Se pierde la esperanza de hallar con vida a John Jr.


La maldición de los Kennedy

Afp, Ap y Reuters, Aquinnah, Massachusetts, 18 de julio * Poco después de que un sombrío Bill Clinton instara a los estadunidenses a orar por John F. Kennedy hijo, su esposa Carolyn, y la hermana de ésta, tras la des-aparición de la avioneta en la que viajaban los tres el viernes por la noche, la Guardia Costera reconoció que ya no tiene esperanzas de encontrarlos con vida.

"Vamos a dar un giro a nuestro programa que hasta ahora era de búsqueda y rescate (de los cuerpos) para empezar la fase de recuperación (del avión)", declaró el contralmirante Richard Larrabee en conferencia de prensa. "Los datos que tenemos nos indican que la supervivencia en el agua no es superior a las 12 horas y ciertamente no mayor a 18", dijo Larrabee, quien precisó que la avioneta manejada por Kennedy no contaba con equipo salvavidas.

Los rescatistas se concentraron esta tarde en una pista importante -una señal automática de emergencia- y un barco con radares especiales fue enviado frente a las costas de Martha's Vineyard para comprobar si ese zumbido provenía del Piper Saratoga propiedad de Kennedy (de 38 años) y en el que viajaban su esposa Carolyn Bissette (de 33) y a su cuñada Lauren Bissette, de 35.

Pero Larrabee informó que tras una primera búsqueda en esa zona la señal fue descartada y se presume que pudo haber sido emitida por un dispositivo de demarcación.

Poco antes, la policía de Massachusetts había anunciado el hallazgo de fragmentos de "material aislante de los que se utilizan en las cabinas de los aviones", en un tramo de playa de un kilómetro y medio, luego que la víspera se encontró un frasco de medicinas de Carolyn, una valija perteneciente a Lauren, y restos de fuselaje que podrían pertenecer a un Piper Saratoga.

Más de 300 personas, incluyendo a miembros de la Fuerza Aérea y de la Gua rdia Nacional continuaban concentradas en una zona de mil 554 kilómetros cuadrados en torno a Gay Head, en el límite sudoccidental de Martha's Vineyard, en el operativo de búsqueda.

Pilotos e instructores de vuelo consultados por la prensa consideraron que la decisión de Kennedy de volar sobre el mar la noche del viernes, desde Nueva Jersey a Martha's Vineyard no fue una imprudencia, pero señalaron que las probabilidades estaban en contra de un piloto novato que había obtenido su licencia apenas en 1998.

"Quizá siguió un falso horizonte hasta el mar", dijo un piloto de la Fuerza Aérea, mientras el empresario Keith Stein reveló que Kennedy le comentó en una ocasión que prefería viajar con un copiloto, ya que "tenía cierta dificultad con los pedales" debido a que tenía un pie lastimado. El jefe de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, James Hall, advirtió por su lado: "No sabemos y no sabremos por algún tiempo" la causa del accidente, y "existe incluso la posiblidad de que no lo sepamos nunca".

Desde Washington, el presidente Bill Clinton, al llamar a sus connacionales a orar por John, Carolyn y Lauren, dijo que la familia Kennedy "ha inspirado a los estadunidenses el servicio público, reforzado nuestra fe en el futuro e impulsado a nuestra nación. A través de todo eso, han sufrido mucho y entregado mucho más".

"En este momento difícil esperamos que las familias de estos tres magníficos jóvenes sentirán la fuerza de Dios, el amor de sus amigos y las plegarias de sus conciudadanos", dijo el mandatario, a quien han comparado con el asesinado presidente John F. Kennedy.

La noticia de la nueva tragedia que golpea al clan Kennedy no sólo conmocionó al país, sino que ocupó además primeras planas de la prensa internacional. Provocó incluso comentarios del líder libio Muammar Kadafi, quien lamentó la desaparición del joven pero criticó a Washington por no haberlo hallado a pesar de sus "satélites espías que llenan el aire". En Roma, el papa Juan Pablo II oró por "el descanso eterno" de John Kennedy hijo y "recordó la tragedia de la familia que ha sufrido tanto", dijo el Vaticano.

Integrantes del clan Kennedy se congregaron esta mañana en Hyannis Port para orar nuevamente, pero al conocer el anuncio de la Guardia Costera "agradecieron a todas las personas involucradas en las operaciones de búsqueda", según Larrabee. La hermana de John, Caroline, de 41 años, habría recibido la noticia en su propiedad de Long Island, suburbios de Nueva York. (Más información en la página 57)

La desaparición del hijo de JFK provocó emociones similares a las de la muerte de la princesa Diana en Gran Bretaña. Comenzaron a verse ofrendas florales en la biblioteca John F. Kennedy en Boston y frente al edificio de departamentos donde vivía la pareja desaparecida, en Manhattan, donde algunas personas oraban, y vecinos comentaban entre ellos o hablaban con la prensa. John F. Kennedy hijo "personificaba lo mejor de esta ciudad. Era competitivo, pero no arrogante. Pese a su fama sus pies se mantuvieron siempre sobre la tierra, por ejemplo, siempre tomaba el metro para ir a su trabajo", dijo Howard McGuire.

En la catedral de San Patricio, en la Quinta Avenida, decenas de personas rezaban por el hijo menor del que fuera el primer presidente católico de Estados Unidos. "Quiero creer en un milagro", dijo la mexicana María Fuentes, quien sostuvo sin embargo que sus plegarias ya debían dirigirse hacia los familiares de las víctimas.

Dos ramos de flores fueron depositados también frente a las oficinas del mensuario político y cultural George, creado por Kennedy en 1995 y del cual era su redactor en jefe.

Nacido el 25 de noviembre de 1960, John cursó estudios de derecho y después de haber incursionado en el teatro, vocación a la que se opuso su madre Jackie, se desempeño hasta 1993 como fiscal adjunto en Manhattan, para luego optar por el campo de la comunicación. Podría haber fracasado en dos ocasiones en sus exámenes de abogado, pero para la revista People era en 1995 "el hombre más sexy del mundo". A diferencia de su hermana, que mantuvo un perfil bajo, fue blanco constante de los paparazzis por sus romances: tuvo una larga relación con la actriz Daryl Hannah y se lo vinculó con la cantante Madonna. Los reflectores y las cámaras lo acompañaron durante su noviazgo y tras su casamiento en 1996, en una ceremonia ultrasecreta, con Carolyn Bessette, otrora relacionista pública de la firma Calvin Kein.

Hasta esta noche, poco antes que la Guardia Costera redujera casi a cero la posibilidad de encontrar vivos a los tres pasajeros de la Piper Saratoga, los medios estadunidenses no sabían si mantener cierta reserva o hacer la necrológica de John F. Kennedy hijo, pero, entre tanto, difundieron una y otra vez la fotografía del saludo militar que John John cuando apenas tenía tres años, frente al féretro de su padre, asesinado en Dallas en 1963.

Ahora, Estados Unidos pierde a quien, pese a no seguir una carrera política, era considerado el príncipe heredero de la dinastía Kennedy, a quien dio sus primeros pasos en la Casa Blanca, durante el período presidencial que se llegó a conocer en Estados Unidos con el nombre que la leyenda diera al reinado del rey Arturo de Inglaterra, el período de Camelot.


* Depositan ofrendas en busca de un milagro


Rinde el pueblo de Estados

Unidos tributo a John John

Afp, Ap y Reuters, Aquinnah, Massachusetts, 18 de julio * La desaparición del hijo de JFK provocó emociones similares a las de la muerte de la princesa Diana en Gran Bretaña. Comenzaron a verse ofrendas florales en la biblioteca John F. Kennedy en Boston y frente al edificio de departamentos donde vivía la pareja desaparecida, en Manhattan, donde algunas personas oraban, y vecinos comentaban entre ellos o hablaban con la prensa. John Kennedy hijo "personificaba lo mejor de esta ciudad. Era competitivo, pero no arrogante. Pese a su fama sus pies se mantuvieron siempre sobre la tierra, por ejemplo, siempre tomaba el metro para ir a su trabajo", dijo Howard McGuire.

En la catedral de San Patricio, en la Quinta Avenida, decenas de personas rezaban por el hijo menor del que fuera el primer presidente católico de Estados Unidos. "Quiero creer en un milagro", dijo la mexicana María Fuentes, quien sostuvo sin embargo que sus plegarias ya debían dirigirse hacia los familiares de las víctimas.

Dos ramos de flores fueron depositados también frente a las oficinas del mensuario político y cultural George, creado por Kennedy en 1995 y del cual era su redactor en jefe.

Nacido el 25 de noviembre de 1960, John cursó estudios de derecho y después de haber incursionado en el teatro, vocación a la que se opuso su madre Jackie, se desempeñó hasta 1993 como fiscal adjunto en Manhattan, para luego optar por el campo de la comunicación. Podría haber fracasado en dos ocasiones en sus exámenes de abogado, pero para la revista People era en 1995 "el hombre más sexy del mundo". A diferencia de su hermana, que mantuvo un perfil bajo, fue blanco constante de los paparazzis por sus romances: tuvo una larga relación con la actriz Daryl Hannah y se le vinculó con la cantante Madonna. Los reflectores y las cámaras lo acompañaron durante su noviazgo y tras su casamiento en 1996, en una ceremonia ultrasecreta, con Carolyn Bessette, otrora relacionista pública de la firma Calvin Klein.

Hasta esta noche, poco antes que la Guardia Costera redujera casi a cero la posibilidad de encontrar vivos a los tres pasajeros del Piper Saratoga, los medios estadunidenses no sabían si mantener cierta reserva o hacer la necrológica de John Kennedy hijo, pero, entre tanto, difundieron una y otra vez la fotografía del saludo militar de John John cuando apenas tenía tres años, frente al féretro de su padre, asesinado en Dallas en 1963.

Ahora, Estados Unidos pierde a quien, pese a no seguir una carrera política, era considerado el príncipe heredero de la dinastía Kennedy, a quien dio sus primeros pasos en la Casa Blanca, durante el periodo presidencial que se llegó a conocer en Estados Unidos con el nombre que la leyenda diera al reinado del rey Arturo de Inglaterra, el periodo de Camelot.

Una familia real estadunidense

Estados Unidos continuaba este domingo conmocionado por el destino trágico de una familia que acepta casi como una dinastía real: "Los Kennedy aparecieron en una era en la que los estadunidenses estaban felices de pensar que Estados Unidos se había convertido en un lugar en el que se podía crecer para ser miembro de una familia real", escribía la revista Time en junio pasado, en su edición especial sobre las "Personalidades del Siglo".

Aunque no son la única dinastía política del país, eran la única familia cuyos acontecimientos eran seguidos tanto por los diarios de información como por las revistas populares que se orientan hacia las estrellas de Hollywood.

Poseen todo lo que se necesita para construir una leyenda: dinero, belleza y poder, y un destino trágico: el jefe del clan estadunidense-irlandés, Joseph Patrick Kennedy, deseaba ver a su hijo mayor Joe ser elegido presidente, pero éste murió en una misión aérea durante la Segunda Guerra Mundial. Fue su hermano John Fitzgerald Kennedy quien alcanzó en cambio la Casa Blanca, pero el 22 de noviembre de 1963 era asesinado en Dallas, a los 46 años. Cinco años después, su hermano Robert intentaba reconquistar el trono, pero también era asesinado en plena campaña presidencial, a los 42 años.

Con su hermano Edward, el clan conoció el perfume del escándalo, cuando en 1969, al regresar de una fiesta, su auto cayó de un puente y su acompañante, que no era su esposa, murió ahogada. Este accidente truncó las aspiraciones de Teddy Kennedy, quien no logró la candidatura presidencial por el Partido Demócrata. El casamiento de la viuda de JFK, Jackie Kennedy --quien murió de cáncer en 1994, a los 64 años-- con el magnate griego Aristóteles Onassis, alimentó luego la presencia de la familia en la revistas del corazón del mundo entero.

El viernes, un nuevo drama vino a engrosar la lista de desapariciones prematuras, cuando la avioneta que piloteaba John Kennedy Jr., quien estaba acompañado de su esposa y su cuñada, desapareció cuando viajaba al casamiento de su prima Rory, hija del asesinado Robert Kennedy y hermana de Michael, que se mató en un accidente de esquí en 1997, y de David, quien murió en 1984 probablemente por una sobredosis.

Para Irving Rein, profesor universitario que se dedica a estudiar el mundo de las celebridades estadunidenses, los Kennedy son ya algo así como una "marca registrada", que ha estado expuesta al microscopio de la curiosidad popular por tanto tiempo y tan a menudo que cada añadidura al catálogo de infortunios toca a todos y no se olvida, y quizá por ello hay quienes hablan de la "maldición" de los Kennedy. (Afp)