC en Nariño (Antioquia) y Becerril (César). El cuartelillo de Nariño resultó destruido, y tropas de la cuarta brigada y helicópteros artillados fueron desplazados hacia las zonas de combate.
Mientras, la Iglesia católica llamó a las FARC a detener el sufrimiento de los colombianos cesando sus accciones, y anunció que a partir de hoy entró en vigor el decreto de excomunión de los miembros del ELN que secuestraron desde el 30 de mayo a un centenar de personas en un templo de Cali.
A su vez, autoridades venezolanas y colombianas intensificaron acciones en la búsqueda para localizar un avión comercial de matrícula venezolana que desapareció desde el viernes por la mañana en la frontera con Colombia, con 14 personas a bordo.
El ministro de Defensa venezolano, general Raúl Salazar, dijo que si bien no se debía descartar un accidente, estaba cobrando fuerza la hipótesis de que puede tratarse de un secuestro.