n Asegura Washington que no combate a la guerrilla


Aplazan de nuevo las negociaciones para la pacificación de Colombia

Dpa, Ap, Afp y Reuters, Santafé de Bogotá, 17 de julio n Nuevamente se aplazó el comienzo de las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que estaban previstas para este lunes, debido a discrepancias en torno a la Comisión Internacional de Verificación.

Paralelamente, trascendió que Estados Unidos estaría buscando reanudar los contactos con las FARC, en tanto que el Comando Sur hizo saber que actualmente hay unos 150 soldados estadunidenses en Colombia y que Washington sólo ha estado compartiendo información de inteligencia con el ejército colombiano en materia antidrogas.

Los negociadores manifestaron que la nueva postergación esta vez ha sido por tiempo indefinido, pero señalaron que el próximo 30 de julio volverán a reunirse para seguir discutiendo los puntos de discrepancia en torno a la creación de la comisión verificadora. Tales diferendos por ahora se refieren a los miembros que la integrarán y las funciones que cumplirá.

"Hay diferencia en los nombres y en las funciones de la Comisión Internacional de Verificación, pero no en el proceso de diálogo", dio a conocer el negociador oficial y presidente del Congreso, el conservador Fabio Valencia.

Este es el segundo aplazamiento de los diálogos de paz, ya que inicialmente estaban previsto para comenzar el 7 de julio y hubo de aplazarse para el martes 20 del mismo mes, cuando se alegó que los representantes de la insurgencia no habían podido llegar a tiempo a la cita en la zona de distensión por razones de seguridad.

La fecha del 20 de julio se adelantó luego al 19 del mismo mes, que es la que ahora se ha aplazado. Tal adelanto, según explicó el comisionado gubernamental para la paz Víctor Ricardo, tenía como objeto no entorpecer el día de la independencia nacional el 20 de julio, que es cuando el Congreso abre actividades.

Pero ahora, de cara al nuevo aplazamiento, Valencia explicó que ante los diferendos de apreciación surgidos en los puntos antes señalados, y acorde con la trascendencia que tiene el asunto, se prefirió cancelar el inicio de los diálogos a fin de elevar otras consultas y abrir un espacio de reflexiones.

No es un revés

Con todo, subrayó que el aplazamiento no debe interpretarse como un revés en los diálogos con las FARC. "Esto es un proceso lento, es un proceso muy difícil, tenemos que entender que estamos tratando de superar una guerra de 40 años en el país y que no es fácil, a veces ponernos de acuerdo", expresó.

El delegado apuntó que los preacuerdos disponen que tanto los integrantes de la comisión como sus funciones deben ser por consenso de las partes, lo cual fue avalado por el comisionado Víctor Ricardo, quienes dieron una conferencia de prensa en la localidad de La Tunia, departamento del Meta, en la zona de distensión.

El comandante guerrillero Raúl Reyes, quien es uno de los siete miembros de la dirección de las FARC y representante en las pláticas, señaló a su vez que la insurgencia reitera su "voluntad inquebrantable" de seguir buscando salidas al conflicto, en alusión a la continuación de los diálogos de paz.

Reyes comentó que todavía falta conversar mucho sobre el tema de las reglas del juego y respecto a la comisión que verificará estos compromisos, no obstante que las partes ya tienen acordada una agenda de 12 puntos que habrán de discutir en cuanto arranquen los diálogos, en relación con la búsqueda de soluciones políticas y socioeconómicas para el país.

El líder rebelde aprovechó para quejarse de que la Defensoría del Pueblo los acusa de responsabilidad en la muerte de al menos una decena de personas desde noviembre en la zona de distensión, y dijo que tampoco han tenido respuesta del gobierno en torno a un plan piloto en un municipio cercano sobre erradicación de coca.

Negó que las FARC sean una "narcoguerrilla, como la tachan sectores políticos y militares. Aseveró que el Departamento de Estado, por ejemplo, no se va a reunir con un grupo de mafiosos, ni el presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York va a ninguna parte a reunirse con narcotraficantes, aludiendo a recientes encuentros con ellos.

Al conocer de la postergación de las pláticas de paz, jerarcas de la Iglesia católica colombiana advirtieron que esto puede restarle seriedad a un proceso marcado en los últimos días por los rigores de la guerra, lo que alejaría las posibilidades de un acuerdo de paz.

El gobierno estadunidense buscaría contactos con los rebeldes

El telenoticiero colombiano CM& dio a conocer que el subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos, Peter Romero, habría enviado una misiva al comandante Luis Reyes en la que lo invita a reanudar los diálogos, suspendidos tras el asesinato por la guerrilla de tres indigenistas estadunidenses en marzo.

Según esto, la carta fue entregada a Reyes el 3 de junio pasado, cuando los congresistas William Delahunt y Robert White se reunieron con líderes rebeldes en el selvático poblado de San Vicente del Caguán, el más importante en la zona desmilitarizada donde la guerrilla tiene control.

Los temas a discutir, acorde con la propuesta de Romero, serían la suspensión por la insurgencia del secuestro de ciudadanos extranjeros, la entrega a la justicia de los rebeldes culpables del crimen de los tres indigenistas estadunidenses y acerca de un plan de erradicación de cultivos de coca y amapola.

Hasta el momento, Washington no ha cruzado la línea que separa el hecho de compartir inteligencia antidrogas con el ejército colombiano y ayudarlo a combatir a las guerrillas, declaró por su parte el jefe del Comando Sur, general Charles Wilhelm. En cambio, afirmó, la insurgencia es un asunto interno a resolver por Colombia.

En términos similares se manifestó el embajador estadunidense en Bogotá, Curtis Kamman, al asegurar que su gobierno sólo desea ayudar a Colombia en el combate al narcotráfico. Aunque, sostuvo, la guerrilla está recibiendo ingresos del narcotráfico.

Por otra parte, medios de prensa colombianos dijeron que el gobierno suspendió los contactos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en torno a la liberación de rehenes, debido a que el presidente Andrés Pastrana recibió una carta en que el agente alemán Werner Mauss y su esposa Ida se declaran "los únicos autorizados" por el ELN para dicha gestión, siendo que el gobierno los descalifica.

Mientras, se reportó que presuntas milicias urbanas de las FARC hicieron estallar una bomba que semidestruyó un cuartelillo en Barranquilla, al tiempo que al menos cuatro soldados y un rebelde murieron en un ataque guerrillero en un suburbio sureño de Bogotá.