Ť Reconoce que se encuentra en el mejor momento de su carrera artística
Pese a críticas, Vargas se consolida como tenor
José Garza, especial para La Jornada /II y última, Madrid Ť Drama lírico en cuatro actos con libreto de Edouard Blau, Paul Millet y Georges Hartmann, la ópera Werther fue estrenada originalmente en alemán en la Opera de Viena, en febrero de 1892. Un año después, en enero de 1893, la Opera Comique la presentó en francés.
El personaje principal de la pieza, Werther, corresponde a un papel que la tradición ha reservado al tenor lírico. Sin embargo, el crítico musical Jesús Trujillo Sevilla dice que los mayores intérpretes del personaje no resultan ser tenores líricos propiamente dicho: "Tito Schipa o Alfredo Kraus poseen instrumentos ligeros, de similar aunque no idéntica calificación y materia. George Thill es un tenore di forza de maneras sensibles. Tenores líricos que han acometido el reto massenetiano ha habido muchos: de Edmond Clément a José Carreras, pasando por Carlo Bergonzi, pero también se cuentan a pares los tenores spinto que se han aproximado al complejo personaje, como Ernest van Dyck (quien precisamente estrenó el personaje en 1892), Plácido Domingo y Franco Corelli''.
Precisamente la producción presentada en el Teatro Real estaba pensada para Alfredo Kraus, considerado el gran y el mayor Werther de hoy en día. Una enfermedad obligó al tenor canario a suspender todas sus actuaciones. Vargas fue llamado a sustituirlo en medio de una breve, pero molesta ola de especulaciones. En algunos ámbitos se decía que lo mejor hubiera sido cancelar las funciones, pues se haría "un Werther sin Werther". Sin embargo el cantante mexicano, un tanto desconocido en España, "tiene nombre y talento propios", como dijo Juan Cambreleng, gerente del teatro.
Las críticas tienen sin cuidado a Vargas: "Me parecieron especulaciones retrógradas, como si la ópera dependiera de una sola persona y de un solo personaje".
ųƑPor qué aceptaste sustituir a Kraus?
ųPara aprovechar las circunstancias. A pesar de que me hace falta un poco de descanso acepté el compromiso. Primero, porque estaba libre. Cosa rarísima, porque mi calendario está completo. Y segundo, porque acabo de grabar esta ópera de Massenet, por lo que resulta muy importante aprovechar este montaje para presentar la grabación.
ųƑLo mexicano, en tu caso, está presente en tu trabajo?
ųDesde luego. Mi condición de mexicano no la puedo negar. México es un país triste por naturaleza. Y lo vemos en todas las muestras de arte que tenemos y en la música. Interpretar entonces a un personaje tan sufrido y tan doliente como Werther o Edgardo como que se adaptan a la personalidad de nosotros.
A la pregunta sobre si estas posibilidades interpretativas están desaprovechadas en México, Vargas respondió que no, que desde el siglo pasado la presencia extranjera en el país importó talentos operísticos. Luego, después de la Primera Guerra Mundial, los cantantes que viajaban entre Nueva York y Buenos Aires hacían escala en México. Se ha forjado cierta tradición operística, sometida sin embargo a las bonanzas y a las crisis económicas. La inconstancia es lo lastimoso, sobre todo porque en México el canto está muy arraigado. ''Todo el mundo canta en México''.
ųƑCuáles son tus ilusiones cuando interpretas y grabas canciones populares mexicanas?
ųMéxico tiene etapas muy importantes en la historia de su música. Cuando cantaban personajes como Pedro Vargas y Jorge Negrete, la canción romántica y bravía adquirió exigencias vocales interesantes. Pero México es así, un pueblo vocalista.
Vargas carga con esta herencia en la sangre, la misma que también parecen tener otras figuras mexicanas de la escena operística como los tenores Rafael Rojas y Rolando Villazón, el barítono Genaro Sulvarán y el bajo Rosendo Flores. Son cosas que se tienen, se explotan y luego, de advertirlas como en su caso, se estudian. Pero ni pensado, ni soñado incluso, llegar a las alturas en las que está cuando a los nueve años de edad pasó a formar parte de los Niños Cantores de la Basílica de Guadalupe.
Vargas se ha quedado sin vacaciones. Después de esta estancia madrileña regresará a México para descansar unos días. Nada de trabajo en la tierra natal. Durante ocho años consecutivos, hasta el año pasado, cantó en Bellas Artes. No sabe cuándo volverá a actuar en escenarios mexicanos.
Por lo pronto tiene una agenda de más de 60 representaciones durante los próximos 12 meses. Asimismo, grabará dos discos: uno sobre canciones populares mexicanas, incluso con mariachi, con temas de Consuelo Velázquez, Agustín Lara y José Alfredo Jiménez, y otro sobre arias de Donizetti, Verdi y Puccini. Se preparará también para participar en el gran homenaje a Verdi en el 2001, cantando el Réquiem en La Scala de Milán y la Opera de Viena.
"Estoy muy contento con lo que está pasando en mi carrera: estoy en el mejor momento de mi vida personal y artística".