PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz
Chiapas más allá del 2000
* ƑLas pláticas de paz se posponen hasta nuevo aviso? * Labastida sugiere llevar a lo oscurito al sup Marcos y a toda la comandancia zapatista * Defenderán el patrimonio nacional en La Realidad
Chiapas vuelve a estar en el centro del debate: habrá solución al conflicto armado hasta después de las elecciones del 2000, es decir, cuando haya un nuevo mandatario en esta República. Así lo asegura el aspirante a presidente, Francisco Labastida. Esa declaración deja mal parada a la Secretaría de Gobernación, donde hace unos días se informó que muy pronto el gobierno de Zedillo haría una nueva propuesta de paz.
Por fortuna, Labastida no adelantó vísperas ni se creyó capaz de salvar ese asunto, como hace unas semanas el panista Vicente Fox, que ofreció: "En 15 minutos resolvería el caso Chiapas", o como el priísta Roberto Madrazo afirmó en San Cristóbal de las Casas: "En 15 días podría tener una solución negociada" con el EZLN. Labastida fue más allá, y sus declaraciones podrían considerarse hasta irresponsables, pues como secretario de Gobernación conoció ųƑqué no?ų el problema chiapaneco mejor que sus adversarios en la contienda presidencial.
Francisco Labastida tiene la convicción de que "se dará un cambio en la actitud del EZLN después de las elecciones... tendrá mejor disposición para sentarse a negociar" (sic). Con toda seguridad, eso le habrá dicho su experto chiapanólogo Emilio Rabasa Gamboa. Habrá que esperar la respuesta del subcomandante Marcos, vocero oficial de la Comandancia General del EZLN. Y eso si los zapatistas se toman la molestia de discutir la declaración del priísta, sobre todo porque Labastida no tiene cargo oficial ni representación válida; mucho menos porque ya desde ahora sugiere llevar a lo oscurito al sup Marcos con todo y la Comandancia General: "...para que la negociación sea exitosa tiene que ser en privado", dijo el priísta, que primero tendrá que ser candidado y luego ganar las elecciones de verdad.
Allá por la selva y los altos de Chiapas, más que atender dimes y diretes de los presidenciables ya se ocupan en la organización de un Encuentro Nacional para la Defensa del Patrimonio Cultural. La comunidad de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (los tres planteles de la ENAH) y el EZLN convocan a La Realidad, del 12 al 15 de agosto.
Se insiste que son invitados muy especiales el senador panista por Nuevo León Mauricio Fernández Garza, presunto autor e impulsor de la tan cuestionada iniciativa de ley del patrimonio cultural de la nación en el Congreso federal; también el responsable del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa ųquien esta vez no ha opinado públicamente sobre el asunto, pero se sabe que lleva ya diez años intentando modernizar la legislación culturalų. Y, por supuesto, la directora del INAH, Teresa Franco, aunque diga por todos los rincones que no avala el proyecto panista y desde su oficina en la colonia Roma se ordene la redacción de documentos como el que contiene modificaciones a esa propuesta de ley.
El Senado también prepara una consulta nacional para septiembre y hasta fines de octubre, a instancias de la Comisión de Cultura que preside Fernández Garza. Sería interesante que el legislador viajara a La Realidad para que confrontara sus argumentos maniqueos (Radio Red, 8/07/99 y 15/07/99) con las opiniones de otros mexicanos. Así las conclusiones del encuentro que propician el EZLN y la comunidad ENAH podrían ser la base para la consulta nacional que emprende el Senado... Vale si hay buena voluntad, Ƒno?
Sería interesante pues hace unos días, en su segunda presentación en Radio Red, el senador panista decía (más tranquilo y tolerante, menos agresivo que la primera vez) que "los mexicanos no tienen una definición clara del patrimonio que quieren o deben proteger". Sin embargo, Fernández Garza mostró que tiene claridad de la conveniencia de que la iniciativa privada invierta en la conservación del patrimonio nacional.
Y hace cuentas para convencer a esos mexicanos que no saben lo que tienen: en todo el país hay 110 mil monumentos históricos y se tiene noticia de la existencia de 200 mil sitios arqueológicos. De éstos, 27 mil 407 están registrados y sólo 220 están abiertos al público. Se pregunta el senador, "Ƒcómo los va conservar y proteger el INAH si tiene 5 mil 207 empleados, de los cuales 2 mil 700 son eventuales (sic)? Menos aun si sólo trabajan 305 restauradores y arquitectos y 731 investigadores (sic). ƑCon ese exiguo personal pretende el INAH conservar unos 300 mil monumentos y sitios del patrimonio nacional?" (sic) Y se responde el mismo senador: "Hay que ser pragmáticos, realistas... no usar el patrimonio con fines políticos".
Por supuesto que el panista no dice ni reconoce que el capital privado se invierte en empresas rentables, con ganancias, como las que significarían tener la concesión para administrar, por ejemplo, el Museo Nacional de Antropología (recibe más de un millón de visitantes al año), ahora en remodelación con una inversión ųsegún el responsable del proyecto, Humberto Soto Soriaų de 80 millones de pesos del erario público, o el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, también en una costosísima remodelación a cargo del contratista Juan Urquiaga ųel mismo que coordinó el proyecto del ex convento de Santo Domingo en Oaxaca. (Por cierto, Ƒqué hace el coordinador nacional de museos y exposiciones del INAH, Miguel Angel Fernández, diseñar la museografía en residencias de los millonarios regiomontanos amigos del senador Fernández? Bueno, eso cuentan por la colonia Roma).
Aunque los responsables de la política cultural y los senadores que impulsan la iniciativa en el Congreso no lo aceptan, abrir el camino a la privatización del patrimonio cultural es facilitar los buenos negocios: se invierte en las universidades privadas, no en la UNAM; se invertirá en desarrollos turísticos con el plus de una zona arqueológica, no en la remodelación de los olvidados museos de sitio o las ruinas abandonadas. Se trata de hacer negocios, no obras de caridad...
Para muestra: el director del Parque X'caret, Francisco Córdoba, frente a la encargada del Centro INAH de Quintana Roo, Adriana Velázquez, explica que en mayo de 1994 la promotora X'caret suscribió un convenio con el INAH para disponer de la zona arqueológica, a cambio de una cuota de 600 mil pesos al año, "ajustados con el índice inflacionario". En 99 entregaría un millón 300 mil pesos (debían ser un millón 600 mil, con cifras corregidas del Banco de México). Según la empresa, anualmente recibiría ingresos por 265 millones de pesos, sólo por el cobro de la entrada al parque de unos 700 mil turistas (80 por ciento extranjeros) que pagan 39 dólares (380 pesos) cada uno. Entre otros atractivos, visitan las ruinas de X'caret, pintoresco pueblito maya, tan bien montado como el pueblito siux de Disneyland... ƑQuién dice que no se puede... hacer negocios en México?
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