LETRA S

Julio 1 de 1999


¿Mi vida en rosa?

ls-israel

Hay niños y niñas con mayor riesgo que otros (as) de sufrir violencia doméstica o social. Según Bárbara Yllán, directora de Atención a Víctimas de Delito de la Procuraduría General de Justicia del D.F., la orientación sexual diferente de muchos infantes los vuelve más vulnerables al maltrato. Ese fue el caso de Beto, ahora estudiante de psicología.

"De mi infancia recuerdo golpes, insultos, presiones y exigencias hacia mí como varón. Todo esto afectó mi dignidad como ser humano, me sentía humillado, lastimado, vejado.

"A los cinco o seis años fui objeto de abuso sexual por parte de unos vecinos adolescentes. No recuerdo si se consumó la violación o no, pero desde ese momento cambió toda mi perspectiva de la vida, estaba jugando a las escondidillas y me metí detrás de un zaguán, no quiero acordarme de eso, pero ahí sucedió todo. Mis padres se dieron cuenta, fueron a reclamar a la otra familia y hubo bronca y todo, pero no recuerdo más. El tema sigue siendo tabú en la casa y nunca se comenta. Estoy muy resentido con mis padres porque no supieron explicarme lo sucedido ni me llevaron a un psicólogo que me orientara sobre el evento. Claro que ellos tampoco contaban con la información necesaria. Me siento con una marca en la frente. Intenté suicidarme tres veces, la primera a los diez años y la tercera a los quince años, cuando me di cuenta que tenía que tomar una decisión sobre mi preferencia (homo)sexual. El suicidio fue como un intento de salvarme, una alternativa a esa situación.

"Esta sensación crecía con la violencia que mi padre y mi madre ejercían sobre mí. Me sentía con mucho miedo y una angustia paralizante, lo cual generaba más violencia pues se desesperaban por mi desinterés hacia la vida.

"De niño jugaba a la casita con mis primas y eso les rompía el esquema a mis papás. Me obligaron a ir al karate, pero a la hora del combate me dejaba pegar para que mi padre viera que no me gustaba la violencia. Pero ellos se sentían defraudados ¿Cómo un hijo varón no podía ejercer la violencia?

"Mis padres iniciaron un proceso de cambio al entrar a un grupo de autoapoyo. Este cambio se reflejó en mi hermano menor, que ya no fue golpeado y es un hombre independiente que decide, sabe quién es y cuáles son sus metas. Yo no. A mí me cuesta mucho trabajo tomar decisiones. Cuando cumplí los 18 años le hablé a mi padre sobre mi homosexualidad. El me mostró su apoyo y me dijo: 'Es tu vida, cuídate mucho, cuida tu salud mental y física. El sida está canijo, cuida de no enfermarte.' Mi madre también lo sabe, pero no quiere asumirlo, pero eso ya es su problema. Ella es muy agresiva y quiere que todos entremos en sus parámetros de normalidad.

"La violencia intrafamiliar destruye hogares, acaba con las relaciones familiares y la dignidad. Hacen falta más leyes para detenerla. Se requieren ambientes sanos donde haya una pluralidad en cuanto a gustos y preferencias sexuales. Las mujeres no son las únicas que sufren violencia. Yo, como hombre, fui violentado, y como yo hay muchos sin que se les escuche y se les comprenda Por eso se vuelven más violentos y se crean los círculos viciosos de la violencia."