n Culminó ponencias en El Colegio Nacional


Reconocer la diferencia, premisa del México multicultural: Villoro

n ''La justicia exige la atención prioritaria de las necesidades vitales''

Angélica Abelleyra n En su serie de conferencias Hacia una teoría de la justicia, en El Colegio Nacional, el filósofo Luis Villoro (1922) comentó que en un Estado multicultural, como México, ''no puede darse por supuesto el acuerdo de fines y valores colectivos últimos entre personas de culturas diferentes. Por tanto, el presupuesto de cualquier acuerdo libre es el reconocimiento de esa diferencia. La falta de consignación en el orden jurídico del derecho a la autonomía cultural de los pueblos o minorías de culturas diferentes a la hegemónica, expresa un rechazo a la posibilidad de realización de ciertas libertades básicas" a las que se añadirían la satisfacción de necesidades de sobrevivencia (alimentación, vestido, habitación), pertenencia a una comunidad y convivencia social, como condiciones que posibilitan la libertad.

Abolir la exclusión

En la segunda de tres charlas, efectuada el martes por la noche, el investigador emérito de la UNAM añadió: ''Para poder ser libre, ciertas necesidades elementales tienen que ser previamente satisfechas. Quien no tiene cumplida la sobrevivencia que es alimentación, habitación, vestido y seguridad de vida, difícilmente puede elegir libremente su estilo de vida. En muchos países, amplios sectores son esclavos de esas necesidades elementales, al grado de impedirles seguir otros valores. La experiencia que los excluye de la libertad ya no es un régimen autoritario sino su imposibilidad de acceso a bienes y servicios materiales mínimos. La justicia exige la atención prioritaria a las necesidades vitales. En países subdesarrollados muchos ciudadanos carecen de la libertad de decidir por sí mismos por estar sujetos a otros hombres, por carecer de información de sus derechos o porque al ejercerlos ponen en riesgo la pérdida del trabajo o incluso de la vida. Estas situaciones no son la excepción en la mayoría del planeta, son las más frecuentes", lamentó el autor de En México, entre libros, La significación del silencio y Creer, saber, conocer.

Con el título ''Exclusión, libertad e igualdad", la conferencia reunió a estudiantes, maestros y público en general que ocupó el aula mayor del organismo al cual Villoro pertenece desde 1978. Ahí el doctor en filosofía y premio Universidad Nacional añadió que ''un Estado conforme a la justicia tendría por tarea primordial la disminución y aun la eliminación de toda situación de exclusión actual o pasada, que impida la realización de la libertad para todos. Bu scaría alcanzar la igualdad en las diferencias, asumiendo ese fin como justificación de un tratamiento preferente a los sectores que sufren una exclusión total o parcial. Desde esta perspectiva, la exigencia de justicia otorgaría al Estado una función que rebasa su carácter pretendidamente neutral", como se presenta en algunas teorías liberales contemporáneas.

Más adelante, Villoro indicó que en un contexto de Estado no neutral ''sobre los ideales de imparcialidad y tolerancia se levantarían las metas de cooperación y solidaridad entre los diferentes para alcanzar el bien común de la justicia. A la idea de una asociación política constituida por ciudadanos diferentes, pero iguales ante la ley, se sustituiría la de una comunidad de hombres y de mujeres que hacen suya la construcción de un valor común. A la tolerancia como virtud de una sociedad neutral ante las diferencias existentes, sucedería la cooperación para lograr un fin que a todos interesa: la abolición de toda exclusión".

Igualdad para ser sujetos morales

Para cerrar la velada, detalló en cuatro puntos sus conclusiones:1) Todas las personas tienen igual derecho a los valores básicos de sobrevivencia y convivencia como condiciones necesarias para fungir como sujetos morales. Deben eliminarse, en cada situación histórica concreta, las exclusiones que lo impidan. 2) Todas las personas tienen igual derecho al sistema total más amplio de libertades mínimas, requeridas para que un sujeto pueda fungir como agente moral. 3) Las demás libertades específicas sólo pueden restringirse en la medida que esa restricción sea necesaria para cumplir el igual derecho a tener valores básicos y que todas las personas gocen de un sistema de libertades mínimas. 4) Las desigualdades políticas, sociales y económicas deben ser tratadas de manera que a) sean para el mayor beneficio de los menos favorecidos; b) las desigualdades producidas por exclusiones históricas anteriores puedan ser rectificadas mediante la adscripción de cargos, posiciones y oportunidades que compensen a los anteriormente excluidos hasta lograr la igualdad.

(''Exclusión y ciudadanía" fue el tema con el que ayer Villoro cerró el ciclo.)