n Tlaxcala, sede para el debate del modelo, proponen


Rechaza Zedillo que impulse una "justicia social de mercado"

n Discutir sobre la tercera vía, plantea Alfonso Sánchez Anaya

Rosa Elvira Vargas, enviada, Tlaxcala, Tlax., 7 de julio n Leal a su dogma de que México necesita una verdadera economía de mercado, el presidente Ernesto Zedillo rechazó sin embargo que el gobierno que encabeza impulse una "justicia social de mercado''. Por el contrario, destacó, se trata de una estrategia activa, solidaria y efectiva; en suma, es "una política social intervencionista'', donde el Estado, con toda legitimidad democrática, concurre directamente con los recursos que toma del resto de la sociedad, a igualar oportunidades.

Al responder al gobernador Alfonso Sánchez Anaya, quien había recogido la convocatoria al debate que Zedillo propuso recientemente desde Uruguay, el mandatario acotó que la discusión que propone no deberá ocuparse en discutir modelos, clichés o etiquetas, pues "hace muchos años dejé mi etapa de profesor de educación superior y de posgrado, y ahí sí discutía modelos''.

Posiblemente, convino entonces, en las universidades valdrá la pena que los estudiantes aprendan a pensar discutiendo modelos; pero en la política, en el gobierno, "tenemos que discutir realidades, ponernos de acuerdo en objetivos y en los medios'' para alcanzarlos.

Se refirió entonces a antiguos esquemas de conducción pública donde, aseguró, "la presencia asfixiante'' del Estado generó una economía de la pobreza por la aplicación de estrategias que, aunque bien intencionadas y de amplia aceptación, se traducían en políticas sociales "que no tenían un sustento permanente''.

Zedillo aseguró que cuando han existido centralización del poder político y una indebida representación de los intereses populares, "entonces es mucho más probable y frecuente'' la práctica de políticas públicas equivocadas. En cambio, resaltó, si existe equilibrio de poderes, competencia política y pluralismo, hay mucho mayor certeza de que "quienes estamos tomando las decisiones de gobierno, lo estaremos haciendo en función, realmente, del interés de las mayorías''.

Su propuesta es, en ese sentido, que se discurra sobre problemas, sobre las realidades que vive el pueblo y sobre sus aspiraciones. No caer, pidió, en el "falso debate'' de ubicarse en las posiciones extremas que, por un lado, plantean privilegiar ante todo la economía y, por el otro, sostienen que el objetivo es sólo la justicia social y la solidaridad, y que lo demás, incluso el ámbito político, no importa.

"Ciertamente, ninguna de estas dos posiciones extremas, desde mi punto de vista, es correcta'', y resultan políticamente inaceptables, dijo Zedillo, e insistió en que lo indicado es apreciar, "con toda honestidad intelectual'', cuál es el tipo de economía que proporciona la base material para desplegar los programas que permitan alcanzar el objetivo de la justicia social

Y es que en ese punto, admitió, es donde se ha dado un "diálogo de sordos'', como lo es también imputarles a quienes postulan una economía "responsable, de mercado y que confíe en la sociedad y las personas'', que "creemos en una justicia social de mercado. Eso es totalmente falso, eso es inaceptable, por lo menos en mi caso'', aseguró resuelto.

El bello palacio de gobierno de Tlaxcala como escenario, y en el marco de una reunión para analizar el desarrollo integral de la entidad, el mandatario se ocupó extensamente del tema. Apuntó que hoy, gracias a la democracia, se abre en el país un periodo de intensa competencia política y que ésta debe centrarse sobre todo en ideas, propuestas, visiones de futuro y estrategias políticas, practicables y realizables.

Cualquiera, ofreció, con toda libertad y desde su trinchera puede contribuir al debate, seguro de que su opinión será escuchada y respetada. Para ese examen, apuntó, no se puede vivir sólo con referentes de un pasado no muy lejano, en el cual todo el debate ideológico se refería prácticamente a discutir, diferenciar, "posicionarse'' en términos de dos paradigmas que parecían "los únicos caminos que nos presentaba la historia''.

Hoy, añadió, los mexicanos "no estamos para discutir modelos; estamos, en primer lugar, para discutir con toda objetividad lo que son los problemas de hoy y los que serán los problemas del mañana''. Una vez que eso se tenga claro, continuó, hay que lograr acuerdo respecto de "nuestros valores comunes, y debemos ser capaces de poder vertebrar, a partir del acuerdo, qué es lo que más nos importa''.

Zedillo defendió sus postulados con el detalle de los diversos programas de política social que aplica su administración donde, por ejemplo en el caso del Progresa, "se asegura que esa familia (que recibe fondos del programa), aunque no lo quiera hacer, prácticamente se le obliga a que acuda a los servicios de salud.

"Y esa es una política intervencionista, pero intervencionista en lo social'' y, al serlo así, se convierte en política solidaria, porque el gobierno, indicó, impulsa una justicia social que se entiende como una política activa, de intervención, de decisión, de acción directa del Estado, "con el concurso social, con los medios de la economía de mercado y con los medios de la democracia''.

En la primera visita al estado que desde abril gobierna el opositor Sánchez Anaya, quien alcanzó el triunfo postulado por PRD, PT, PVEM y el PCD, Zedillo indicó también que los mexicanos se esfuerzan por tener un país en el que las banderas políticas no sean obstáculo para trabajar unidos, pues "el pueblo espera que sumemos esfuerzos para servir a todos por igual, sin distinciones de preferencias ideológicas o partidistas''.

Pero más allá del discurso conciliador y de respaldo a las nuevas autoridades opositoras, el presidente escuchó testimonios de la realidad concreta que enfrenta el agro de Tlaxcala. Miguel Quiroz Romero, productor de hortalizas, le dijo de entrada que "tenemos muchos problemas, entre otros, con la comercialización de productos", y le comentó que el gobierno del Distrito Federal ofreció comprarles casi diez mil toneladas de maíz, pues con la desaparición de Conasupo "los tortilleros enfrentan dificultades para abastecerse''.

Sin embargo, añadió, los productores de leche, los cebaderos, los paperos y demás agricultores, muchas veces "no ven la suya con los intermediarios, con los precios, con los agentes de tránsito, con la delincuencia'' y demás obstáculos. Enfrentan además problemas de cartera vencida, a lo que deben sumarse condiciones meteorológicas como temporales erráticos, granizadas y trombas, pero sin dejar de mencionar plagas y enfermedades de los cultivos.

Los tlaxcaltecas requieren también mejores carreteras y por eso, de manera significativa, el gobernador Sánchez Anaya le recordó a Zedillo que durante su campaña por la Presidencia planteó la posibilidad de realizar tres proyectos fundamentales para esa entidad.

"Con el proceso de estabilización financiera y la tendencia favorable en las principales variables del país, creemos que ahora puede ser posible llevar adelante ese desarrollo carretero'', planteó el mandatario local, quien en los apuntes políticos de su intervención se manifestó en favor de una "tercera vía''. Asimismo, ofreció a Tlaxcala como la sede para desarrollar el debate propuesto por el mandatario sobre, caracterizó Sánchez Anaya, los dos modelos de desarrollo que están a debate.

Zedillo acudió a una reunión evaluatoria del sistema educativo de la entidad, y ahí aplaudió la decisión estatal de haber sometido a concurso el nombramiento de los principales funcionarios de esa área, experiencia al parecer única en el país y que pidió se tome como ejemplo.