* Sus seguidores finalmente se impusieron al PAN


Fox, precandidato a la Presidencia

Juan Manuel Venegas * El foxismo tomó prestadas las siglas de Acción Nacional, y este sábado alcanzó el objetivo trazado hace dos años. Vicente Fox Quesada registró su precandidatura y, como si hiciera falta, Francisco Barrio se adelantó a nombrarlo desde ahora "virtual candidato presidencial" del PAN en el 2000.

Virtual candidato que, ayer, tuvo dos lapsus que a más de un panista de cepa pudieron molestar. El primero, quizá por su falta de cultura partidista, cuando quiso "abandonar" los principios y doctrina blanquiazules; el segundo, tal vez por revanchismo político, cuando se le olvidó mencionar, en su carta de presentación ante el panismo, los más de 9 millones de votos que Diego Fernández obtuvo en 1994.

Candidato pues, que a partir del 12 de septiembre ųcuando el panismo lo elija, de manera inevitableų tendrá que escoger entre la estructura y marketing que le ofrecen sus amigos (ayer se gastaron más de un millón de pesos en organizar el evento de registro de precandidatura, además de la transmisión en vivo que hizo Televisión Azteca), y la del Partido Acción Nacional, que este sábado comprobó lo que se venía anunciando desde hace tiempo: su rezago frente al foxismo. El paseo que divide la plaza de toros México del estadio Azul fue el escenario donde los foxistas dieron la cara al panismo. Y se impusieron.

El registro... el primer lapsus

Desde las 8 de la mañana, aproximadamente 200 foxistas, principalmente de Guanajuato, se plantaron en la sede nacional del PAN. Acompañados por la banda de San Francisco del Rincón (donde tiene su rancho Fox) aguardaron festivos la llegada de su líder, programada para las 10, según el contrato televisivo. Puntual llegó Fox, a quien ya esperaban Federico Ling Altamirano y José González Morfin, secretario general y secretario adjunto del CEN del PAN, respectivamente.

En ella no faltaron, por supuesto, los foxistas-foxistas, como Santiago Creel, Rodolfo Elizondo, José Luis Salas Cacho y los gobernadores de Jalisco y Aguascalientes, Alberto Cárdenas y Felipe González. Pero lo que sí causó sorpresa fue la aparición al lado de Fox del senador Luis H. Alvarez y del ex gobernador de Chihuahua, Francisco Barrio. El primero, porque hasta hace unos días los propios simpatizantes de Fox lo identificaban en el grupo de legisladores que buscaba una "candidatura alterna" a la del gobernador de Guanajuato; el segundo, porque fue una de las opciones de aquel grupo antifoxista.

Llegó el momento del registro. El protocolo, ni más ni menos. Cárdenas Jiménez presentó al precandidato. Ling, como presidente de la Comisión Electoral del PAN, declaró formalmente inscrita la precandidatura.

Vino entonces el discurso de Fox y la improvisación, que poco le ayudó:

"... Ratifico mi convicción, mi profunda comunión con los valores y principios de Acción Nacional, que habré de abandonarlos... šab...! šabanderarlos! con absoluta convicción y con absoluto compromiso... para sacar adelante este reto del final del siglo para nuestro país".

Fox sudó y se le trabó la lengua. Ling, doctrinario de siempre, de reojo hizo un gesto de pocos amigos.

El despliegue de recursos, el marketing... el segundo lapsus

Los Amigos de Fox desplegaron sus recursos; explayaron su idea de vender a Fox como un producto más de la tv y, de cara al partido, terminaron por desplazarlo. Era su fiesta. Todo el escenario fue diseñado por y para ellos:

El templete, totalmente alfombrado, con rampa al centro para la aparición del "amigo Vicente", tal y como si fuera un artista del canal de las estrellas (aunque los del Ajusco fueron los responsables de la transmisión), sirvió para que los conductores del programa contratados, Sari Bermúdez y Eugenio Correa, desquitaran el día: "šahí viene... ahí está... ya lo vemos... viene caminando... Está con nosoooootrooos, Vicenteeee...!"

Los encargados del staff dirigieron a los reporteros hacia un costado: "Cooperen con nosotros, por favor, este no es un mitin, šes un programa de televisión! Guardemos el orden".

Abajo, alrededor de 5 mil simpatizantes foxistas, todos ataviados con prendas... foxistas. Ni un logo del PAN se les vio. Playeras, gorras, paliacates, pancartas, banderas... todo, todo, llevaba la marca "Amigos de Fox". Las siglas del partido ya las tienen, las tomaron... Las colocaron al fondo del templete, a un costado, al centro, en un lugar privilegiado.

Y cerró la "estrella" de la tarde. Vicente Fox que, cada vez más ronco, frecuentemente se le iba la voz, como se le fue la memoria cuando al recordar el trabajo de los panistas mencionó sólo a Manuel Gómez Morín (fundador del partido) y al fallecido Manuel Clouthier (que lo inició en la política). Al olvido mandó a Diego Fernández de Cevallos con todo y sus 9 millones de votos en 1994.

Alguien dio esta lectura: "Si Diego no apoya precandidatos... Vicente no apoya a ex candidatos".