* El congreso universitario, "pretensión inaceptable"


Acudirá Barnés a la primera cita con el CGH en recinto legislativo

* Ofreció evitar a toda costa el uso de la fuerza pública en el conflicto

barnes-poveda-rojas María Esther Ibarra * Al tiempo que aceptó encabezar una concentración para exigir la devolución de las instalaciones de la UNAM, el rector Francisco Barnés de Castro informó que asistirá a un recinto de la Cámara de Diputados para un primer encuentro con el Consejo General de Huelga (CGH) encaminado a resolver el conflicto, pero rechazó la realización de un congreso universitario porque es "inaceptable la pretensión de remplazar o maniatar el Consejo Universitario".

En dos actos públicos donde ayer participó, el rector Barnés de Castro se comprometió a "agotar todas las vías universitarias" para resolver el conflicto, "antes de recurrir a otro tipo de decisiones en defensa de los intereses" de la máxima casa de estudios.

Por la mañana, en el salón Adolfo López Mateos, donde fue presentado el informe anual de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Barnés de Castro tuvo un breve intercambio de impresiones con el presidente Ernesto Zedillo, quien en su acostumbrada salutación a los asistentes prolongó el apretón de manos al máximo dirigente de la UNAM.

Sobre lo que le dijo el Presidente, el rector pidió "paciencia ante el abuso de los derechos humanos que están cometiendo algunos", en alusión al conflicto universitario. A pregunta expresa, aseveró que la fuerza pública es el ultimo extremo cuando se agotan todas las medidas, y se manifestó por evitarla a "toda costa".

Por la tarde, lo volvió a mencionar ante los integrantes de la Junta de Gobierno --uno de sus quince integrantes, Sergio Ramírez no asistió al evento--, el Patronato Universitario, el cuerpo directivo en pleno de la UNAM --directores de escuelas, facultades, institutos y centros de investigación--, así como ex alumnos, estudiantes y académicos del Comité Universitario para la Defensa de la Universidad y la Devolución de las Instalaciones, congregados en el patio de la Antigua Escuela de Medicina para exigir la suspensión del paro.

La manifestación contra la huelga será el próximo jueves a las 11 de la mañana en la plaza de Santo Domingo, ubicada en el Centro Histórico de la ciudad de México, en la cual participará la Junta de Gobierno, como lo confirmó su vocero en turno, Arcadio Poveda, en tanto que el presidente del Patronato Universitario, Francisco Rojas Gutiérrez, respaldó esa acción.

En el recinto universitario, Barnés de Castro reiteró su exhortación a los paristas a "liberar a su universidad de los graves daños que le inflige" la huelga que entró en su novena semana, al considerar que privar a la UNAM de sus instalaciones "significa hacerle el juego a quienes desconfían de la educación pública o quienes se empeñan en seguir preservando privilegios inaceptables".

Orador final del acto, tras hacer un recuento de las acciones que ha emprendido durante los 60 días de huelga para solucionar la paralización de la institución, particularmente de los acuerdos adoptados el lunes 7 del presente por el Consejo Universitario, externó que las otras exigencias que ha formulado el CGH "rebasan el ámbito universitario, o su satisfacción pondría en riesgo el rigor académico y la existencia misma de la comunidad universitaria". En particular mencionó la restauración del pase automático que demanda en su pliego petitorio el movimiento estudiantil.

De igual manera se opuso a "reeditar" la experiencia de un congreso universitario que "a raíz de un conflicto similar frenó a la universidad por varios años", dijo en alusión al efectuado en 1990 luego del movimiento encabezado por el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) en 1986-87.

Según Barnés de Castro, la gran mayoría de la comunidad universitaria se opone "tajantemente" a la realización de otro congreso que se "convierta en arena de lucha y confrontación para dirimir en ella el futuro de nuestra universidad".

funcionarios-barnes Argumentó que la Universidad Nacional no está facultada para rebasar los límites que la sociedad mexicana le ha fijado, ni el rector para contravenir los preceptos de la legislación universitaria. "El Consejo Universitario y el rector tienen límites que no pueden exceder sin incurrir en responsabilidad ante la ley, la sociedad y la historia", recalcó.

A lo que sí se comprometió fue a encabezar y abrir "espacios de reflexión" en donde participe toda la comunidad para un "cambio genuino" de la máxima casa de estudios. De ahí, enfatizó, su aceptación del ofrecimiento de los diputados de la Comisión de Ciencia y Tecnología, en el "entendido que debe efectuarse sin que ninguna de las partes esté sujeta a amenazas ni medidas de presión".

Al aceptar la invitación a encabezar la concentración para exigir la devolución de las instalaciones, dijo aludiendo a los paristas: "Hoy padecemos la expulsión de nuestros inmuebles, la destrucción y el saqueo de sus instalaciones, la dilapidación de los recursos que la sociedad mexicana le ha encomendado".

A nombre de la Junta de Gobierno, Arcadio Poveda, luego de demandar la "apertura inmediata e incondicional de todas las instalaciones universitarias", advirtió que decenas de miles de estudiantes están en riesgo de perder el semestre, y otros tantos aspirantes en peligro de no poder ingresar a los estudios de bachillerato y licenciatura.

Esto, agregó Poveda, "provocaría cancelar la gran oferta educativa de la UNAM, además de que crearía un problema social, político y económico a escala nacional".

En su turno, Francisco Rojas Gutiérrez lamentó que la flexibilidad de la rectoría y del Consejo Universitario no haya sido correspondida con la sensatez y serenidad del "grupo minoritario de estudiantes" en huelga.

"Hemos asistido durante dos meses al avasallamiento de la cordura por la intransigencia", y agregó que el "porvenir no puede estar secuestrado por la inflexibilidad de un grupo de jóvenes", dijo.

En el acto también intervinieron Leticia Montesinos, del comité convocante de la manifestación, Gotson dƀAnuzita, presidente de la Sociedad de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería, y Arturo Ruiz Ruisánchez, de la de Medicina, quienes condenaron la huelga del CGH, y exigieron la devolución inmediata e incondicional de las instalaciones.


* Constituyeron el movimiento por el diálogo y la reforma democrática


Condenan universitarios llamados a la fuerza para recuperar escuelas

* Confirma el CGH que asistirá al primer encuentro a realizarse en la Cámara de Diputados

María Esther Ibarra * Al constituir ayer el Movimiento de Universitarias y Universitarios por el Diálogo y la Reforma Democrática de la UNAM, diversas organizaciones de académicos, estudiantes y trabajadores, así como creadores, artistas e intelectuales se manifestaron por la urgencia de un diálogo entre las partes en conflicto, exigieron la realización de un congreso y condenaron los llamados a que intervenga la fuerza pública para recuperar las instalaciones universitarias.

En tanto, la Comisión de Prensa y Propaganda del Consejo General de Huelga (CGH) reiteró que responderá con diálogo a la provocación y la violencia "institucionales y encubiertas" por las autoridades universitarias, y confirmó que asistirán al primer encuentro en un recinto de la Cámara de Diputados, cuyas fecha, hora y características determinarán este viernes en su plenaria en el plantel Azcapotzalco del Colegio de Ciencias y Humanidades.

Sobre el llamado para la devolución de instalaciones, los voceros en turno del movimiento estudiantil señalaron que sólo es una muestra más del doble discurso del rector Francisco Barnés, ya que "por un lado llama al diálogo y por otro no sólo convoca a la confrontación entre los universitarios, sino que ahora participará en ella".

Durante la conformación del movimiento por el diálogo y la reforma de la UNAM, en el auditorio Javier Barros Sierra de la Facultad de Ingeniería, estudiantes paristas aclararon que de ninguna manera se pretende crear una instancia paralela al Consejo General de Huelga (CGH), al que refrendaron como único interlocutor del movimiento universitario.

Rodrigo Figueroa y José Luis Cruz, ambos participantes en la huelga, destacaron que ese naciente espacio para buscar una salida al conflicto e impulsar un congreso para la transformación académica de la UNAM, tampoco tiene como propósito levantar la huelga.

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Reiteraron que la intención es abrir un espacio plural y abierto a toda la comunidad. Incluso, acudieron al acto estudiantes de la Facultad de Derecho opositores al paro, quienes entregaron una propuesta de reforma universitaria.

En los diferentes actos que por separado efectuaron en Ciudad Universitaria y en las instalaciones alternas de la Dirección General de Información de la UNAM, ubicadas en Cracovia 50, integrantes de la comunidad estudiantil condenaron también la versión publicada ayer por un periódico capitalino, en el sentido de que la Secretaría de Gobernación ya consideraba que el conflicto universitario era un problema de seguridad nacional para el país.

Por la mañana, el grupo de Creadores, Artistas e Intelectuales (CAI) realizó una concentración en la explanada de la torre de rectoría, cuya finalidad, explicó Luis González Souza, es buscar una salida pacífica, democrática y constructiva a la huelga, la cual "las autoridades de la máxima casa de estudios no supieron o pudieron impedir".

El profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales apoyó la exigencia de un congreso universitario, a fin de "rescatar a la UNAM de la asfixiante casta de burócratas que han provocado un divorcio con nosotros los académicos".

Para González Souza, la reforma de la universidad debe comenzar por revisar las estructuras de gobierno; advirtió que en el congreso efectuado en 1990 ese tema se abordó, pero las autoridades no respetaron los acuerdos

Axel Didriksson, del Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU), convocó a rechazar los llamados al uso de la fuerza pública y la versión de que el conflicto universitario es un problema de seguridad nacional, pues "esto implicaría la intervención de las fuerzas federales". Por ello, instó a no permitir ninguna salida violenta o un ataque del CGH.

El ex ceuísta Fernando Belaunzarán señaló que la máxima casa de estudios perdería mucho en caso de una solución por la vía de la confrontación, por lo cual insistió en la necesidad de un pacto entre rectoría y el movimiento estudiantil. A esta postura se sumó el músico Briseño, quien dijo que no importa el lugar donde se realice el diálogo, sino que éste se dé.

Posteriormente, los integrantes del CAI, junto con otras organizaciones de académicos y estudiantes, realizaron la primera asamblea de la constitución del movimiento por el diálogo y la reforma democrática de la UNAM. Durante el acto, Alejandro Alvarez, profesor de la Facultad de Economía, señaló que el "principal enemigo del Congreso es Barnés", y consideró que lo peor para el movimiento estudiantil es que "muera de inanición" de no realizarse inmediatamente el diálogo.

Asistieron al acto académicos que no habían participado públicamente en algunas de las organizaciones surgidas al calor del movimiento, como Montserrat Gispert y Eliezer Morales Aragón. Este último, ex dirigente sindical y ex director de la Facultad de Economía, propuso que se revisen los resolutivos del congreso de 1990, porque las autoridades los incumplieron.

Claudia Sheiunbaun, del Instituto de Física, planteó que los universitarios no tienen una propuesta de reforma a las estructuras de gobierno, como ocurrió en el congreso de los noventas. Ante esto, propuso llevar a cabo un foro para el regreso a clases y desarrollar una iniciativa sobre ese y otros temas.

En el documento compromiso universitario por un congreso democrático y resolutivo, un grupo de estudiantes de más de 26 escuelas y facultades y de posgrado criticó la "inconsistencia" del rector Barnés al recordar que en la sesión del Consejo Universitario, del pasado 7 del presente, se aprobó la conformación de una comisión para recibir propuestas sobre agenda, formato y tiempos de un espacio para el diálogo, pero "una semana después desconoció ese acuerdo bajo el argumento de que el único espacio resolutivo era el Consejo Universitario".

Por ello, los estudiantes signantes del documento consideraron que un diálogo serio y respetuoso, y la propuesta del CGH de un congreso democrático y resolutivo es el camino digno para la solución del conflicto. Respecto al espacio que ofreció la Cámara de Diputados, lo calificaron de una oportunidad, sin embargo, llamaron a ser cuidadosos y respetuosos de la autonomía universitaria. "No debemos confundir los espacios de la solución del conflicto, y así deben entenderlo los legisladores".

Por otra parte, la Magna Asamblea Universitaria por la Dignidad Académica demandó que en el encuentro en la Cámara de Diputados, las autoridades universitarias acepten los seis puntos del pliego petitorio y fijen las instancias en donde la comunidad analice y resuelva sobre los problemas tendentes a una reforma de la UNAM.