* Los autores, perseguidos en sus países, son los primeros huéspedes de Citlaltépetl
Arsenijevic y Bajraj, artistas cuyo único compromiso es la escritura
* Coinciden en que su estancia en México les aportará ideas para reanudar su labor creativa
Angélica Abelleyra * No sólo los une la condición de escritores, también la guerra en los Balcanes, la persecución, el exilio, y dos hijos y una compañera que viajaron con cada uno desde Serbia y Kosovo. Los une además una nueva etapa en México, un lenguaje ajeno y un paisaje extraño que no es de bombas ni de fosas comunes.
Aquí ya no necesitan ser disidentes, pero ambos disienten del tan manoseado ''compromiso'' del escritor con la sociedad, el Estado, la nación o esos valores supremos.
El narrador serbio Vladimir Arsenijevic (1965) y el poeta kosovar Xhevdet Bajraj (1960) establecen un solo compromiso: ''con la escritura'', responde cada uno, sin importar su forma: novela o poesía. Arsenijevic llegó a nuestro país hace seis semanas. Bajraj, en tanto, tiene apenas 15 días en la ciudad de México.
Son los dos residentes que inician la vida de la Casa de Citlaltépetl, sede mexicana del Parlamento Internacional de Escritores (PIE), concebida desde que el DF fue designado uno de los 30 sitios o ciudades refugio que albergan a los escritores perseguidos por sus ideas, participación civil, postura crítica ante la guerra y, en este caso, insumisión ante el conflicto en los Balcanes, recrudecido desde marzo, pero con una centenaria historia que no encuentra aún tregua.
Xhevdet Bajraj (1960) estudió literatura en la Universidad de Pristina. A la fecha ha publicado tres libros de poemas, todos en albanés: Nënë prej guri (Madre de piedra, 1988), Emblema e vdekjes (Emblema de muerte, 1993) ųconsiderado el mejor libro de poesía de ese año por la Unión de Escritores de Kosovoų, y Copë e Humbur e Parajsës (Pieza perdida del cielo, 1996), ninguno traducido al español. Sin embargo, Bajraj entregó un conjunto de 20 poemas para editarse en México, según informes de Phillipe Ollé-Laprune, responsable de la Casa de Citlaltépetl, que en septiembre será abierta al público con un programa que integrará ciclos de conferencias acerca de la literatura del exilio y la censura.
A su vez, Vladimir Arsenijevic (1965) es disidente del poscomunismo de Milosevic, fue uno de los intelectuales que dio más apoyo al movimiento estudiantil por la democracia en Serbia, a fines de 1996 y principios del 97, en Belgrado. Desde entonces se le considera ''enemigo de la nación'', la circulación de sus libros se encuentra restringida y su nombre encabeza la lista de personas con prohibición de trabajar en los medios públicos de información.
Como novelista, Arsenijevic ha contado con buena fortuna. Entre líneas, libro editado en español por la firma barcelonesa Edhasa (1998), ha sido traducido a 17 idiomas y recibido premios como el NIN, que otorgan a lo mejor de la literatura en su país. Prosiguió Andjela (Angela), publicado sólo en serbio y en danés, como parte de una tetralogía en la que el escritor continúa trabajando, ahora en México. Sus narraciones giran en torno de la derrota del espíritu.
Vladimir Arsenijevic (VA) fuma mucho, sonríe a menudo, habla en inglés y nos auxilia en la traducción de las palabras en albanés de su colega que, como él, asiste a clases de español. Xhevdet Bajraj (XB) se mantiene serio y reflexivo. La guerra ha sido más dura para él, familiares han muerto y la persecución ha sido cruenta. Sonríe al final, amable. Para su manutención, el Fonca designó dos becas de un año con una partida de 15 mil euros para cada uno.
Aquí parte de la charla, traducida por Ana Claudia Acosta.
ųƑCómo se sienten en México?
VA: Estuve muy nervioso en el avión, debido a que no hay sección de fumar y durante 15 horas tuve que arreglármelas sin cigarros. Las primeras personas que vimos en el aeropuerto fueron oficiales. Fue la policía quien nos recogió y nos llevó a diferentes lugares. Por este gesto, tuvimos la impresión de que México es un país muy amistoso. Esta es la primera vez que estoy tan lejos de mi país. En general había viajado por Europa, pero es raro lo lejos que se puede estar de casa y aún así sentirse como si estuviera en ella.
XB: Me siento bien aquí. Con el tiempo, vuelvo a la normalidad, por así decirlo, porque el año pasado fue muy difícil. Mi experiencia es muy corta, de dos semanas, pero estoy de maravilla y siento que la gente es muy buena.
ųƑCualquier lugar es bueno para escribir?
VA: Supongo que sí. Aprecio el haber vivido en Yugoslavia todos esos años, porque me dio experiencias que de otra manera no tendría. Como ser humano no se pueden apreciar vivencias mórbidas, pero como escritor uno aprende a aprovecharlas. Existe un periodo anterior a la guerra que aproveché, la vida existía, pero mi literatura comenzó con la guerra y todo lo que me pasó fue debido a ella. México me ofrece nuevas ideas y es una motivación para la inspiración. Abres todos tus sentidos, te conviertes en una esponja, tomas todo. En estas situaciones trabajo mejor.
XB: Es una motivación estar en México, porque siento que estoy en contacto con una gran cultura que puede enriquecer mis puntos de vista.
ųƑSe sienten perseguidos?
VA: No tuve problemas con las autoridades en Yugoslavia, pues nunca me arrestaron o llevaron a la policía. No tuve conflictos para salir del país, así que, en el sentido estricto de la palabra, "perseguido" no soy, como casi nadie en Europa, donde la idea de persecución se transformó en algo menos visible de lo que era en los tiempos del comunismo en Europa del este. Ahora, los escritores llegan, en el mejor de los casos, a 2 mil lectores, y aun en sociedades desarrolladas la buena literatura no vende, así que la voz de los escritores es muy limitada. Ahora la persecución en Yugoslavia se concentra en los medios, donde algunas estaciones de radio son prohibidas y los periodistas son llevados a la corte por lo que escriben de los asesinatos políticos. Para los escritores no funciona así, creo que tanto Xhevdet como yo vivimos en una sociedad en donde básicamente todos son perseguidos sólo por estar ahí y por ser ciudadanos. Los albaneses han sufrido mucho en Kosovo, pero otros también han sufrido en Yugoslavia. Sin importar si eres serbio o albanés, la gente no es protegida.
XB: En Yugoslavia todas las personas son perseguidas, particularmente los albaneses. Milosevic se las ingenió para empujar a todo un pueblo fuera del sistema, de la ley, de la sociedad. Primero fui perseguido como ser humano, como empleado, porque me quedé sin trabajo. Dos meses después de la intervención de la OTAN, la policía llegó a mi casa para decirme que estaba deportado de mi país. Perdimos nuestra casa y muchos parientes y amigos que fueron asesinados. El pueblo fue quemado.
ųSegún Xhevdet, Ƒqué papel juega la poesía en tiempos de guerra?
XB: La verdadera tragedia reside en el hecho de que los artistas y los poetas son quienes escriben la verdadera historia, y no los historiadores, que en general sirven al gobierno. Ni los poetas ni los escritores están contenidos en los libros de historia. Ahora estamos hablando a nombre de la mayoría de los escritores de los Balcanes, quienes están conscientes de que no tienen palabra en los acontecimientos y que no pueden influir en ellos. Lo que es muy relevante es que hay un número importante de intelectuales que está tratando de calmar y eliminar las tendencias del mal y de continuar expresando sus ideas en un contexto de distintas naciones. Corresponde al artista mantener la objetividad y la neutralidad, al igual que el lado humano de la vida.
ųƑCuáles son los retos del novelista para no usar un lenguaje retórico y fácil en la narrativa de guerra?
VA: Siempre me han preguntado eso, porque escribí un libro sobre la guerra en Croacia en 1991. Lo preparé entre 1992 y 1993, muy cerca de los acontecimientos. Estoy acostumbrado a responder preguntas acerca de la distancia y cosas como esas, pero no soy una persona politizada, no soy un activista ni hago análisis político. Escribo acerca de lo que está sucediendo frente a mis ojos, aprecio la realidad y diría que lo que escribo está ciento por ciento relacionado con lo que veo, a pesar de que no es autobiográfico. Siempre traté de escribir un libro que reflejara lo que estaba pasando en ese momento, así que cuando llegó la guerra sólo tomé el momento como tal y escribí acerca de él sin complejos, sin tratar de explicar lo que estaba sucediendo. Estaba realmente interesado en los sentimientos, no en el aspecto intelectual del asunto.
ųƑAsumen ese tan nombrado ''compromiso'' social del escritor?
VA: Ambos fuimos criados en la República Federal Socialista de Yugoslavia, un sistema comunista, poco radical, en el cual fue oportuno no discutir ciertos asuntos. Era un país multinacional, donde además la cuestión religiosa tampoco se resaltaba, especialmente en Belgrado, que era una ciudad cosmopolita, sin este tipo de identidades. Así que crecí en una familia que no me guió hacia una dirección en particular. No me criaron para ser serbio o para ser un cristiano ortodoxo o cualquier cosa similar. Fue muy fácil convertirme en multinacionalista. Además, crecí con música inglesa o estadunidense. En una parte de Yugoslavia ser de ese país era como ser suizo o estadunidense, todo estaba por encima de una identidad. En este sentido, como escritor siento que sólo me represento a mí mismo y que no tengo ningún tipo de compromiso, ni con el país ni con mi pueblo. Sólo tengo obligación con mi propia escritura.
XB: No hago en absoluto ningún compromiso como poeta con mi país, mi nación u otras naciones. El único compromiso que podría tener mientras escribo es con mi criterio estético. Primero escribo porque amo la poesía y después quizá podría escribir como albanés o tan sólo como individuo. Rehúso ser serbio o albanés. Cuando exploro la universalidad, entonces no tengo la necesidad de ningún tipo de compromiso.
ųƑSon optimistas o pesimistas acerca del futuro de sus países?
VA: Probablemente tendríamos que hablar de dos países distintos, porque a partir de ahora el futuro de Kosovo y el de Serbia serán diferentes. El futuro de Serbia dependerá de lo que pase con Milosevic. Hay una gran ola de protestas contra él y es bueno ver la vida de nuevo en las calles, protestando, porque parecía desaparecida. El país ha sido destruido, la infraestructura también, hay problemas de necesidades básicas, como combustible y electricidad. Antes de esa guerra teníamos el problema de 56 por ciento de personas que no cubrían sus necesidades básicas y ahora aumentó a 70. Es mucho, no podría ser peor y la ayuda no va a llegar o va a ser muy escasa mientras Milosevic sea el presidente del país. Es obvio que él no es un buen político, pero es muy buen sobreviviente. Ello es el principal problema ante tantas cosas que la gente ha intentado en Yugoslavia para lograr un cambio real, que nunca ha sido posible. Sobre el futuro, es difícil decir qué dirección tomarán las acontecimientos.
XB: En general tiendo a ver el lado oscuro de las cosas, me inclino hacia el pesimismo. Entiendo bien que cualquier camino que tome Kosovo en el futuro probablemente no sea el más inteligente. La gente estará en la elite política y guiará al país de la misma manera que lo hacen en Alemania o en otras naciones. La vida con frecuencia es simple por la gente. Si lo que tuvimos, si lo que estamos experimentando ahora se puede llamar libertad, o lo que se estará desarrollando en cinco o diez años es también eso, resulta muy difícil para mí encontrarle sentido cuando se compara con el número de personas que han muerto y sufrido.
ųƑEl siglo XXI estará marcado por los fanatismos o lograremos salvarnos de ellos?
VA: Yugoslavia debería llegar al fin de todos los fanatismos, porque no le dejaron nada a nadie. Creo que casi todos, excepto Eslovenia, no la han pasado bien y nadie ha ganado. Los líderes serbios son los que han perdido más, pero el resto atraviesa por tiempos difíciles. Pienso que las ideas de nacionalismo y chovinismo están perdiendo energía: no hay ningún lugar más adónde ir, hemos llegado al final. Espero que en el próximo siglo tengamos más posibilidades, pero los nacionalismos en Europa no son una especialidad yugoslava, existen en todos los países con más de dos naciones viviendo juntas.
XB: Si continuamos en el siguiente siglo, las cosas pueden tornarse más serias y los problemas más profundos por estas naciones que no pudieron sobreponerse al mal, al odio mutuo, a pesar de haber vivido durante muchos años en el mismo estado, con matrimonios mixtos e instituciones mixtas en donde todos participaron.