* El primer disco del conjunto es Caramba niño
Chuchumbé: apostamos por la defensa del son veracruzano
* Se superó la idea de que el género era música para viejitos
Angel Vargas * La de Chuchumbé es una apuesta encaminada a defender la tradición y la cultura del son veracruzano, aunque ello no significa mantenerse hermético a las nuevas propuestas o influencias musicales. En su primera producción discográfica, Caramba niño, el grupo jarocho reafirma esa forma de pensar y de proceder.
Realizado bajo el sello de Discos Alebrije, el álbum ''es un balance de lo muy viejo con lo novedoso, porque finalmente así es el proceso de vida del ser humano, una mezcla entre lo que ya existe y el compromiso que se debe afrontar". Además de piezas tradicionales con nuevos arreglos, se incluyen sones originales y algunos rescatados de archivos.
Chuchumbé apareció en 1991 con el propósito de difundir y promover la tradición de la música veracruzana, en un panorama que alertaba sobre la desaparición del género, dicen sus integrantes Patricio Hidalgo, en las jaranas, armónica y voz; Liche Oseguera, en la leona, r equinto y voz; Zenén Zeferino, en las jaranas y la voz; y Rubí Oseguera, en el baile y el zapateado.
De forma esporádica participan Adriana Cao-Romero, en el arpa, y Leopoldo Novoa, en el marimbol, la leona y voz.
A punto de cumplir una década de actividad, el conjunto manifiesta con satisfacción que su propósito inicial de recuperar y desarrollar la tradición del son en el sur de Veracruz, de donde son originarios la mayoría de sus integrantes, va por muy buen camino.
Explica Patricio: ''Siento que hoy al son se le revalora más en nuestra zona. Inclusive, con los talleres que cada uno de nosotros imparte, se contrarresta un poco la intención de la secretaría estatal de Educación y Cultura por mostrar todavía el 'espíritu jarocho'. (...) Poco a poco se impone la autenticidad de los pueblos por una necesidad que tiene que ver con la globalización. En ese sentido, los pueblos adoptan una actitud de defender lo suyo, y pienso que el nuestro no ha sido la excepción.
''Hace diez años fácilmente se podía escuchar por doquier que el son era música para viejitos, incluso entre mi familia y mis amigos. En la actualidad las personas reconocen, aun las que no se dedican al fandango, que no se trata de un género para viejitos sino que puede involucrar a seres de todas las edades y todos los niveles sociales. Creo que los jarochos estamos defendiendo bien la cultura."
Colombiano de origen y jarocho por gusto y simpatía, Leopoldo aclara que defender la tradición y la cultura no implica ignorar y desechar otras contribuciones o estilos novedosos: ''La del son jarocho ha sido una historia de influencias y entrecruces, de aportes de diversos lados: lo negro, lo árabe, lo hispano y lo indígena; a la fecha el grupo, aparte de recuperar lo tradicional y demás, tiene el propósito de incluir las nuevas aportaciones. Nosotros tenemos la preocupación y la idea de darle esa apertura que siempre ha tenido, ya que no creemos en un son de museo".
El compromiso de aportar
Además de su participación en un tema del más reciente álbum de La Maldita Vecindad, Mostros, y en diversos proyectos pluriculturales, esa apertura de Chuchumbé puede advertirse en gran parte de su primer disco.
Por ejemplo, indica Patricio, el tema que da nombre a Caramba niño es una composición original un tanto alejada de lo tradicional, que ''musicalmente'' ofrece muchas cosas: ''No sabemos cómo lo vayan a tomar los viejos músicos del son, que son la base más importante del mismo y de quienes nos seguimos alimentando. Liche le hace figuras musicales que se acercan al blues y metemos armónica, que también juega un poco con la música. Hablamos de jazz, rumba y otras. Este es un aporte del grupo que, reitero, no sabemos cómo se vaya a tomar, pero que se hace con gran compromiso".
Sobre el origen de su nombre, platican que se trata de un vocablo africano que retomaron de un son del siglo XVIII: ''Es una aportación de los negros que fue prohibida por la Santa Inquisición. En el sentido dancístico era muy fuerte, se bailaba pelvis con pelvis y pertenecía a los bailes vacunados que se dieron en varias partes de América".
Jarochos, al fin y al cabo, agregan: ''Uno de los versos que se encontraron en las actas que la Inquisición recogió sobre el son decía: 'En la esquina está parado un fraile de la merced con los hábitos alzados y mostrando el chuchumbé'".
Luego de grabar en días pasados unas décimas en homenaje a Simón Bolívar, proyecto al que fue invitado por un grupo venezolano, Chuchumbé esperó con inquietud y alegría la llegada de este viernes para presentar con un bullicioso y colorido fandango su primer disco compacto. La cita es en el patio Quinta Margarita del Museo Nacional de Culturas Populares (avenida Hidalgo 289, centro de Coyoacán), a partir de las 19:00 horas. Este fiesta tendrá su eco el próximo día 30, pero será en el teatro Isabela Corona.