PANORAMA
Desarrollan vacuna contra la triquinelosis
Basados en un nuevo método de diagnóstico, científicos mexicanos desarrollan una vacuna para inhibir los efectos dañinos que provoca en el ser humano la ingesta de carnes rojas en condiciones insalubres.
Los parásitos que se alojan en la carne de cerdo y de caballo pueden provocar desde ligeros dolores abdominales hasta la muerte, aseguró Guadalupe Ortega Pierres, especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN.
El parásito denominado Trichinella spiralls produce una larva que ataca los músculos de cerdos y caballos, infección que es transmisible al organismo humano por la falta de control sanitario en criaderos ubicados en traspatios.
De acuerdo con cifras oficiales, su incidencia es frecuente en varios países del mundo, y a nivel nacional las entidades con más brotes de triquinelosis son Zacatecas, Durango, Chihuahua y el estado de México.
Ortega Pierres explicó que el método de diagnóstico se basa en el sistema de ensayo denominado Elisa, que permite detectar al ciento por ciento la enfermedad en los animales.
"El mecanismo consiste en tomar una muestra de sangre al animal y separar el suero que contiene anticuerpos, colocándolo en una placa de plástico a la que se agregan antígenos purificados, es decir, sustancias que generan procesos inmunes."
Posteriormente se incorpora un segundo anticuerpo, el cual contiene una enzima que, al generar una reacción favorable entre antígenos y anticuerpos, manifiesta diversos colores que reflejarán el grado de toxicidad.
Ortega Pierres explicó que con ese método es posible identificar algunos antígenos que crean respuesta inmune favorable, por lo que los especialistas consideran que se sientan las bases para crear una vacuna que inhibirá el efecto del parásito en los animales.
Afirmó que la investigación será el punto de partida para realizar estudios epidemiológicos sobre triquinelosis, y eventualmente desarrollar medidas de control que conduzcan a erradicar esa enfermedad.
La infección se inicia al ingerir carne con larvas, las cuales se alojan en el intestino, se desarrollan y transforman en parásitos adultos.
Una vez que la hembras son fecundadas, las larvas se liberan y atraviesan la mucosa intestinal, entran al torrente sanguíneo y finalmente penetran en las células del músculo esquelético.
En ese sitio se transforman y se unen formando una especie de célula nodriza en los músculos del brazo, lugar en el que pueden mantenerse vivas durante toda la vida del animal.
La sintomatología, tanto en el ser humano como en los animales, depende del grado de infección. En ocasiones sólo se presentan dolores abdominales o ligeras diarreas, por lo que puede confundirse con otros padecimientos infecciosos.
Cuando el parásito se alberga en los músculos de las personas, puede ocasionar un edema en los párpados o debilitamiento del cuerpo. En casos extremos, cuando la cantidad de parásitos es abundante, existe el riesgo de perder la vida.
En los rastros debidamente certificados por las autoridades sanitarias se practica una técnica de diagnóstico llamada "triquinescopía", que consiste en cortar segmentos de carne que pudieran estar infectados. Eso se detecta por el color del músculo del diafragma y la lengua del animal. (Notimex)