El alcoholismo, problema social
Anuar Zacarías Rodríguez
El alcoholismo es una enfermedad y un problema social que debe ser tratado constantemente en la población infantil y juvenil con el propósito de lograr su prevención. Por tal motivo, la exposición que se presenta tiene como finalidad el informar algunas de las características fundamentales de esa enfermedad y de qué manera afecta a la sociedad, con el fin de lograr una reflexión que permita entender de mejor manera dicho problema social.
ƑQué es el alcoholismo?
El alcohol, como droga, es de las más antiguas y se encuentra difundido en todo el mundo. Desde que el hombre conoció la agricultura y la fermentación de los vegetales descubrió ese producto y lo bebió sintiendo sus efectos.
El alcoholismo es una enfermedad que consiste en el abuso del consumo de alcohol en cantidades que el organismo no alcanza a digerir. La persona alcohólica pierde la noción de la cantidad de alcohol que ingiere y la imagen de su personalidad al actuar en forma anormal. El cerebro es el primer órgano afectado, el cual envía señales distorsionadas, que se observan en el hablar pastoso y el caminar desequilibrado, hasta llegar a la completa embriaguez cuando pierde el sentido y la voluntad se encuentra quebrantada.
El abuso en el beber alcohol produce gastritis, enfermedades cardiovasculares, males hepáticos, lesiones en los riñones y altera el sistema nervioso. La cirrosis, que es una enfermedad clásica de los bebedores, se presenta en el hígado: aparecen unas granulaciones de color rosado y se destruyen las células de ese órgano.
"La cerveza es una bebida de alto nivel nutritivo"
Este mito tiene su origen en la creencia de que la cebada y la levadura que contiene esa bebida le dan valor nutritivo. No es así. Un vaso de cerveza proporciona cantidades de proteínas, hierro y vitaminas B1 y B2. En cambio nos da una excesiva cantidad de calorías.
La producción y consumo de cerveza son excesivos. Tan sólo los habitantes de Nuevo León gastan diariamente 315 millones de pesos en la compra de cerveza. De otras bebidas como el tequila nuestro país produce al año 12 millones de cajas (108 millones de litros), de las cuales exporta más de 60 por ciento.
Los bebedores de cerveza consumen grandes cantidades por contener pocos grados de alcohol, pero al efectuarse el proceso circulatorio, el corazón tiene que hacer un gran esfuerzo para conducir tales cantidades de bebida; es entonces cuando se debilita el músculo cardiaco y provoca las cardiopatías.
Aspectos sociales
De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Salud, actualmente existen más de 5 millones de jóvenes de entre 13 y 21 años que padecen alcoholismo.
Entonces, Ƒpor qué se sigue fomentando el consumo de bebidas alcohólicas, si se ha convertido en uno de los más graves problemas de salud pública del país? La pregunta queda en el aire.
Considerado como una bebida espirituosa, fuente de seguridad, virilidad, gallardía y libertad, el alcohol es una droga a la que la sociedad siempre da la bienvenida en las situaciones más importantes de su vida.
A la mayoría de las personas les parece imposible imaginar una fiesta o una reunión en la que no haya alcohol. Su consumo es un hábito que se ve reforzado no sólo por los medios masivos de comunicación, de los que se valen las empresas productoras, sino también por los amigos e incluso por la misma familia, cuando el padre argumenta que su hijo debe saber tomar para que se convierta en un "hombrecito" y que la hija debe aprender a "no emborracharse con la primera".
Ese primer contacto con el alcohol a muchos les parece divertido, sin reparar en que puede ser el inicio de una grave enfermedad que destruye la vida de quien la padece y la de todos aquellos que se encuentran a su alrededor.
El alcoholismo no respeta sexo ni clase social, y existen factores genéticos que determinan su predisposición, la cual se ve reforzada cuando el entorno así lo permite.
El comienzo de la enfermedad puede pasar inadvertido. Sin embargo, se puede detectar que una persona está iniciándose en el alcoholismo comienza a tener falta de control sobre el dinero, ingiere alcohol compulsivamente sin saborearlo, a menudo pide "sólo un trago más", espera ansiosamente la ocasión de beber, se emborracha cuando no tiene la intención de hacerlo y, como consecuencia, empieza a tener problemas en el trabajo, con la familia y los amigos.
Posteriormente empieza a mentir sobre la cantidad y frecuencia de su consumo, encuentra justificaciones para tomar en exceso; el día posterior a la borrachera presenta estremecimientos internos, bebe por la mañana para aliviar la cruda, esconde botellas; ingiere alcohol en el trabajo (o en la escuela); deja de beber durante ciertos periodos.
Al pasar el tiempo pierde el control sobre la cantidad que consume y le es imposible equilibrar su conducta personal y social una vez que empieza a tomar. Cuando ya la situación es verdaderamente grave, si deja de beber presenta el síndrome de abstinencia, caracterizado por lagunas mentales, inapetencia, alucinaciones, temblores violentos y convulsiones.
No obstante que por momentos el alcohólico se percata de su problemática e intenta retomar el control, a algunos les resulta casi imposible, ya que no sólo es la necesidad física la que los impulsa a ir en busca del alcohol, sino la motivación psicológica, que puede ser más poderosa.
La única alternativa para un alcohólico es la abstención definitiva, que aunque difícil no es imposible. Para apoyar a quienes quieren enfrentar ese padecimiento, existen organismos como Alcohólicos Anónimos, que con 50 años de experiencia ha proporcionado el servicio de manera gratuita, obteniendo resultados muy positivos.
Conclusiones
Es importante la información y orientación para formar en el niño y el adolescente una posición firme y determinante en contra del consumo de bebidas alcohólicas; por lo tanto, las acciones educativas como las conferencias infantiles pueden contribuir a ese objetivo.