* Reitera la CE ultimátum para levantar la huelga y devolver instalaciones


Avances entre rectoría y paristas sobre agenda y formato de diálogo

* Integrarán a las pláticas actividades extramuros, alargamiento del semestre y suspensión de sanciones

María Esther Ibarra * A 78 días de paro, por fin una representación del Consejo General de Huelga (CGH) y la Comisión de Encuentro (CE) de las autoridades de la UNAM lograron reunirse ayer y coincidir en establecer un espacio de diálogo para el análisis y la discusión sobre la problemática de la máxima casa de estudos.

Empero, Rafael Pérez Pascual, uno de los diez integrantes de la CE, fue tajante: "No nos pidan que aquí decidamos entre dos partes un congreso democrático y resolutivo e ignoremos al resto de la comunidad. Vamos en serio por la transformación de la universidad, pero mediante foros que deberán ser aprobados por el Consejo Universitario y sin coacciones ni presiones".

Sin embargo, la moneda está en el aire, ya que ambas partes acordaron continuar hoy la reunión con el fin de seguir afinando los mecanismos y puntos de la agenda y el formato de diálogo, lo cual fue el último punto de coincidencia entre los comicionados de la rectoría y el CGH.

El encuentro concluyó minutos después de las 11 de la noche con el goya universiatrio, por parte de los delegados del movimiento estudiantil que corearon también los huelguistas que esperaban en la Plaza Tolsá, y con la invitación a la marcha de este viernes, que ųdijeron los paristasų tendrá como propósito principal hacer públicos los avances alcanzados con las autoridades universitarias.

En las primeras cinco horas de debate ųcon dilaciones por varios recesos y posturas encontradas, por el número y el tiempo para los oradoresų, ambas partes alcanzaron sus tres primeros acuerdos: el compromiso de aprobar, en este encuentro, la agenda y el formato de trabajo; respetar los principios básicos de cumplir plenamente los convenios y las reglas acordadas. Las llamadas reglas de operación también tuvieron consenso: para evitar confusiones o malas interpretaciones, todo acuerdo al que se llegue deberá firmarse.

Luego de un intercambio de opiniones entre las dos representaciones, en el cual participaron tres oradores por cada una de las partes, hubo coincidencia en que los temas de las actividades extramuros y el alargamiento del semestre se integren como puntos de la agenda de diálogo, así como la suspensión de las actas y sanciones levantadas contra los partricipantes en la huelga.

En el transcurso de la discusión, los paristas reiteraron su demanda de anular todas las actividades extramuros, por considerar que fueron medidas políticas de la rectoría para dividir y debilitar el movimiento, además de su "ilegalidad" y los mecanismos "intimidatorios" contra académicos y alumnos para participar en ellas.

De parte de la CE, Ricardo Tapia reclamó a los paristas el "desprecio" a la institucionalidad del Consejo Universitario y a la legalidad de la máxima casa de estudios, así como al resto de la comunidad universitaria. "Su verdad no es la única, hay otras alternativas". En tono más moderado, Jorge Villamil reconoció la preocupación de los estudiantes por las clases extramuros y las actas levantadas contra paristas, pero los conminó a no cerrarse al demandar la anulación de las actividades fuera de los recintos universitarios.

Roberto Rivera Massé, Mario Benítez y Ricardo Rodríguez señalaron que si la UNAM estaba en huelga no era por los estudiantes, sino por la manera ilegal como el Consejo Universitario aprobó el Reglamento General de Pagos. "Ahora quieren que reconozcamos su validez, cuando siempre ha actuado a espaldas de la comunidad".

Además, agregaron, "el movimiento no se inició sólo por un problema de cuotas, sino por la exigencia de una transformación de la UNAM, a través de un Congreso Universitario en el que participe toda la comunidad".

Aun cuando los primeros acuerdos se lograron, en términos generales, en un clima de respeto y sin enconos verbales de las partes, no dejó de haber recriminaciones mutuas. Los representantes de rectoría reiteraron su ultimátum para que mañana miércoles los paristas levanten la huelga y devuelvan las instalaciones universitarias.

En el documento que leyó por parte de la rectoría, Cristina Puga indicó: "Nos queda poco tiempo", y recalcó que el viernes concluye el semestre lectivo e inicia el periodo vacacional contractual, por lo que, de "no ser devueltas las instalaciones, será sumamente difícil evitar que quienes no han tenido clases durante este periodo pierdan definitivamente el semestre".

En su propuesta de agenda y formato para la negociación entre la CE y el CGH, la representación de rectoría planteó siete puntos: principios básicos ųrespeto a los acuerdos y reglas, así como a las personas e ideasų; las características de los 120 delegado, de los cuales sólo 13 se integrarán a la mesa con derecho a uso de la palabra y capacidad resolutiva para las negociaciones, además de que deberán ser estudiantes inscritos en la UNAM.

Empero, si bien aceptó la presencia de los medios de información, sin exclusión de ninguno en las sesiones de trabajo, la CE determinó que no se grabarán ni se transmitirán en vivo. Tampoco accedió a la presencia de público ni de manifestaciones en el exterior del recinto donde se lleven a cabo las reuniones.

Para el formato de trabajo, especificó como reglas que las intervenciones fueran de cuatro minutos por orador, cuatro por cada una de las partes, y sólo si se acepta conjuntamente se abriría otra ronda con igual número de participantes.

El CGH entregó su contrapropuesta, en la que subrayó que asistieron al encuentro únicamente para acordar agenda y formato para el diálogo público, el cual, reiteró, debe ser transmitido en vivo y en directo por Radio y Tv UNAM ųsin edicionesų y con la presencia de los medios informativos.

Sobre la agenda de diálogo, propuso la anulación de las clases extramuros, así como de todo tipo de actas y sanciones contra los participantes en el movimiento y la solución de los seis puntos del pliego petitorio. Respecto a las manifestaciones públicas en las sesiones con la CE, remarcó que no podía violar el derecho de libre manifestación consagrado en la Constitución.

Estos puntos formarán parte de la discusión de hoy, la cual comenzará a partir de las 10 horas en el Palacio de Minería.

Para el encuentro, el CGH integró su nueva comisión de 13 delegados, conformada por estudiantes de las preparatorias 5, 6 y la Popular Tacuba; de los planteles Vallejo, Sur y Oriente del CCH; de las facultades de Arquitectura, Medicina y Contaduría, así como de la FES Zaragoza, la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia y un alumno del Instituto de Fisiología Celular; quedó pendiente si asiste un representante de la ENEP Acatlán o del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.

Cerca de las cinco de la tarde, la reunión estuvo a punto de fracasar luego del primer receso. Al reanudarse, la representación del CGH anunció que leería la bitácota negra, una relación de intimidaciones, agresiones y violencia contra el movimiento estudiantil. Los representantes de rectoría de inmediato se opusieron y retaron al CGH:

"Por ningún motivo vamos a dar respuesta a sus acusaciones, porque nos obligarían a hacer denuncias contra ustedes que no queremos dar a conocer. Retiren sus condiciones por el bien del diálogo", advirtió José Núñez Castañeda.

Cristina Puga lo secundó: "Nos van a obligar a responder en la misma forma. Ustedes se retiraron para consultar una de nuestras propuestas y ahora vienen con otra cosa. No nos metamos en la esfera de las recriminaciones, pues eso nos dificultaría mucho el continuar".

Por el CGH, Roberto Rivera Massé (CCH Azcapotzalco) y Arturo Palacios (Preparatoria 9) refutaron que no pretendían enrarecer el diálogo, sino dar a conocer a la opinión pública la satanización contra el movimiento estudiantil y la ola de violencia contra los paristas. Aclararon que el documento no condicionaba las pláticas y que era parte del pliego petitorio. Finalmente, los estudiantes aceptaron leer la denominada bitácora negra en ausencia de los comisionados de rectoría, que se levantaron de la mesa de negociaciones.

Citado a la una de la tarde, el encuentro empezó casi dos horas después. En el traspatio del Palacio de Minería, habilitado con sillas y una larga mesa, los diez representantes universitarios fueron recibidos por los 125 delegados del CGH con un goya. Serios, muy serios y de pie, los comisionados de la rectoría guardaron silencio.

De inmmediato, frente a frente, se sentaron los 13 comisionados del movimiento estudiantil y los diez de la CE. Ninguna de las partes cumplió con el protocolo de saludarse. Detrás de la representación del CGH, sus 107 delegados; atrás de la de rectoría, el abogado general de la UNAM, Gonzalo Moctezuma Barragán, y un grupo diez funcionarios de segundo nivel.