La Jornada miércoles 14 de julio de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Los panistas se han encomendado a la providencia para buscar que les libre del pecado de complicidad.

Sabedores de la premisa religiosa de que quien busca, encontrará, los miembros de la santísima trinidad PAN-Fobaproa (Carlos Medina Plascencia, Santiago Creel y Fauzi Hamdan) buscaron entre sus archivos y, šmilagro!, se toparon con documentos que muestran las vinculaciones entre Carlos Cabal Peniche y la campaña de 1994 de Roberto Madrazo Pintado (y de allí, a un pasito, con la presidencial del doctor Zedillo).

Tan oportunos papeles tenían más de un año allí agazapados, perdidos, reacios a salir a la luz pública, pero fueron ahora ''encontrados providencialmente'', de manera ''fortuita''.

La impresionante conversión de archivos secretos en denuncias públicas, se dio en el contexto del enfrentamiento entre panistas y priístas a causa de las maniobras con las que éstos cerraron el paso en el Senado de la República a propuestas de reforma electoral hechas por la oposición en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Y un rizo de tu cabello...

Así, lo que habría de ser negociado en lo oscurito, en una típica concertacesión, pasó a ser del dominio público, una especie de publicitación de las cartas perfumadas de los amantes ahora despechados.

Pero, para desgracia de los panistas, la providencia les ilumina parcialmente.

En su afán de aparecer como opositores reales, como críticos verdaderos, los diputados del blanquiazul, que se encontraron de repente con tan reveladores documentos, se olvidaron de que tales pruebas no sólo habían sido dadas a conocer primero por otro partido, sino que oportunamente habían sido conocidas también por diputados federales como el propio Creel, por el procurador federal panista, Antonio Lozano Gracia, y por otros prohombres de Acción Nacional.

Así es que, para su desgracia, el asombroso milagro de los rollos de la concertacesión muerta no podrá ser tomado en cuenta para abonar el camino a la beatificación panista. Esos documentos ya eran conocidos por los blanquiazules desde mucho tiempo atrás, aunque no habían tenido ninguna desavenencia grave con el priísmo como para sacar tales expedientes a relucir.

Una pareja estable

De cualquier manera, lo que cuentan son las intenciones, y éstas son las de presionar al señor de Los Pinos para que negocie y evite que el PAN hurgue más en los expedientes de Banco Unión, del Fobaproa y de campañas políticas de candidatos a gobernador, como Madrazo, y a presidente, como Zedillo.

Pero no hay problema, como con las amenazas de huelga periódicamente lanzadas por Fidel Velázquez, todo se arreglará oportunamente. A cambio, sí, de concesiones, cuotas de poder u otros beneficios, pero finalmente todo se enmendará. Son, a fin de cuentas, enojos circunstanciales de una pareja que en el fondo es bastante estable.

Humor porfirista

Ha provocado polémica la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador sea postulado candidato perredista a gobernar el Distrito Federal.

En Tabasco, las huestes madracistas aprovechan el viaje para decir que el ex líder nacional perredista sólo utiliza la entidad como refugio temporal mientras le sale otro cargo más importante.

En publicaciones salinistas editadas en la capital del país, se hace mofa de su presunta postulación y se asegura que es tan electoralmente débil que garantizará el triunfo de los priístas.

Alguien que todavía es formalmente perredista, Porfirio Muñoz Ledo, ha dicho por su parte que en el Partido de la Revolución Democrática no se aceptan ''importaciones tropicales'' y, en contrapartida, propuso como precandidatos viables al gobierno capitalino al perredista Alejandro Ordorica, al panista Santiago Creel y al independiente Marcelo Ebrard.

Tan disímbolas oposiciones parecen mostrar que Andrés Manuel López Obrador sí tiene posibilidades de ser candidato en chilangolandia.

La presidencia imperial

No parece creíble, pero así es: apenas hoy, si no hay cambios de última hora, el presidente Ernesto Zedillo habrá de entrar en contacto oficial con el gobernador de Baja California Sur, Leonel Cota Montaño, quien fue electo el 7 de febrero y tomó posesión el 5 de abril.

La escandalosa tardanza del jefe del Estado mexicano en reconocer políticamente, y atender institucionalmente, al gobernador de una entidad federativa, es todavía peor si se toma en cuenta que, en otros casos, ha habido hasta precipitación para felicitar a los presuntos ganadores (cuando sus victorias todavía no eran oficiales e inclusive estaban sujetas a impugnaciones serias y perdurables, como el caso de René Juárez Cisneros, de Guerrero, electo el mismo día que el sudcaliforniano Cota).

Nadie sabe a ciencia cierta la razón del preocupante desdén presidencial. Cota Montaño fue priísta y, siendo presidente municipal de La Paz, buscó la postulación tricolor y, al serle adjudicada a otro aspirante, pasó a encabezar una exitosa alianza opositora encabezada por el PRD.

Pero, ni siquiera en el caso de Ricardo Monreal había perdurado tanto el enojo. En fin, hoy estará al fin el presidente Zedillo en Baja California Sur y, a cinco meses de que Cota Montaño fue electo, le podrá dar una tardía felicitación y un republicano reconocimiento.

Por cierto, las finanzas estatales ya están desfondadas. Los secretarios de Estado, reproduciendo el ejemplo de la superioridad, poca o nula atención le han hecho al gobernador, quien ha logrado ahorros ųentre otras cosasų al poner en venta el avión oficial, reducir gastos de sus funcionarios y prescindir del uso de la residencia oficial y quedarse a vivir en su casa propia.

En fin, que más vale tarde que nunca. Hoy, el presidente Zedillo tendrá una buena oportunidad para hablar de federalismo, de respeto a la pluralidad y de otros bellos temas discursivos.

Astillas: Jef Bush, el gobernador de Florida, ha hecho bastante ruido político con su visita a México para promocionar las relaciones económicas y sociales entre aquella próspera entidad de Estados Unidos y nuestro país. El barullo se debe sustancialmente a que Jef es el hermano de George, quien busca ser el próximo presidente de aquella nación, como ya lo fue el padre de ambos. Al menos de palabra, y habida cuenta de que él no asume ningún compromiso, pues no es candidato a nada, sino hermano de un precandidato, Jef mostró un talante abierto y una postura menos conflictiva que otros políticos del vecino país... En Veracruz se ha comenzado a explorar la posibilidad de una alianza opositora entre el PAN, el PRD, el PT y el PCD, con la idea de postular candidatos comunes a presidencias en 20 municipios de ese estado...

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