Falleció ayer el actor Eduardo López Rojas
Arturo García Hernández n A los 62 años de edad, falleció ayer, a las 17 horas, el actor Eduardo López Rojas, víctima de una septicemia producida por la diabetes. Actor en más de 60 películas (Los Caifanes y La mujer de Benjamín, entre otras) y 80 obras teatrales, López Rojas ingresó de emergencia al hospital Santa Elena, la noche del miércoles, para ser intervenido en una pierna gangrenada a causa de las deficiencias circulatorias producidas por la diabetes. Sin embargo, cuando fue atendido el mal ya se había expandido por todo su organismo.
López Rojas nació en Nueva York, de padres mexicanos. Hizo estudios en la Escuela de Teatro de Bellas Artes y, a principios de los sesenta, se integró a la Compañía de Teatro Universitario que dirigía Héctor Azar. Fue entonces que participó en Los Caifanes, bajo la dirección de Juan Ibáñez, cinta hoy de culto en la que también intervinieron Oscar Chávez y Carlos Monsiváis. Uno de sus más recientes trabajos en cine fue en La mujer de Benjamín, opera prima de Carlos Carrera. Su papel en esta cinta le valió ganar el Coral en el Festival Internacional del Nuevo Cine Mexicano de La Habana, en 1991, y el premio al mejor actor en el Festival Cinematográfico de Uzbekistán (república rusa). Otras intervenciones actorales de López Rojas fueron en Longitud de guerra y El principio.
Definido por el actor Rafael Velasco -su amigo desde hace 32 años- como "un hombre de extraño humor, pero muy querido y amado por el gremio actoral", López Rojas también tuvo notables intervenciones en el cine estadunidense. Dirigido por Gregory Nava actuó en My family. Otras películas estadunidenses en que intervino fueron Romero y El otro lado, que trataba el tema de la discriminación sufrida por una pareja gay.
En el ámbito teatral trabajó, entre muchas otras, en el montaje de Los poetas de Dios y en Rebambaramba, obra de Miguel Angel Tenorio, con la que se celebraba el centenario natal de Silvestre Revueltas.
Eduardo López Rojas también se destacó como un tenaz defensor de su gremio. Formó parte del Sindicato de Actores Independientes (SAI), que se escindió de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), agrupación a la que posteriormente se reintegró, pero sin dejar de luchar por los derechos propios y de sus compañeros. En la ANDA actualmente formaba parte del grupo Participa, que también buscaba mejores condiciones de trabajo para los actores.
Ya hace dos años el actor se había sometido a ocho intervenciones quirúrgicas para evitar que le fueran amputadas las piernas, afectadas por la falta de circulación. Para ello contó con la solidaridad de muchos de sus colegas, quienes colaboraron económicamente para costear los gastos médicos.
Sus restos fueron velados en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas, pero al cierre de la edición sus familiares aún no determinaban en qué cementerio será el sepelio.