n Tolerados por autoridades, contabilizan como capital impuestos diferidos
Maquillaje contable en bancos
n Si no manipularan la información, Bancomer, BBV y Serfin no lograrían superar el mínimo de capitalización de 8 por ciento
César Martínez Aznárez n Los índices de capitalización del sistema bancario mexicano están sustancialmente aumentados debido a la inclusión de 39 mil millones de pesos de impuestos diferidos dentro de su capital, que representan la tercera parte del mismo. Sin esa forma de registro, no admitida internacionalmente pero tolerada por las autoridades locales exclusivamente a los bancos, Bancomer, Serfin y Banco Bilbao Vizcaya (BBV) no pasan el mínimo legal aceptado de capitalización de 8 por ciento.
Los bancos están aplicando ''una práctica indebida de contabilidad que significa una manipulación de la información'', advirtió Mariano Latapí, director general de la Academia Mexicana de Investigación Fiscal (AMIF), al ser consultado.
Según el contador, investigador especializado en cuestiones fiscales en México, ninguna otra empresa en el país tiene el privilegio de contabilizar sus impuestos como activos diferidos, ya que la obligación es reconocerlos en forma inmediata en sus estados financieros.
Según el último informe de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el capital neto del conjunto de bancos llamados ''vivos'' (de los intervenidos no proporciona información), más Serfin, Atlántico y Promex, ascendió a 125 mil 176.7 millones de pesos al 31 de marzo pasado.
Sin embargo, 32 por ciento de ese capital está compuesto por 39 mil 432.32 millones de pesos que corresponden a una pérdida por impuestos de los bancos que la autoridad les permiten diferir en el tiempo, sin límite establecido.
Con el mecanismo utilizado hoy, el índice de capitalización del sistema bancario es de 14.91 por ciento, e individualmente todos los bancos superan el mínimo aceptado de 8 por ciento. Empero, si las instituciones volcaran esos activos a pérdidas --como lo hacen los bancos en los demás países y el resto de las empresas en México--, el capital neto del consolidado del sistema bajaría a 85 mil 744.38 millones de pesos, y el índice de capitalización disminuiría a 10.2 por ciento.
Además, tres de los cinco mayores bancos del mercado nacional no pasarían la prueba de capitalización, puesto que al quitar los impuestos diferidos del capital neto, el índice de Bancomer --el segundo banco más grande del país--, pasaría de 14.1 a 7.8 por ciento; el de BBV bajaría de 12.0 a 4.6 por ciento; mientras el índice de capitalización de Serfin --recientemente absorbido por el gobierno-- se reduciría de 10.5 a 2.5 por ciento. El primer banco del medio, Banamex, vería disminuido su índice de 15.7 a 10.9 por ciento.
Varios analistas privados han advertido de ese ''maquillaje'' contable que oculta los verdaderos niveles de capital de la banca. Ernesto O'Farrill, presidente de Bursamétrica, y Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), entre otros, han expuesto con anticipación de la deficiencia contable de la inclusión de activos diferidos en los bancos que hacen parecer que su capital sea mayor al real.
El propio presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM) reconoció la existencia de los impuestos diferidos en los activos de los bancos, y anticipó que se amortizarán en ejercicios futuros en la medida de que se obtengan utilidades suficientes para ello, de modo que lo más probable es que lo hagan pero gradualmente.
En su informe al Congreso sobre la revisión de las operaciones del Fobaproa, Michael Mackey tampoco eludió el tema. ''Los impuestos sobre la renta diferidos sobrevaluaron sustancialmente el capital real de muchos de los bancos'', observó el auditor, y advirtió que a finales de 1998 sólo Banamex y Banorte tenían una razón de capital básico mayor a 10 por ciento.
Explicó que las normas aplicadas por las autoridades financieras en México no cumplieron con los criterios establecidos en el internacional Acuerdo de Capitales de Basilea, al permitir la inclusión de los impuestos diferidos para el cálculo del capital básico de los bancos.
n El sector está más fuerte que antes de la crisis de 94: CNBV
Antonio Castellanos n Aun cuando enfrenta una cartera vencida (a marzo de 1999) de 100 mil 575 pesos y tiene requerimientos de capitalización por más de 7 mil millones de dólares, el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Eduardo Fernández, consideró que la banca se encuentra más fuerte que antes de la crisis de 1994.
Interrogado sobre los focos rojos que algunas organizaciones empresariales y consultoras advierten sobre las instituciones que mantienen cerrado el circuito de crédito, el funcionario rechazó el planteamiento
Sobre Bancrecer, informó que los encargados del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) se encuentran en pláticas con el presidente del consejo de administración, Roberto Alcántara, para llegar a ''la mejor solución para ambas partes''. Esto podría ser la venta en partes. Serían sucursales y depósitos trasladados a un tercero, en un proceso similar al que se siguió de venta de sucursales de banca Unión o de Banca Cremi, precisó.
Esa, agregó, es una opción que tiene el IPAB. La otra sería vender la institución completa, pero será la Junta de Gobierno del instituto que encabeza el secretario de Hacienda la que analizará las opciones para el mejor manejo de Bancrecer. Se le insistió: ''ƑHay focos rojos en la banca?''.
-Les puedo decir que el sistema bancario de hoy es mucho más fuerte que el que tenía el país hasta aun antes del inicio de la crisis de 1994. Lo que sucede es que las nuevas exigencias internacionales y nacionales plantean la necesidad de un sistema bancario más fuerte del que tenemos.
El titular de la CNBV se reunió en privado con los dirigentes de la Bolsa Mexicana de Valores, poco antes de que encabezara el acto en que se iniciaron las operaciones de los contratos de futuros sobre acciones. Ante reporteros aceptó que en el informe del auditor Mackey sobre el Fobaproa existen 700 millones de pesos de transacciones que no fueron autorizadas. Dijo que el IPAB tendrá que analizarlas, ver los casos con los bancos, sustituir los créditos o reducir el monto del pagaré, si se detecta alguna ilegalidad.
Fernández sostuvo que en el informe aparecen 6 mil millones de pesos más de transacciones que son presuntamente ilegales, pero que corresponden a operaciones que se hicieron en los bancos intervenidos sobre las cuales ya se ejercieron acciones legales. El saneamiento de la banca, precisó, fue una acción necesaria para evitar el colapso del sistema que hoy en día viene operando con normalidad. No obstante, a mi juicio, todavía se tienen que hacer esfuerzos para mejorarlo, pero no se puede negar que se cumplió con el propósito del rescate.