Astillero Ť Julio Hernández López
Hay claros indicios de que el modelo con el que ha funcionado el PRD desde su fundación ha llegado a su término.
Los comicios internos de ayer, organizados para designar a una directiva en la que de antemano se pusieron de acuerdo los grupos más significativos de la vida interna de ese partido, muestran que el modelo original del sol azteca ya no estira mucho más.
Creado a partir de una histórica escisión priísta, consolidado en la lucha electoral de 1988, forjado en el nacionalismo revolucionario y adverso al neoliberalismo, permeado por una persistente cultura política tricolor, dominado por el caudillismo y el clientelismo de su matriz, dividido permanentemente por las corrientes y el grupismo de la izquierda confluente en el proyecto, desgastado en el ejercicio del poder y sobre todo por cuanto al caso del Distrito Federal, el PRD no parece tener mucho futuro si continúa montado en su estructura y operación actuales.
Una muestra clara de esos males lo ha sido el proceso para elegir nuevos órganos directivos nacionales. La pública e impía exhibición de vergüenzas que han hecho diversos líderes y personajes respecto a su partido y sus correligionarios ha sido la delicia de sus adversarios.
Pero sobre todo, coloca a ese partido, como institución, en malas condiciones para la refriega partidista y electoral que ha arrancado y que pronto estará en su máximo nivel de enfrentamiento.
Ayer, según los informes preliminares conocidos antes de redactar la presente columna (20:00 horas), las tendencias hablaban del triunfo siempre previsto de Amalia García, de las inconformidades de sus opositores, del obvio bombardeo declarativo de Porfirio Muñoz Ledo, del apoyo institucional de personajes como Cuauhtémoc Cárdenas y de la preservación del clima de enconos, acusaciones, confusión y atraso que está caracterizando al PRD en esta etapa histórica del país, cuando más se necesita una izquierda clara, fuerte, madura, precisa, frente al ascenso de la peligrosa derecha populista de Vicente Fox y sus amigos.
En ese sentido, los comicios perredistas de ayer ofrecían anoche resultados para los cuales ni siquiera hubiera sido necesario esperar a que se instalaran las urnas receptoras de votos por la mañana.
Desde antes, mucho antes de ayer, eran sabidos los datos esenciales que arrojaría la reposición del proceso electoral interno. Nada nuevo bajo el sol azteca.
Fuegos tropicales
El diputado Arturo Núñez se ha lanzado en Tenosique y Balancán, Tabasco, contra los políticos priístas que por la mañana militan en el tricolor y por la noche coquetean con la oposición.
El frecuente productor de frases y poses con las que se ha enriquecido la picaresca nacional (el más reciente de sus éxitos fue el amago de proceder penalmente contra Santiago Creel debido a que éste había revelado documentos relacionados con Banco Unión y el Fobaproa) reaccionó así en aquellas tierras tropicales por la evidencia creciente de que se gesta una importante fractura al interior del PRI de cara a las elecciones de gobernador que se realizarán el año venidero.
Aun cuando no los citó por su nombre (fiel a ese estilo viejo de hablar sin mencionar destinatarios, como aquellas frases contra los ``emisarios del pasado'' que gustaba endilgar a sus inombrados adversarios Luis Echeverría en sus épocas doradas), Núñez envió con tan poco ingenioso jueguillo de palabras un mensaje de apertura de hostilidades a los senadores Humberto Mayans y Héctor Argüello, quienes siendo formalmente militantes del partido tricolor han aceptado formar parte de un frente amplio democrático que en la entidad ha impulsado el perredista Andrés Manuel López Obrador.
¿A qué horas vas por el PAN?
Pero, el enojo de Núñez, y del sistema que por su boca habla, no es sólo por ese coqueteo nocturno con la oposición (una especie de citas clandestinas a la hora de ir por el pan, para usar una figura doméstica y provinciana) sino por la convicción que se ha instalado en la cúpula del PRI-gobierno de que Mayans y Argüello, más el empresario y ex diputado federal Raúl César Ojeda, están decididos y encaminados a dejar el tricolor en el momento que estratégicamente más les convenga, para conformar una alianza electoral antimadracista con el perredismo de López Obrador, y la franja panista de Juan José Rodríguez Prats (otro ex priísta exitoso en su injerto a la oposición), con la que el PRI podría ser derrotado en los comicios del año venidero.
Los cálculos del oficialismo son correctos. Sobre todo si se toma en cuenta que el PRD mantuvo en los comicios locales más recientes, los de 1997, una votación global muy cercana a la del PRI, aunque la segmentación del voto, por distritos, listas circunscripcionales y otros mecanismos de tramposa aritmética electoral hicieron que el volumen de sufragios del sol azteca no tuviera una correcta traducción en puestos de poder. Sin embargo, el PRD es la segunda fuerza de un bipartidismo claro que se vive en Tabasco.
Por ello, la constitución de un frente electoral del perredismo con escisiones priístas podría resultar altamente dañino para el priísmo de aquella entidad. En la construcción de ese frente trabaja López Obrador, quien asumiría otras responsabilidades (la coordinación de la campaña cardenista o la candidatura al gobierno capitalino), luego de dejar instalada esa alianza mencionada.
En esa tesitura, Núñez, Roberto Madrazo y el sistema en pleno han decidido abrir fuego contra esa virtual candidatura opositora que muy seguramente encabezará el senador (todavía priísta) Mayans.
Astillas: Según reporta el corresponsal de La Jornada en Campeche, Lorenzo Chim, el precandidato presidencial Roberto Madrazo Pintado dijo desconocer el monto de su fortuna personal, aunque de cualquier manera la consideró holgada y afirmó que uno de sus hermanos es quien maneja tales fondos... Todo está listo para que arranque el torneo tricolor de box denominado Un futuro negro para el DF. Por lo pronto, Roberto Campa Cifrián ha decidido buscar un nuevo empleo, mejor que el que actualmente tiene en los gimnasios Profeco, y ha aceptado fungir como sparring del Kid S. Herzog. La empresa organizadora del torneo, deseosa de darle cierta emoción al asunto, y evitar que el respetable se sienta defraudado al ver que el famoso peleador de color S. Herzog tiene las peleas arregladas y la corona denominada ``candidatura priísta'' en la mano desde antes de que suene la campana para el primer asalto, hace esfuerzos desesperados por convencer a algunos aficionados para que de alguna manera engorden el caldo. Tal es el caso de Silvestre Fernández Barajas y Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quienes están por ser contratados por la empresa para que amenicen este torneo boxístico organizado a trasmano por Don King...
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