Son las bases contra la burocracia, describen algunos. Otros no se contienen: es la lucha del toro sin cerca contra las vacas sagradas.
Ambas frases se escuchan en los pasillos de Monterrey 50 y reflejan, en gran parte, el ambiente que se ha generado durante el desarrollo de las campañas por la dirigencia nacional del PRD.
Realizadas en dos pistas -las giras de proselitismo de los candidatos y ``los amarres'' con las cabezas de grupos o corrientes- las campañas apenas han trascendido a la opinión pública.
Pero sí han dado cuenta de la nueva correlación de fuerzas al interior del partido del sol azteca.
Y es que en el PRD -ataja Félix Salgado Macedonio- se generó ``un remolino de corrientes'' que ahora están en competencia.
Convocante de la suya propia, el senador ahora busca la presidencia nacional con un discurso salpicado de albures, metáforas y puyas contra sus compañeros de partido.
Así, ha denunciado que en su contra se desató una campaña sucia en las bases, por su propuesta de auditar al CEN; que hay una ``perversa intención'' de ligarlo a los enemigos de Cuauhtémoc Cárdenas y que en el acoso también ha participado Pablo Gómez, quien le exigió que declinara en aras de la concordia interna.
Con muchos actos en pequeñas comunidades, rancheando, Félix se ha reunido con dirigentes medios, mayoritariamente de estructuras municipales que se le han sumado en reconocimiento a su trayectoria como luchador social.
``Fue una sorpresa ver el imán que tiene entre la gente'', comenta el dirigente barzonista Manuel Ortega, encargado de la estructura electoral de la campaña del senador.
¿Sus debilidades?
La falta de recursos, el ``restringidísimo'' acceso que ha tenido a los mediosÉ y la inactividad de sus principales aliados.
El caso más notable es el del senador Héctor Sánchez, número dos en la fórmula, que ha fallado en la campaña paralela que estaba planeada (por ejemplo, por asuntos ``de mucha urgencia'' faltó a una gira por Tabasco).
Después del 25 de julio ``no habrá escándalos'', ha prometido Salgado Macedonio.
Muy pocos le creen.
¿Cuál es la apuesta del Toro?
Asegurar por lo menos 300 mil votos. Y para conseguirlo necesita al menos 50 sufragios por casilla, que pretende conseguir con el trabajo de 12 mil promotores en todo el país que, de paso, representarán a la planilla 2 en las casillas.
Hace dos meses, las encuestas la perfilaban como la perredista mejor posicionada para afrontar la próxima elección de jefe de Gobierno en el Distrito Federal.
Pero Amalia García desechó las recomendaciones de sus más cercanos asesores -entre ellas, las del politólogo Adolfo Gilly- y decidió nuevamente lanzar su candidatura por la presidencia nacional del PRD.
Por un acuerdo político -y una encuesta-, Amalia García fue nuevamente candidata. Ese acuerdo traspasaba a la senadora los activos políticos y la fuerza electoral de los contendientes que se habían sacrificado en aras de la unidad partidista: Rosalbina Garavito, Jesús Ortega y Mario Saucedo.
Cuando arrancó la planilla unitaria, los cálculos eran abrumadores: Amalia ganaría la elección con más de 80% de los votos y 100 lugares en el Consejo Nacional (de los 128 en juego) estarían asegurados.
Las semanas pasaron. La candidatura de Salgado creció. Y las cuentas debieron ajustarse. Ahora, las apuestas son para ver si la planilla unitaria supera a 60%.
Otros, como Ifigenia Martínez -quien se ve a sí misma como el verdadero ``caballo negro'' de la contienda- no cree en estos números, y advierte que la ``la moneda está en el aire''.
Dice que la campaña interna le permitió ampliar la base de simpatizantes más allá del grupo que formalmente la postula, Nueva República.
¿Qué pasó con la máquina electoral imparable que nació con la planilla unitaria?
Nada: cundió la confianza excesiva, la disciplina se relajóÉ y Amalia García se quedó colgada.
Jueves 8, por la noche. En la disco Baraimas del Centro Histórico hay baile para recaudar fondos que sirvan para pagar las deudas de la campaña de Jesús Ortega.
La enjundia que Los Chuchos muestran ese día contrasta con la apatía que han mostrado en los trabajos de la planilla unitaria, comentan colaboradores de Amalia.
Pero no sólo ellos le han quedado mal a la senadora zacatecana.
Los cuadros de la extinta Convergencia -cuya candidata fue Rosalbina Garavito- aportaron los nombres de personalidades relevantes en la historia reciente del PRD (Armando Quintero, Alfonso Ramírez Cuellar, Saúl Escobar, Jesús Martín del Campo, Camilo Valenzuela), pero no darán muchos votos.
En el caso de Ortega, ¿le está generando un voto de castigo a la planilla unitaria?
En parte. Las acusaciones de traición que lanzaron sus operadores contra el equipo de Félix Salgado hicieron que Los Chuchos perdieran el control en Guerrero.
La principal corriente en Jalisco -la del diputado local Raúl Padilla- no se incorporó en la planilla unitaria, en protesta por la decisión de Ortega de someterse a una encuesta.
Tamaulipas, Zacatecas y Morelos son otros bastiones de esa corriente que quedaron huérfanos y en los que Salgado avanzó.
En el estado de México cambió la correlación de fuerzas porque los chuchistas lastimaron a grupos locales en el anterior proceso, y se desataron rencillas entre el ex candidato Higinio Martínez y Amalia García; además, se presentaron agravios de última hora (la exclusión de Rosendo Marín de los primeros lugares de la lista, que se le achaca a Ortega).
Por si fuera poco, las ocho corrientes de mayor peso -entre ellas Acción Política, UPEZ, UCD y el grupo de Valentín González, alcalde de Nezahualcóyotl- le dijeron no a los de la planilla unitaria y se fueron con Salgado.
Los votos que Ortega había trabajado en Jalisco y Campeche serán ahora para Ifigenia Martínez.
Los principales líderes en ambos estados -Padilla y la senadora Layda Sansores- son los nuevos activos del porfirismo.
Parte de la inactividad de Los Chuchos -explican- se debe a tres factores: el precario estado de salud de Ortega; las presiones que hubo para marginar a Carlos Navarrete de la planilla y la decisión de Cuauhtémoc Cárdenas de no aceptar la renuncia de Jesús Zambrano a la delegación Gustavo A. Madero.
Pero su desidia despierta suspicacias al interior de la planilla unitaria. En ella se sospecha que las defecciones son inducidas y recuerdan que ambos personajes trabajan un acuerdo para sumar fuerzas.
Estos incidentes no son menores.
De acuerdo con información que validan los operadores políticos de las planillas, Félix -con el respaldo de René Bejarano y Héctor Sánchez- tendría la mayoría de los votos en los estados México, Distrito Federal, Oaxaca, Guerrero y Morelos ...
En esos estados se generaron cuatro de cada diez votos que hubo en la elección del 14 de marzo.
Esta relación haría válido el pronóstico de los felicistas: que la secretaría general ya está asegurada para El toro sin cerca..