Debía, no tiene caso, huir de tu sombra

ahuyentar el espanto de la noche

sumergir tu ausencia

en el canto nocturno de los perros.

Debía, no tiene caso, huir de tu sombra

guardar en el reloj o almohada fría

y esperar de la vigilia su vértigo.

Debía, no tiene caso,

quemar la sábana cuando te marchas.

* Texto incluido en el poemario Marverde, que forma parte de la serie La otra orilla