n Realizarán la marcha del millón en el DF
Se unen cientos de trabajadores de la CFE contra la privatización
Fabiola Martínez, enviada, y Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 26 de junio n Cientos de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, adscritos a los estados del sureste, iniciaron aquí la convención en defensa de la industria eléctrica, contra las privatizaciones y por la soberanía nacional, con el fin de manifestar su desacuerdo con la iniciativa presidencial para abrir este sector al capital privado. En principio, se comprometieron a impulsar una multitudinaria manifestación en la ciudad de México el próximo 27 de septiembre (como fecha tentativa) a la que denominaron la marcha del millón.
"(Luis) Téllez y Leonardo Rodríguez Alcaine no representan al Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM); nosotros, los empleados de base, no estamos de acuerdo con la iniciativa", expresaron en diversas mantas que colocaron a la entrada del Centro de Convenciones del Polyfórum Mesoamericano de esta ciudad.
La convocatoria a ese movimiento opositor fue impulsada principalmente por los electricistas chiapanecos, en cuya entidad se encuentran las principales plantas hidroeléctricas del país (Chicoasén, Malpaso y La Angostura, entre otras), con una capacidad instalada de 16 por ciento a nivel nacional. Pertenecen también a una entidad privilegiada en recursos naturales, a la que Rodríguez Alcaine no ha visitado desde 1997, cuando acudió ante un conflicto interno de la CTM en Chiapas.
En un claro desafío a lo que consideran autoritarismo de su dirigencia nacional, los integrantes del SUTERM salieron a las calles en una larga marcha al zócalo de esta capital y, como lo hicieran en mayo pasado en el Distrito Federal, gritaron, con el único límite que el impuesto por ellos mismos, su repudio "a la falta de democracia" al interior del sindicato y a la indiferencia de las autoridades hacia el sector.
Los trabajadores de la CFE contaron con el apoyo solidario del Sindicato Mexicano de Electricistas, cuya dirigencia, encabezada por Rosendo Flores Flores, se trasladó hasta aquí para ratificar su oposición. También participaron una representación del Consejo General de Huelga de la UNAM; la secretaria general de la sección IX del SNTE, Blanca Luna; el dirigente del SITUAM, Jorge Ramos; abogados laborales y una decena más de organizaciones sindicales y sociales adheridas en torno a la Coordinadora Intersindical 1o. de Mayo.
"Prácticamente estamos estrenando consignas, formas de organización y ánimo democrático", expresaron. No fue impedimento para avanzar por las calles de Tuxtla Gutiérrez la sospecha de ser vigilados por "orejas del SUTERM y de Gobernación", ni los más de 35 grados centígrados de temperatura que se registraron alrededor de las 14 horas. Quizá contagiados por la euforia de los representantes universitarios y de los integrantes del SME, los del SUTERM no reprimieron ninguna consigna, todas ellas con blanco principal al secretario de Energía, a Rodríguez Alcaine y al Presidente de la República. Jordán López, secretario de la sección 30 en Tuxtla Gutiérrez, reconoció que los dirigentes locales del sureste siempre habían manifestado obediencia a su líder nacional, "pero en esta ocasión estamos decididos a impedir un robo más a la nación".
Tanto en la inauguración de la convención como en la marcha y en las mesas de trabajo que se organizaron para analizar el tema en cuestión, los trabajadores del SUTERM solicitaban a cada momento el anonimato porque, señalaron, "sabemos del autoritarismo y la represión de que es capaz la dirigencia nacional".
Sin embargo, algunos dirigentes locales en las plantas hidroeléctricas, secciones de Oaxaca o Tula, Hidalgo, expresaron abiertamente que continuarán en esta lucha porque "la gente no está de acuerdo con la iniciativa, pero no se anima a expresarlo por miedo a perder su trabajo".
Dijeron que nunca se les toma en cuenta para la toma de decisiones en este sindicato, como en el convenio -firmado la semana pasada en la ciudad de México entre Rodríguez Alcaine y el director de la CFE, Alfredo Elías Ayub- para garantizar la estabilidad en el empleo, por lo que no permitirán que se tomen determinaciones a espaldas de los trabajadores.
Comentaron que al inicio de este mes, el coordinador de secciones en el sureste del SUTERM, Ezequiel Meixueiro, obligó a 10 de 16 dirigentes locales a firmar cartas de acuerdo respecto a la iniciativa presidencial, y aquellos que rechazaron esta orden fueron "amenazados" directamente con perder su empleo.
Uno de los pocos que se atrevieron a dar su nombre, José Luis Rey, secretario general de la sección 82 en Oaxaca, dijo que una delegación de esta entidad acudió a la ciudad de México para entrevistarse con su dirigente nacional para manifestarle su preocupación por el contenido de la iniciativa; sin embargo, "don Leonardo nos vio y nos saludó frente al SUTERM, pero nunca nos recibió; en cambio, mandó a sus golpeadores a hacernos saber que desistiéramos de nuestra posición".
Incremento de tarifas y
pérdidas de empleos, advierten
Por la tarde se instalaron tres mesas de análisis en las que participaron electricistas de Yucatán, Tamaulipas, Campeche, Sinaloa, Veracruz, Valle de México, Tula, Hidalgo, oficinas nacionales y los propios anfitriones chiapanecos. En esta etapa, Rubestain Durán, secretario general de la sección 130, Angostura, Chiapas, alertó que con las reformas a los artículos 27 y 28 constitucionales se renuncia al control de un recurso estratégico y parte fundamental en el concepto de soberanía nacional.
En este sentido, dijo, se convertiría la CFE en una empresa con diversos dueños particulares, lo que repercutiría en aumento de tarifas para 19 millones de familias mexicanas que consumen 23 por ciento de la energía eléctrica, 81 mil agricultores que consumen 7 por ciento, 80 mil pequeñas y medianas empresas (con 61 por ciento), sectores que requieren de este servicio a tarifas subsidiadas.
Agregó que de acuerdo con el contenido de la iniciativa presidencial se avanzaría hacia la desintegración del sistema eléctrico nacional y la estabilidad que esta singular composición brinda.
"Por lo anterior, concluimos que la propuesta de reforma constitucional carece de fundamentos técnicos, y más bien se acerca a una posición política para obedecer a compromisos con organismos financieros internacionales".
Los trabajadores participantes coincidieron en que la alternativa para fortalecer la industria eléctrica en su carácter público es que el gobierno canalice recursos suficientes a las empresas del sector, "y no a los banqueros y concesionarios de carreteras, entre otros empresarios que sangran cada vez más el presupuesto nacional".
En un reiterado rechazo a la política neoliberal, se comprometieron a unificar las voces de los trabajadores del campo y la ciudad e iniciar la organización de comités regionales para una próxima reunión en agosto, en la que se definan los detalles de lo que se espera sea una de las marchas más concurridas de los últimos años en rechazo a la política económica del gobierno.