* Un hilito de sangre permaneció enlatada 5 años


En este país eres director hasta que se exhibe la cinta: Neumaier

* Se mantendrá en cartelera a cuatro semanas de su estreno

Raquel Peguero * De manera silenciosa, pese al avasallamiento de las superproducciones gringas, la película mexicana Un hilito de sangre, ópera prima de Erwin Neumaier, se mantiene en cartelera gracias a un público que crece paulatinamente. A cuatro semanas de su estreno, la cinta permanecerá en cinco salas del Distrito Federal.

Basada en la novela homónima de Eusebio Ruvalcaba, Neumaier conoció la obra poco después de que una cadena de tiendas se negó a venderla. Mientras negociaba los derechos con el autor, bromearon de que al cineasta podía pasarle lo mismo con su película.

Para su mala pata la profecía se cumplió: el filme permaneció enlatado durante cinco años por diversas razones: desde que el director del Imcine en turno (Jorge Alberto Lozoya) no le gustaba hasta ųen administraciones sucesivasų que no había dinero para concluirla.

Con dos únicas exhibiciones en Guadalajara y Cancún ųen 95 y 96ų, Un hilito de sangre mostró entonces que, sobre todo entre los chavos, tenía muy buen impacto, por lo barroco de su producción y los juegos salidos de la imaginación del protagonista, el entonces treceañero, Diego Luna.

"Lo que me sedujo de la novela fue la frescura de la anécdota, de ir al grano y decir las cosas. El personaje, piensa, dice, actúa... Eso me animó a adaptarla, pues me permitía no ser solemne, romper las reglas, los esquemas, el control: todo lo que esta ahí para romperse, hasta la madre", ríe Neumaier, quien después del sexto tratamiento del guión, decidió no volver a leer la novela, "porque seguía muy apegado a las ideas de Eusebio y yo necesitaba volverlo cine. No podría decir qué tanto hay de la novela, sólo que es muy fiel".

Con una producción enorme para las posibilidades con que contaron, las imágenes que se ofrecen son bastante barrocas: "El chino es chinísimo, la casa de León (Diego Luna) es como repelente, y el viejo parece como de ultratumba con una casa tapizada de periódicos y llena de cosas, por mencionar algo. Además, los colores van cambiando y la música es bastante estridente, puesta todo el tiempo ahí, como todas esas cosas para jugar con los absurdos, pues eso es parte de meternos en la cabeza de un niño que se cuenta un cuento chino ųque sí sucedióų, pero cómo pasó es el chiste".

Para Neumaier estos cinco años en los que su película estuvo enlatada fueron "medio terribles, porque se te mira como otra cosa que no quieres ser, pero como la haces bien y comes de ello no queda más que ajustarse: El ser director es una experiencia medio ególatra, sobre todo si ya dirigiste, te gustó y la película no te quedó tan mal. Cuando eres el productor ųque es a lo que me he dedicado este tiempoų estas como atrás de todo y por mucho que hayas invertido en un proyecto, como Fibra óptica, por ejemplo que hice con Francisco Athié, no puedo sentirla mi película sino la de él. Eso hacia que me perdiera y no pensara que tengo un plan propio y debía seguirlo. Cierto que en este tiempo hice varios videoclips, para satisfacer mi necesidad de dirigir y dejar de comerme las uñas. Pero a finales del año pasado me di cuenta que no podía producir más, que ya me toca volver a estar detrás de las cámaras".

Para lograrlo está dedicado a terminar un guión titulado No sabe tirar y no sabe pelear pero esta muy bien relacionado, "largo pero eficiente ųseñalaų que versa sobre la relación de pareja. Lo vamos a someter al Imcine y a buscar financiamientos para filmarlo". En este país, afirma, "no eres un director hasta que estrenan tu trabajo. Durante años el público y la industria me han considerado productor, aunque para mí yo no lo sea. Sólo me ofrecen proyectos para producir, nunca para dirigir, porque no se conoce mi otro trabajo".

Además, agrega, Un hilito... fue una película que no acudió a festivales, "quizá no tenga éxito en taquilla, otras tampoco lo tienen, pero resulta que alguien que va a festivales es más director que uno y hasta lo consideran bueno. Esa fue mi suerte y me imagino que ayudé a escribirla. No creo que nadie tenga la culpa, fueron las circunstancias". Ahora buscará seguir su camino, pues si algo tiene claro es que quiere dirigir, más ahora que la película está en salas. ''Fueron años de ponerle mucho corazón, y verla en pantalla me llena de emoción y me dan más ganas de filmar".

(Un hilito de sangre, con las actuaciones del desaparecido Jorge Martínez de Hoyos, Claudette Maille, Antonio Serrano, Ana Castro y Guillermo Gil podrá verse todavía en Cinemark-CNA, Cinemex, Mundo E, Lumière-Reforma, los gemelos Los Reyes y en Cinemanía.)