* El Consejo Británico exhibe durante este mes Viaje a Greeneland
Greene tuvo la virtud de describir los ambientes invisibles de México
* La historiadora Catherine Rendón reconstruyó el trayecto que realizó el autor de El tercer hombre en los treinta * Las apreciaciones del artista molestaron a los mexicanos, porque se fijó hasta en los mínimos detalles * El escritor observó al ser humano; no le interesó lo estético
Mónica Mateos * A 70 años del viaje que el escritor británico Graham Greene (1904-1991) emprendió por el sureste mexicano en busca de la fe, cuyas experiencias plasmó en la novela El poder y la gloria, la historiadora Catherine Rendón reconstruyó el trayecto de aquella ruta que recorrió el artista europeo y que culminó en una Semana Santa en San Cristóbal de las Casas. La experiencia hizo que ambos conocieran, al desnudo, el espíritu profundo de un pueblo.
Apoyada por el Consejo Británico, Rendón realizó su recorrido por lo que llamó Greeneland, un territorio donde la religión y el olor de las gardenias se mezclan con el sabor del whisky y el bullicio de la imaginación de un escritor que describió detalladamente rancherías, estaciones de policía, cantinas y callejuelas de los pueblos mexicanos de los treinta.
Conformada por grabados y cajas que contienen tantos recuerdos de viaje como detalles que atesora la memoria, la exposición de la historiadora guatemalteca de ascendencia estadunidense se presenta en México, al tiempo que ha convocado a menores de varios colegios para que participen en talleres en los que se han elaborado objetos inspirados en las narraciones de Greene.
En entrevista, Rendón explica cómo se originó el cruce de caminos entre su trabajo académico y los relatos del autor de El tercer hombre: "Graham Greene es un personaje moderno, fascinante, con muchos conflictos propios. Cuando impartí en Estados Unidos un curso sobre historia de México, quería que mis estudiantes vieran un libro de verdad, porque allá todo lo sacan de la Internet. Entonces llevé a mis alumnos a la sección de manuscritos de la biblioteca de la Universidad de Georgetown, para que olieran y tocaran un libro viejo. Así encontré el diario inédito, un cuadernito escrito a lápiz, que Greene realizó en 1938 durante su travesía por el sureste de México. Como soy una adicta a los viajes, me entusiasmó seguir su huella.
"Mis conocidos se extrañaron de mi proyecto. Me preguntaron por qué quería escribir sobre Greene, pues piensan que él odiaba México, pero considero que no es cierto: él no buscaba criticar este país, vino por algo más. México es como un examen de alcalinidad: dependiendo del momento emocional por el que estén pasando algunas personas el país es una maravilla o un repelente. Como quiera que sea, ayuda a entenderse a sí mismo.
"No realicé este trabajo creyendo que su posición era antimexicana. Greene vino en un momento crítico, cuando se estaban dando las expropiaciones petroleras, pero andaba en una onda medio mística y le impresionó mucho la fe de la gente pobre".
ųAl repetir los pasos de Greene, Ƒcuáles son los paisajes que no han cambiado y cuáles extrañaste?
ųFui a los mismos lugares y en las mismas fechas. Fueron seis semanas desde San Antonio, Texas, hasta Chiapas. Encontré que muchos lugares siguen aislados a pesar de que ahora se puede llegar a ellos en avión o autobús. Viajé en tren desde Laredo, y comprobé que quienes usan ese medio siguen siendo los pobres. La Iglesia todavía es importante. Cuando Greene visitó a México la religión era algo prohibido, fue a misas clandestinas. Aunque eso ya no existe, continúa un sentimiento de clandestinidad en lo concerniente a la Iglesia, sobre todo en Chiapas.
"Greene llegó a un México que estaba en su gran época, muy sofisticado, pero no quiso ir a ver a los muralistas o a divertirse a los night clubs. Vino en pos de una búsqueda interior. Escribió como si fuera una cámara fotográfica, porque tuvo una manera de observar que a veces no resulta agradable, pues se fijaba hasta en el más mínimo detalle. A los mexicanos no les gusta lo que escribió, porque dijo lo que vio: basura, crueldad, resentimiento, hostilidad.
"Describió esos ambientes invisibles. No le interesaba lo indígena o la arquitectura. No fue afecto a la estética. Observó al ser humano, por eso sus novelas no son muy largas, es un escritor moderno que hace reportajes a partir de incidentes personales que acompaña de contextos políticos o históricos".
En El poder y la gloria Greene cuenta la historia de un sacerdote católico que huye del acoso de las autoridades. El padre José cumplía con sus deberes en cada ranchería por la que pasaba, pese al peligro que corría con ello; sin embargo, se consideraba a sí mismo pecador, pues tenía una hija. Muchos de sus colegas habían claudicado y hasta se casaron, pero vivían con remordimientos. José, sin embargo, había pecado en un momento de debilidad, no tanto por miedo, sino por soledad. Cuando estaba a punto de escapar, regresaba si alguien lo necesitaba. Este personaje, explica Rendón, es el propio Greene, quien se convirtió al catolicismo en 1926, influenciado por su esposa.
ųƑA qué México le seguiste la pista durante tu viaje?
ųSin proponérmelo del todo me pasaron algunas cosas greenianas. Por ejemplo, yo estaba en San Cristóbal de las Casas cuando se murió Octavio Paz, llegó un niño de ocho años y me dijo: "Octavio está muerto". ƑEn qué otro lugar del mundo se puede usar sólo el nombre de alguien para que todos sepan quién es? En otra ocasión, acababa de leer cuando al párroco del libro de Greene lo saludan sus feligreses besándolo en la mano y yo estaba conversando con un cura, llegaron una personas, le besaron la mano y luego a mí. Son detalles, demostraciones de fe, que uno no encuentra en una biblioteca o un archivo, sino sólo viviéndolo.
ųƑCómo surge la idea de plasmar tus vivencias a través de la elaboración de cajas?
ųSoy una maestra, no una artista. Pero he encontrado durante mi convivencia con los estudiantes que usar arte es muy efectivo para estudiar historia o entender por qué la gente se comporta de determinada manera. Lo que cuenta es conocer la realidad del ser humano para comprender lo que nos toca vivir y nuestras reacciones. En este sentido, los libros de Greene contienen pequeños mundos al igual que mis cajas.
Los mismos méxicos de Greene
ųƑAhora qué dices a tus estudiantes acerca de México?
ųAl principio estaba molesta con Greene por su dureza con los mexicanos. Pero me tocó vivir incidentes desagradables, aunque uno no puede generalizar. Hay muchos méxicos. Siguen los mismos que había en la época de Greene, pero la capital es menos mexicana que antes. En provincia todavía hay cierta autenticidad que se está perdiendo en esta ciudad. El capitalismo gringo, la exportación de imágenes y valores han invadido el Distrito Federal.
"Cuando mis estudiantes me preguntan cómo es México les digo que no tengo ninguna respuesta. Hay muchos. Cada quien descubre el suyo y eso es una tarea muy compleja".
Actualmente se prepara el tercer tomo de la biografía de Graham Greene, escrito por Norman Sherry, así como unas memorias de la novelista Shirley Hazard, quien lo conoció en la ciudad italiana Capri. También se está haciendo una película, dirigida por Ralph Fiennes, basada en el libro El fin de la aventura, y se ha restaurado el filme clásico El tercer hombre.
Viaje a Greeneland, exposición en homenaje a Graham Greene, realizada por Catherine Rendón, se presentará durante todo julio en el Consejo Británico (Lope de Vega 316, Chapultepec Morales).