* Su meta, retomar espacios para el debate plural


Crean la Federación de Colegios del Personal Académico de la UNAM

* El congreso o foro, decisivo para resolver el conflicto: Concheiro

María Esther Ibarra * Académicos de 17 dependencias de docencia e investigación acordaron constituir la Federación de Colegios del Personal Académico de la UNAM, para retomar los espacios de organización y debate amplio y plural y analizar la problemática común de ese sector y las de la máxima casa de estudios, incluidas la huelga y las propuestas para una foro o congreso universitario.

Durante la reunión de ayer en el Instituto de Investigaciones Económicas, docentes e investigadores criticaron la actitud de las autoridades universitarias al marginar a los académicos en la toma de decisiones, así como la ausencia de canales que les permitan expresar sus puntos de vista, o que éstos incidan en medidas que adoptan.

Elvira Concheiro, investigadora de ese instituto, consideró que la falta de un espacio de organización con estrategias y directrices concretas --cuya creación se propone la Federación-- ha permitido que las autoridades operen sin limitante alguna para imponer medidas tanto a los académicos como al conjunto de los universitarios.

Algunos académicos solicitaron que se estableciera con claridad el papel que tendrá la Federación y su relación con el trabajo que, por separado, han realizado diversos grupos surgidos a raíz del movimiento del Consejo General de Huelga, como la Comisión Plural de Investigadores (CPI), cuyos integrantes trabajaron desde el principio del conflicto por una salida pacífica mediante el diálogo y en beneficio de la UNAM.

Amparo Martínez, del Centro de Ciencias de la Atmósfera, subrayó la necesidad de no "etiquetar" posturas o grupos surgidos hasta ahora, y a no disgregarse como sector, sobre todo "cuando el diálogo está prendido de alfileres".

En este sentido planteó seguir trabajando y mantener la presencia de los académicos en el conflicto por lo menos en las próximas semanas, cuando podría entrar en la etapa de definiciones.

Sobre el congreso o foro universitario, Concheiro destacó que sigue siendo elemento decisivo para la solución del conflicto, por lo que instó a los académicos a persistir en su demanda de que se lleve a cabo. Dijo que si bien la conformación de la Federación no podía estar sujeta a los vaivenes de la huelga -- "no sabemos cuál va a ser su destino"--, el movimiento está exigiendo la participación de los académicos.

Rosaura Ruiz, de la Facultad de Ciencias, alertó en torno a no "casarse" con el carácter del foro o congreso, en el sentido de que sea resolutivo o nada. "Esto, dijo, es delicado, pues no depende de la huelga ni se trata de estar midiendo fuerzas, sino de buscar espacios de discusión para la reforma". Recordó que el congreso de 1990 no logró que, posteriormente, el Consejo Universitario cumpliera con los acuerdos emanados.

Entre quienes tocaron el tema del primer encuentro entre CGH y autoridades universitarias, promovido por la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, Cristina Gómez, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras, dijo que pese a que tanto autoridades como estudiantes "no nos hacen caso" en los llamados para evitar que se prolongue la huelga, esa iniciativa debía ser apoyada.

"Nos guste o no que el encuentro se lleve a cabo en la Cámara de Diputados, no veo otra salida para que surja de ahí un foro o congreso cuyos acuerdos por consenso sean asumidos posteriormente por el Consejo Universitario", señaló la también integrante de la mesa directiva del Colegio del Personal Académico de dicha facultad.

En su opinión, tanto autoridades como estudiantes en paro son obstáculo para el congreso o foro, pues por una parte, el rector Francisco Barnés se opone a ese evento, y "ya nos dijo que es a través de diversos foros donde expresemos nuestras inquietudes, es decir, ponernos como locos a discutir". Por otra, cuestionó los dilatados métodos del CGH para adoptar acuerdos, o sus iniciativas como el precongreso, "que de continuar bajo la misma lógica, lo van a efectuar hasta el 2000".

Por ello, defendió las acciones de las CPI por un acercamiento entre ambas partes y su propuesta de formato de diálogo, y planteó que sus integrantes vayan de nuevo a las asambleas del CGH a tratar de convencer a los paristas de sentarse a dialogar cuanto antes con las autoridades universitarias.

Del Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU), Luis Torres apoyó la permanencia de la CPI, pues "aun cuando hay gente que diga que no ha tenido resultados, ha servido para proponer salidas, y es una cara hacia el exterior en este conflicto".

Francisco Fernández de Miguel consideró importante insistir con el CGH, a través de sus comisiones o en sus propias asambleas, en discutir las propuestas que surjan entre los diversos sectores universitarios para que concluya la huelga en los mejores términos.

Durante la reunión, personal del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CIICH) propuso suscribir un documento denominado Pacto Universitario, en donde se manifiesta que el conflicto surgió al debatirse dos concepciones de universidad gratuita: la del CGH y la de las autoridades universitarias. Ambas, se señaló, han sido asumidas por amplios sectores de la comunidad, pero su debate ha resultado complejo.

Ante esto, y para "solventar" la crisis y restablecer la normalidad de la vida universitaria, se exhortó a los presentes a comprometerse a que dicho proceso se efectúe en un espacio democrático e incluyente (un segundo congreso universitario), cuyos acuerdos alcanzados por consenso tengan carácter resolutivo.

En tanto, Arnulfo Iriarte, secretario de Asuntos Académicos del STUNAM, aclaró que esta organización sindical manifestó al CGH su desacuerdo en torno a que la constitución del Frente Universitario en Defensa de la Universidad Pública y Gratuita se lleve a cabo en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, ante el temor de una posible provocación.