Ť Transferir a la sociedad y al mercado, no privatizar, asegura en entrevista
"Vender Pemex, jamás el petróleo": Fox
Jaime Avilés, enviado, Guanajuato, 27 de julio Ť A cinco días de rendir su cuarto y último informe como gobernador de Guanajuato, Vicente Fox está plenamente convencido de que su destino es ganar las elecciones presidenciales del próximo 2 de julio. Enamorado de sí mismo y de su trabajo en esta entidad, habla de la estrategia económica que pondría en marcha el 1o. de diciembre del 2000.
En una camioneta-oficina, en la que hace unos días viajó desde esta enigmática ciudad colonial a inaugurar maquiladoras en Irapuato y Celaya, puso las cartas sobre la mesa para explicar cómo se propone, "no privatizar, sino transferir a la sociedad y al mercado" la más importante empresa paraestatal del país: Pemex. Pero advierte: "Bajo ninguna circunstancia debemos vender el petróleo".
Los más antiguos "amigos de Fox"
JA: Supongamos que soy un elector del PRD y Fox llega a mi casa a pedirme el voto. ƑPor qué la gente de izquierda tendría que votar por Fox?
Fox: Mira, yo te diría, porque soy la suma de dos razones. Una, creo firmemente en un proyecto económico que genere riqueza, y tengo los conocimientos, las cualidades y habilidades para desatar un proceso de crecimiento, de creación de riquezas. Esto es algo que, hasta donde yo conozco, la filosofía, la capacidad, la estrategia del PRD no da. El PRD normalmente apoya el otro flanco del desarrollo, que es la distribución del ingreso, que es el desarrollo social, pero para la distribución del ingreso y el desarrollo social se requiere ingreso, desarrollo económico.
Por el otro lado, en la materia de compromiso social, yo soy una persona de alto compromiso; yo me eduqué con los jesuitas desde la primaria y ahí me empapé de esa filosofía ignaciana de saber que la realización personal sólo se encuentra en el servicio a los demás. Al mismo tiempo nací en un rancho, bueno, nací en la ciudad de México pero viví siempre en un rancho; compartí mi infancia; compartí juguetes con los chiquillos, con los hijos de ejidatarios, igual que ahora lo hace allí mismo, en el rancho San Cristóbal, Rodrigo mi hijo (que va sobre las rodillas de su padre). Esa fue una gran amistad que hoy se conserva; ellos siguen siendo mis amigos ahí en el rancho San Cristóbal. La desgracia es que ellos siguen sujetos a un misérrimo salario mínimo, jamás han tomado vacaciones o conocido lo que es disfrutar nada en la vida: sólo han trabajado toda su vida los siete días de la semana. Y esta diferencia entre ellos y tu servidor es sólo producto de las oportunidades. Hay unos que nos han tocado las oportunidades y otros que han carecido de ellas. Yo creo pues que servir a los demás, luchar desde el gobierno por el bien común, pero a la vez asegurar desde el gobierno que todo mundo tenga oportunidades iguales, es el mejor camino a la justicia, la equidad, la distribución del ingreso. Entonces yo manejo estas dos palancas poderosas, una el desarrollo económico y otra el desarrollo humano. Y aquí en Guanajuato (en adelante Gto.) lo hemos puesto en marcha, y hemos trabajado en sólo esas dos variables fundamentalmente, ese ha sido el plan de gobierno: asegurar el crecimiento de los empleos y de las oportunidades de ingreso para todas las familias y todas las personas en el estado, y asegurar y garantizar que todo aquel que quiera superarse y seguir adelante con su proyecto educativo tenga la oportunidad de hacerlo, que no sea la razón económica la que se lo limite. Esto me parece que es la síntesis de lo que debe ser un gobierno. Dar eso: oportunidad de mejorar el ingreso de cada familia y de cada persona en el país, y número dos, oportunidad de desarrollo personal, de crecimiento; esto en un marco de seguridad y de justicia. Así es de que para mí eso es un plan de gobierno, entregar esas tres cosas a los ciudadanos.
La estrategia no importa
JA: El país capta 30 por ciento de sus recursos fiscales a través de Pemex. Fox ha dicho que hay que privatizarlo y que hay que renacionalizarlo. ƑPor fin?
Fox: Es que qué importa cuál sea la estrategia económica, si al fin y al cabo logras el resultado. El resultado es que cada familia mejore su ingreso y forme un modesto patrimonio, que cada familia goce de las oportunidades que goza cualquier otro ciudadano. Eso, ese resultado, lo obtienes por distintas vías. Habrá quien dice que no hay que privatizar, que el Estado debe tener todo el control de todas las empresas y las variables de la economía. Ese estatismo ya lo vivimos y ya vivimos las consecuencias del mismo: nos fue como en feria. Y culpamos a Echeverría de bruto e incapaz, pero lo que debimos haber culpado fue la metodología para el desarrollo, que fue equivocada. Hay quienes dicen, equivocadamente, que el mercado es quien mejor asigna los recursos y el mercado es el que provoca los procesos de desarrollo, y creen ciegamente en esa tontería del mercado, tan equivocado uno como el otro. Yo soy una persona mucho más pragmática, mucho más concreta. Yo creo que el desarrollo viene de hacer bien las cosas, de trabajar duro, de hacerlo con talento, viene de que en la economía cualquiera que sea, todo mundo tenga oportunidades; no nomás los ricachos, no nomás los que nacieron con pañales de seda, que todo mundo tenga acceso a crédito, financiamiento y capital que es lo que hemos hecho en Gto. O que todo mundo tenga acceso hasta el nivel superior de educación. En ese sentido yo distingo muy bien de lo que son los medios y lo que es el fin. El fin es que crezca la economía del país y que distribuya el ingreso, que haya calidad de vida, que haya crecimiento económico con rostro humano, ese es el fin. Los medios, los que yo propongo al país son, primero, sí, terminar con la transferencia de empresas que el Estado ha manejado muy mal, para pasarlas a la sociedad y al mercado, pero con condiciones muy específicas, porque no soy ningún tonto para tomar decisiones ni le propongo tonterías al país. Tiene que haber cuatro condiciones para que haya estas transferencias, por ejemplo en la industria eléctrica o en la petroquímica, o en Pemex mismo. Una, que el Estado, que el gobierno salga ganando en su ingreso, que recupere más ingreso del que hoy tiene administrando esos recursos naturales.
Comprar la paraestatal con el SAR
Número dos, que el consumidor salga ganando, que le cueste menos la gasolina, menos la corriente eléctrica, menos los productos derivados del petróleo. Que entonces el consumidor tenga un descuento real en las tarifas que paga. Número tres, que los trabajadores no queden sacrificados y a la deriva, que todos sean recolocados o que se conserven dentro de esas industrias transferidas a la sociedad y al mercado, y aquel que va a salir fuera tenga garantizado un empleo y un ingreso, como hicimos en Gto., cuando redujimos, por ejemplo, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Publicas de mil 300 empleados o funcionarios a sólo 300 que hay en este momento; los otros mil se fueron pero con un empleo, con un ingreso, con un changarro o con un negocio propio. Condición número cuatro, que tenga sentido social esa transferencia, y no quiero usar la palabra privatización porque eso es precisamente lo que se hizo equivocadamente en el país. Número cuatro, que tenga sentido social, y la propuesta nuestra en este terreno es que se utilice parte de los recursos del SAR, del Sistema de Ahorro para el Retiro, donde hay 14 millones de trabajadores participando y formando su ahorro y que con estos fondos metidos en el proceso de transferencia, 14 millones de trabajadores mexicanos sean dueños de la nueva industria eléctrica, dueños de la nueva industria petroquímica, o dueños parcialmente de la nueva industria de Pemex. Entonces, para nada hablo yo de venderle al extranjero estas industrias, para nada hablo de privatizarlas, pero sí (de hacer) la propuesta a los mexicanos y al final los mexicanos decidirán y el Congreso decidirá seguir adelante con estas transferencias donde todo mundo gane y donde dejemos atrás los viejos tabús que todavía defiende Cuauhtémoc Cárdenas, decisiones que se tomaron en 1936, de nacionalizar el petróleo. Mira, si en su tiempo sirvió qué bueno, yo no estoy hablando de vender el recurso natural, de vender el petróleo, eso sí jamás lo debemos de hacer, siempre debe ser propiedad de nosotros, de los mexicanos, pero además estoy proponiendo una segunda nacionalización para quitarle el ingreso del petróleo al gobierno federal y al presidente en turno, porque lo único que han hecho es dilapidar ese recurso, darle en la torre, consumirlo en pura burocracia, en gasto corriente y en corrupción. ƑY qué vamos a hacer los mexicanos con ese recurso del petróleo? Mi propuesta es conectarlo directamente al sistema educativo nacional, a la ciencia, a la tecnología y a la investigación. Utilizar el recurso del petróleo para formar capital humano, (porque) es mucho más estratégico hoy en día tener capital humano que tener recursos naturales. El petróleo ya deja de ser estratégico en este momento, ya están por circular los automóviles que operan con alcohol de caña, con energía eléctrica; el petróleo ya no es el recurso estratégico que fue en el pasado. Hoy los países ganadores, los triunfadores, los exitosos, los que van a sobrevivir en el siglo XXI son los países que tengan capital humano y ahí es donde en nuestro país andamos arrastrando la cobija, con un nivel educativo apenas de primaria, siete años de educación promedio, cuando otros países ya alcanzaron 14 años de educación promedio. Por eso, para mí, gustosamente cambiaría 2 millones de barriles diarios de petróleo por 2 millones más de mexicanos con maestría o con doctorados.
(Mañana: Fox ante la alianza)