Astillero Ť Julio Hernández López

Ernesto Zedillo, Francisco Labastida y Francisco Barnés escogieron el día de ayer para manifestarse abiertamente en contra del paro universitario.

Fue la misma fecha, por cierto, en que la esperanza de una reforma electoral consensada entre los principales partidos nacionales fue desechada por el PRI.

Y fue también la ocasión en que la secretaria general del PRI, Dulce María Sauri, instaló la semilla de la duda en el proceso para elegir candidato presidencial, al advertir que será difícil dar resultados confiables el mismo día de la elección interna.

La UNAM: censurar la propia creación

El conflicto universitario fue generado en la misma lógica que ha llevado al presidente Zedillo a complicar y empantanar problemas que pudieron haber tenido mejores destinos.

La lógica neoliberal (hoy impugnada oportunistamente por quienes en el pasado reciente fueron o sus beneficiarios o cómplices silenciosos, según rarísimo pronunciamiento prudente del brody Humberto Roque) llevó a la decisión de exigir mayores cuotas a los estudiantes para financiar el aparato de la principal universidad pública, mientras el grueso del dinero público se destinaba a salvamentos de empresas constructoras de carreteras, de bancos jugosamente quebrados, de empresarios cada vez más enriquecidos gracias a lucrativos fracasos intencionales.

Pero, además de la insensibilidad mostrada en el terreno económico, en la UNAM también se mostró la misma inexperiencia política que ha llevado a la actual administración federal a impulsar soluciones drásticas que luego se han convertido en crónicos e insalvables conflictos.

La UNAM, el mismo estilo aplicado en Chiapas

Barnés, el representante del zedillismo en la UNAM, actuó con la insensibilidad tecnocrática y la impericia política propia de su grupo.

De allí proviene el conflicto agravado en que, junto a las legítimas demandas de la base estudiantil se han dado muestras de intolerancia y aceleramiento de parte de grupos genéricamente llamados los ultras.

Ahora, luego de haber ahogado al niño, los jefes del sistema PRI-gobierno-UNAM, tratan de tapar el pozo a base de declaraciones. Ernesto Zedillo dijo que los paristas violan la autonomía universitaria y se manifestó contra la intransigencia, la provocación y la cerrazón. Francisco Labastida, cuya esposa es directora de uno de los institutos de la UNAM, dijo a su vez que esta casa de estudios no debe ser botín político y se declaró sumamente dolido por lo sucedido a lo largo de 66 días de paro (seguramente debe estar más dolido por lo sucedido a lo largo de los años que lleva entrampado el conflicto de Chiapas, a cuyo empantanamiento contribuyó de manera personal). Otro distinguido universitario, sin sospecha de partidismos u oficialismo, como es Sergio García Ramírez, también se plantó con firmeza oratoria para decir que se pueden negociar muchas cosas (esta columna se pregunta si entre ellas estaría, por ejemplo, darle la espalda a la cosa aquella en su momento llamada Corriente Renovadora para sumarse al dedazo en favor de Pepe Toño) pero ``no podemos negociar la Universidad''. Por su parte, el rector Barnés se lanzó también a demeritar las propuestas de los grupos paristas. La palabra clave de su discurso de ayer en la Plaza de Santo Domingo fue ``no'', según la información de Karina Avilés.

¿Reforma electoral consensada? ¿Para qué?

Por otra parte, ayer fueron canceladas las posibilidades de que una reforma electoral acordada por los partidos nacionales pudiese poner un dique a los evidentes riesgos de violencia política que se ciernen sobre los comicios del año venidero.

El PRI decidió que es inconveniente para sus intereses abrir nuevos y mejores cauces de participación política (alianzas, voto en el extranjero, fiscalización y auditoría permanente de los recursos de los partidos, equidad en el acceso a los medios de comunicación) y cerró tales posibilidades. Eduardo Andrade, el siempre transparente senador priísta cuyas palabras sirven para saber de qué lado andan los duros de su partido, dijo que los opositores al tricolor pretendían una reforma que les ayudara a ganarle al PRI, y eso, simplemente es inaceptable.

¿Otra caída del sistema?

Y mientras los precandidatos priístas se pelean por deslindarse del neoliberalismo y por ganar aplausos e imagen, la secretaria general del PRI, Dulce María Sauri Riancho, desempolva el fantasma bartlettiano de la caída del sistema al anunciar que será difícil para el tricolor dar resultados de la elección de candidato presidencial el mismo día de los comicios.

Un fantasma que sobrevuela abiertamente el carrusel de las ilusiones en el que cuatro precandidatos juegan a la democracia interna. La sospecha de que en las alturas donde ayer se habló de una sana distancia a la que luego se convirtió en cercanía absoluta, donde ayer se habló de un dedo amputado que luego sería reinjertado, hoy estaría tomando fuerza la tentación de pasar de la ejemplar contienda interna al mapachazo en favor del sinaloense favorito.

Astillas: Arturo Montiel sufrió de verdad el pasado martes frente a estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de México que fueron llevados a la fuerza a un acto de campaña del candidato priísta a gobernador y que luego, en su cara, le reclamaron a éste el acarreo académico del que habían sido objeto. Cuando Montiel quiso salirse toreramente del problema, los jóvenes le gritaron ``mentiroso'' y lo acusaron de ser parte del sistema que tanto daño ha hecho al paísÉ Por cierto, José Luis Durán Reveles, el candidato panista a gobernador del estado de México, está siendo especialmente beneficiado en sus aspiraciones tanto por los defectos de Montiel (sobre todo sus dificultades declarativas, su incapacidad de pronunciar bien las palabras, su sonrisa estudiada) como por la sensación creciente de que el PAN ha llegado a una concertacesión con el PRI para que el blanquiazul gane aquella gubernatura, a cambio del apoyo panista para decisiones priístas en materia legislativa federalÉ De cualquier manera, Durán Reveles se queja de que el gobernador actual, César Camacho, usa toda la fuerza y los recursos del aparato estatal para apoyar a MontielÉ Y en el mismo tema, los ombudsman del país están en comunicación telefónica para redactar un documento adverso al señalamiento montielista de que los derechos humanos son para los humanos y no para las ratas. Su discusión se da sobre todo en cuanto a matices y grados de crítica a la pifia del priístaÉ El único precandidato presidencial que ve las corridas de toros desde la barrera es Vicente Fox, quien planea dejar el gobierno de Guanajuato en la última semana de agosto, aunque se registrará oficialmente como candidato en el periodo que va del 1o. al 15 de julio, y será elegido oficialmente como abanderado blanquiazul el 12 de septiembreÉ En el ámbito priísta, la convocatoria para elegir candidato a gobernar el DF se emitirá el 16 de julio, y los aspirantes se registrarán entre el 19 y el 21 del mismo mes. Jesús Silva Herzog sigue siendo mencionado con insistencia como el candidato que impulsa Francisco Labastida, y según esa versión habría una pelea arreglada entre el ex secretario de Hacienda y otros priístas cómodos, de los que se menciona a Roberto Campa Cifrián y Oscar Levín Coppel. Por lo pronto, Carlos Salomón Cámara ya dijo que no participará en el proceso capitalino. María de los Angeles Moreno estaría por abstenerse de competir si a su vez lo hace Silva Herzog, y Elba Esther Gordillo está en espera de que le hablen para negociar su abstención o su participaciónÉ La Secretaría de Comercio decidió desconocer la elección de directivos de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio que se había realizado meses atrás, pero el líder electo, ya en funciones, José Yamil Hallal, le ha respondido fuerte a la citada secretaría y ha advertido que no dejará la presidencia de la Concanaco ni se prestará a que haya nuevas elecciones. El conflicto proviene de una escisión interna de los representantes de comerciantes del país y de una elección de presidente en la que sólo votaron quienes habían pagado sus cuotas camarales y que eran justamente el grupo que apoyaba a Yamil Hallal.

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