n Zedillo, decidido a ocultar lo relacionado con el Fobaproa: López Obrador
Banqueros y gobierno, confabulados
n Las aportaciones de Banco Unión al PRI son sólo una pieza del rompecabezas de corrupción, dice
Roberto González Amador n Impulsor como dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de la investigación sobre el rescate bancario, Andrés Manuel López Obrador no duda en afirmar que detrás de las operaciones del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) se esconde ''una gran confabulación entre banqueros y funcionarios, en detrimento de los intereses de la nación''.
El proceso de rescate bancario, cuyo costo supera los 84 mil millones de dólares, ''fue un complot contra los intereses nacionales, fraguado en el más alto nivel de la toma de decisiones en México'', dijo en entrevista con La Jornada.
López Obrador está convencido de que todo el proceso de rescate bancario, independientemente de los resultados que arroje la auditoría ordenada por el Congreso, deberá ser revisado, en el 2000, por un gobierno ajeno a las complicidades que ocurrieron en los últimos años. ''Lo único que espero es que no quemen los archivos del Fobaproa y que el PAN no vaya a prestarse a su destrucción, como lo hizo con las boletas electorales de 1998'', señala.
Con dos legajos de documentos a la mano para respaldar sus afirmaciones, López Obrador asegura que el presidente Ernesto Zedillo ''tomó la decisión de encubrir todo lo relacionado con el Fobaproa, porque así funciona el actual sistema político, mediante complicidades que han dejado de manifiesto la forma en que el poder económico y el poder político se alimentan y nutren mutuamente''.
Los panistas aún pueden rectificar
López Obrador afirma que la connivencia entre banqueros y autoridades para ocultar el ''gran fraude'' del rescate bancario no pudo ser posible sin la complicidad de Acción Nacional, partido que se atribuye la creación del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), sustituto del Fobaproa.
''El PAN está obligado a rectificar, a reconocer que fue un grave error prestarse a aprobar las operaciones del Fobaproa. Y todavía hay tiempo para que ese partido rectifique''.
Antes de dejar la presidencia nacional del PRD, en mayo pasado, Andrés Manuel López Obrador denunció que el Fobaproa asumió como quebranto los créditos de un puñado de grandes empresarios. También afirmó que recursos empleados por el PRI para financiar sus campañas políticas que salieron de Banco Unión pasaron a formar parte de los pasivos del rescate bancario y, con la documentación respectiva como prueba, pidió a principios de año juicio político contra los responsables del proceso de saneamiento financiero.
Entrevistado en su domicilio particular, un departamento de clase media cercano a la UNAM, el ex presidente del PRD insiste en que el costo del rescate bancario, que pasó de 180 mil millones de pesos manifestados por el presidente Zedillo en su segundo informe de gobierno, a un saldo actual de 840 mil millones de pesos, fue creciendo al amparo de una red de connivencia entre funcionarios del gobierno, los encargados de la supervisión del sistema financiero y los propietarios de los bancos.
''Varios factores influyeron en el tejido de esa red de complicidades. Primero, la concepción de los tecnócratas en el sent ido de que la política económica debe rescatar a cualquier costo al sistema bancario; esto entraña una contradicción: hablan de un Estado eficiente y sin obesidad cuando se trata de cumplir con obligaciones sociales, pero es otra la vara con la que miden la participación del Estado cuando se trata del rescate financiero.
''Pero otro factor igual de importante, además de la concepción sobre el papel del Estado, es el contubernio y la corrupción. Ahora es indudable que algunos banqueros y grandes deudores rescatados por el Fobaproa recibieron un trato privilegiado, que hubo complicidades amarradas por soborno, necesidades políticas y hasta por relaciones públicas'', señala.
López Obrador afirma que el escándalo provocado por las donaciones de Banco Unión y su propietario Carlos Cabal Peniche al PRI, denunciadas por el PRD hace un año y retomadas por el PAN esta semana, no es la única pieza del rompecabezas de donativos irregulares. ''Habrá que esperar los resultados de la auditoría ordenada por el Congreso --que se conocerán el próximo lunes. Pero es un hecho que otros banqueros como Roberto Hernández (de Banamex) también entregaron donativos al PRI. Y también se debe conocer que Serfin aportó una buena parte del dinero empleado para el rescate de los empresarios dueños de carreteras. Esto apenas va a comenzar'', agrega.
Exhorta a insistir en la
demanda de juicio político
El ex presidente del PRD insiste en la necesidad de que se reactive la demanda de juicio político presentada en la Cámara de Diputados en octubre pasado. ''Estamos hablando de que en el manejo del Fobaproa hubo complicidades, contubernio y asociación delictuosa en perjuicio de los intereses políticos fundamentales y de su buen despacho. Por eso es procedente el juicio político''.
Se refiere también a la decisión del PAN de dar a conocer, al inicio de esta semana, documentos que prueban la entrega de donativos de Banco Unión al PRI, que fueron presentados al público por López Obrador el año pasado.
En la actuación de Acción Nacional, señala, hay ''una gran simulación''. Ese partido, indica, es responsable de la situación actual, de convertir las deudas privadas en públicas.
''Los panistas no actuaron con ingenuidad. Hubo complicidad de parte de ellos, por eso es absurdo y ridículo que ahora quieran enarbolar el asunto del Fobaproa'', manifiesta.
Dice que detrás de la decisión del PAN de dar a conocer los documentos sobre los donativos de Cabal está el reconocimiento, por parte de ese partido, de que el quebranto económico del país es enorme por el costo del rescate bancario. Acción Nacional ''cometió un error histórico al aprobar el Fobaproa y ahora pretenden lavarse la cara y engañar de nuevo a la gente, pero eso es misión imposible, porque es del dominio público la actitud que asumió el PAN''.