PURASANGRE Ť César Güemes
Mis rincones oscuros
1. Más poeta que maldito, James Ellroy tomó
el camino largo para convertirse en escritor: alcohol hasta el
delirium tremens, allanamiento de morada, bencedrina por
vía oral, hurto, engaño al ejército de su
país, adicción a las anfetaminas, notables estancias en
la cárcel y dos neumonías. Después de eso lo
redimió el recuerdo de dos mujeres asesinadas cuando él
era un niño y la necesidad imperiosa de escribir:
''Debía renunciar a toda clase de droga. No podía
beber. No podía robar. No podía mentir. Tenía que
ser un jodido hijo de puta encerrado en mí mismo, estricto y
severo. Tenía que repudiar mi vida vieja y a partir de la
fuerza disecada de ésta, y sólo de ella, construir una
nueva. Me agradó el concepto, resultaba atractivo para mi
naturaleza extremista. Me gustaba el carácter de
autoinmolación. Me gustaba el aire de apostasía
absoluta".
2. Lo consiguió con creces. Hoy, luego de una decena de novelas con las que ha apaciguado sus fantasmas, es uno de los valores literarios más sólidos de Estados Unidos. En México acaba de aparecer Mis rincones oscuros (Barcelona, Ediciones B, 419 pp.), bitácora narrativa de sus propias andanzas en la búsqueda de Geneva Hilliker Ellroy, su madre, asesinada cuando él contaba con diez años. Sin ese fantasma sumado al de la Dalia Negra (al cual para exorcizarlo tuvo que escribirle su respectiva novela), de nada hubieran servido los viajes intergalácticos que hizo a lo largo de su juventud y primera madurez.
3. La búsqueda de las respuestas sobre el homicidio de su madre le infligen todo el dolor que es posible condensar en cuatro centenares de páginas, pero no le restan capacidad poética: ''Una vulgar noche de sábado acabó contigo. Moriste de manera estúpida y violenta, y no tuviste los medios para defender tu vida. Tu huida a la seguridad fue un breve respiro. Me llevaste a tu escondite como un amuleto de la buena suerte. Te fallé como talismán. Por eso, ahora me presento como tu testigo. Tu muerte define mi vida. Quiero encontrar el amor que nunca tuvimos y explicarlo en tu nombre. Quiero hacer públicos tus secretos. Quiero borrar la distancia que los separa. Quiero darte aliento".
4. Bill Stoner, que en su momento indagó la muerte de Geneva Hilliker, es el oficial retirado que pone todos los medios todavía a su disposición para dar comienzo a una cacería de fantasmas, tremenda precisamente porque sucede en el mundo real, aquí y ahora: ''No puedes huir de mí. Yo he escapado de ti demasiado tiempo. Es aquí donde fuerzo una competencia entre fugitivos. Ahora es nuestro tiempo".