* Conferencia del líder perredista Pablo Gómez


La oposición tendría también la mayoría del Congreso y las alcaldías

Matilde Pérez * El dirigente nacional del PRD, Pablo Gómez, dijo que a pesar de que Nayarit vivió una de las campañas "más sucias" que haya realizado el PRI, triunfó la alianza opositora, encabezada por Antonio Echevarría.

En conferencia de prensa, y luego de una plática con Antonio Echevarría para felicitarlo por su triunfo, Gómez Alvarez destacó: "en Nayarit habrá un gobierno plural y estable, ya que de acuerdo con los primeros resultados la oposición también ganó la mayoría del Congreso y las alcaldías".

Insistió que el PRI recurrió a la compra de votos, a presionar a los electores, al reparto de despensas e incluso, esta noche, luego del cierre de las casillas y de que se dieran a conocer encuestas preliminares que daban el triunfo a la Alianza para el Cambio, los priístas promovieron algunas acciones de "violencia" para tratar de vincular el triunfo de la oposición con este fenómeno.

Luego de señalar que en Nayarit se vive un ambiente de fiesta, comentó que el triunfo es una buena señal para continuar promoviendo la alianza nacional opositora. Pero si ésta no se da para el proceso electoral del año 2000, "no descarto que en un esquema de tres candidatos importantes el PRI pueda ser derrotado. Necesitamos cambiar el régimen político y una alianza nacional opositora podría dar mayor certeza de triunfo, una base de gobernabilidad más amplia y garantizar el cambio".

Al abordar la situación del estado de México, Pablo Gómez fue contundente: "vivimos un robo más en estas elecciones; nuevamente se secuestró la voluntad popular y se despojó del triunfo a la oposición. No hubo ningún cambio, todo fue organizado por la pinza Secretaría de Gobernación-Secretaría de Desarrollo Social, encargada de organizar el fraude en el país con el uso ilegal de los recursos públicos para la compra de votos".

Insistió en que el PRD no reconocerá la victoria del PRI, porque no es limpia, y lamentó que en el país subsistan estas acciones y que se someta a la población a este sistema de compra de votos, de presiones y del uso del aparato público para llevar al PRI a la gubernatura.

Esta es una lección para la oposición; es momento, agregó, de sacar conclusiones y de frenar todas estas irregularidades. Si el PAN está de acuerdo y lo solicita, conjuntamente "podremos hacer un esfuerzo para impugnar estas elecciones".

Consideró que el PAN pudo haber ganado si el PRI no hubiera contado con todo el aparato estatal, pero además fue evidente la poca participación del electorado ya que ni siquiera asistió a las casillas el 50 por ciento. Admitió que el PRD no logró elevar su votación, que se mantuvo similar a la de 1996, y consideró innecesario hacer un llamado de "limpieza del proceso electoral" al presidente Zedillo, porque "él organizó todo esto, y perderíamos el tiempo".