* Califica de intransigente al CGH y sugiere que hay fuerzas desestabilizadoras
Rechaza la Iglesia gratuidad de la educación superior
Alma E. Muñoz * Después del conflicto en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las autoridades deberían establecer una estrategia de sensibilización entre los estudiantes, a partir de la secundaria, para hacerles ver que la enseñanza superior en México no puede ser gratuita, consideró el secretario ejecutivo de la Comisión de Educación y Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Edmundo Morales.
En entrevista, el sacerdote indicó que la institución católica está a favor del alza de cuotas en las universidades públicas y por tanto, de las posturas que al momento ha tomado el rector Francisco Barnés de Castro para solucionar el conflicto en la máxima casa de estudios. Asimismo, acusó a los paristas de intransigentes al negarse a entregar las instalaciones universitarias.
Bajo este aspecto, señaló, "no se puede descartar que haya otras fuerzas de desestabilización metidas en este asunto y a las cuales no conocemos, pero que son evidentes por el momento tan politizado que estamos viviendo".
Para el religioso, el conflicto universitario "es cada vez más delicado por la intransigencia del Consejo General de Huelga, porque si rectoría cedió en el hecho más importante --el Reglamento General de Pagos--, ellos tendrían que poner en consideración dentro del diálogo algunos de los puntos de su pliego petitorio, pues retoman problemas superados en el pasado, que permitirían a la UNAM tener mayor calidad como son las modificaciones al pase reglamentado y establecer topes para terminar estudios".
A la Iglesia, ahondó el padre Edmundo Morales, le parece que el problema es muy complejo, porque "hay muchas fuerzas que se mueven por atrás, no las conocemos exactamente. Sentimos que no son los muchachos (paristas) los que están ahí; hay grupos políticos por abajo, sobre todo en un momento tan politizado como la víspera de las elecciones del año 2000".
En este punto, exhortó a los estudiantes de "extrema izquierda, línea dura," a recapacitar por el bien de la institución y del propio México. Necesitamos agotar, externó el religioso, las instancias de diálogo y "mentalizar a los jóvenes sobre la importancia de que el gobierno no debe ser el único que otorgue subsidios a la universidad pública, y para esto hay que trabajar desde la primaria, secundaria y preparatoria con el fin de hacerles ver que la sociedad debe correr con gastos en la educación superior y evitar situaciones similares en un futuro".
La intención, entonces, es "sembrar la idea de que la universidad cuesta y aceptar que la autonomía puede estar en entredicho cuando la institución recibe dinero de otro lado. Más aún --dijo-- debe entenderse que hay fallas en las políticas educativas, derivadas, podría darse el caso, de las crisis económicas y políticas impulsadas, lo que nos ubica en el lugar 50 de entre 174 naciones del mundo en materia de esperanza de vida y educación, como difundió la Organización de Naciones Unidas.